En resumen:
Un estudio en animales observó una relación entre el ácido linoleico, un ácido graso omega-6, y el cáncer de mama triple negativo.
La proteína FABP5, detectada también en concentraciones elevadas en tejido tumoral de pacientes con esta enfermedad, cumple un papel clave en el proceso.
Especialistas en nutrición proponen pautas para corregir el desequilibrio entre ácidos grasos omega-3 y el consumo excesivo de omega-6, frecuente en las dietas occidentales.
De acuerdo con una investigación reciente, el consumo elevado de ácido linoleico —presente en aceites como los de girasol, cártamo y maíz— activa un mecanismo que favorece el crecimiento de células tumorales. La investigación se centró en un subtipo agresivo de cáncer de mama.
Los autores, cuyo trabajo se publicó en la revista Science, señalan que sus hallazgos podrían abrir nuevas vías para desarrollar enfoques nutricionales personalizados orientados a la prevención.
«Este descubrimiento ayuda a esclarecer la relación entre las grasas alimentarias y el cáncer, y arroja luz sobre cómo personalizar el tratamiento para determinar qué pacientes podrían beneficiarse más de recomendaciones dietéticas específicas», declaró John Blenis, investigador oncológico de Weill Cornell Medicine y autor principal del estudio.
Con todo, al tratarse de un estudio en ratones, serán necesarios más trabajos para determinar si el mecanismo es el mismo en humanos.
Mecanismo del ácido linoleico y el crecimiento del cáncer
El ácido linoleico es un ácido graso esencial para el organismo; aun así, hay indicios de que una ingesta elevada puede acarrear efectos adversos para la salud.
Para profundizar en la cuestión, los autores alimentaron a ratones con un régimen enriquecido con ácido linoleico y observaron un proceso que aceleró el crecimiento del cáncer de mama. Ese patrón, rico en omega-6, incrementó los niveles de FABP5, una proteína vinculada al cáncer de mama triple negativo, un subtipo especialmente agresivo.
El equipo también detectó concentraciones más altas de FABP5 y ácido linoleico en tumores y en muestras de sangre de pacientes diagnosticadas recientemente con cáncer de mama triple negativo. Según los investigadores, estos resultados requieren confirmación en estudios adicionales.
«Además, comprender la importancia de FABP5 en este proceso sugiere que podría ser un buen biomarcador para desarrollar intervenciones nutricionales y terapéuticas más individualizadas para pacientes con cáncer de mama triple negativo, para el que actualmente no existe una terapia dirigida», añadió Blenis.
Ácido linoleico: esencial en la dieta, con consumo moderado
El ácido linoleico es un ácido graso esencial que participa en numerosas funciones del organismo, entre ellas el crecimiento y la diferenciación celular. Algunos trabajos han señalado que una mayor ingesta podría asociarse con un riesgo ligeramente menor de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Tanto la Asociación Americana del Corazón (AHA) como la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE) destacan los posibles beneficios de los aceites de semillas ricos en omega-6.
Con todo, investigadores y nutricionistas advierten de que el problema de fondo es el desequilibrio entre omega-3 y omega-6.
«Aunque el ácido linoleico no es perjudicial por sí mismo, una ingesta elevada sin suficiente aporte de omega-3 puede favorecer la inflamación y aumentar los riesgos para la salud a largo plazo», afirma Aderet Dana Hoch, dietista-nutricionista registrada en Nueva York y propietaria de Dining With Nature.
El desequilibrio entre omega-3 y omega-6
En la dieta occidental típica abundan los ácidos grasos omega-6 frente a los omega-3. Se calcula que la ingesta de omega-6 supera entre 14 y 25 veces a la de omega-3, presente sobre todo en pescado azul, leche, huevos, aceite de linaza y frutos secos.
Este desequilibrio creciente ha suscitado preocupación en la literatura científica, pues los omega-6 podrían favorecer la respuesta inflamatoria y contribuir al aumento de enfermedades de base inflamatoria.
Según Emily Feivor, dietista registrada en el Long Island Jewish Forest Hills Hospital (Nueva York), la medida prioritaria para reducir la ingesta de omega-6 es evitar los aceites vegetales y de semillas procesados, así como los alimentos ultraprocesados que los incluyen.
Consejos para reducir el desequilibrio entre omega-3 y omega-6
Limitación de alimentos procesados y ultraprocesados, principales fuentes de un exceso de omega-6.
Aumento del aporte de omega-3 mediante pescado azul y productos de origen animal de calidad (carne y huevos de animales de pasto).
Uso preferente de aceite de oliva o de aguacate para cocinar, en lugar de aceites de semillas ricos en omega-6.
Suplementación con omega-3, previa consulta médica.
Este artículo no sustituye la atención médica. Ante cualquier duda relacionada con la salud, consulte con su médico o farmacéutico.
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Alemania con el título «Studie bringt bestimmte Öle mit Brustkrebs in Verbindung»
Cómo puede ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en España y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.



