El 30 de abril, Estados Unidos y Ucrania firmaron finalmente el acuerdo sobre minerales que se había retrasado por el intercambio en el Despacho Oval entre los presidentes de ambos países hace dos meses.
Con China continuando su control sobre los minerales críticos tras la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, el control de las llamadas tierras raras, esenciales para la producción de muchas nuevas tecnologías como los vehículos eléctricos, las turbinas eólicas y los teléfonos inteligentes, es cada vez más importante.
Esto es lo que sabemos sobre las tierras raras y lo que podría haber en el subsuelo de Ucrania.
1. Las tierras raras, no tan raras
Kiev afirma que su riqueza mineral sin explotar tiene un valor potencial extraordinario.
Los elementos de tierras raras, un grupo de 17 elementos esenciales, desempeñan un papel fundamental en la tecnología moderna, desde los motores de los vehículos eléctricos hasta los sistemas de guía de misiles.
Estos elementos críticos se encuentran en bajas concentraciones en los minerales y son difíciles de separar de otros elementos, lo que requiere procesos de extracción especializados o incluso tóxicos. Algunos de estos procesos no están disponibles en Occidente debido al control de China sobre la tecnología de los elementos de tierras raras.
Además, aunque algunos de estos elementos como el disprosio, el samario y el praseodimio, se denominan «raros», en realidad no son raros en la corteza terrestre y se pueden encontrar en muchos lugares.
China superó a Estados Unidos en la década de 1990 para convertirse en el mayor país productor y exportador de elementos de tierras raras, y fue en ese contexto que el presidente ucraniano ofreció a Estados Unidos acceso a lo que, según él, son las mayores reservas de Europa de minerales críticos como el titanio y el uranio.
Pero hay una salvedad. Alrededor del 20 % de los recursos minerales de Ucrania, incluida aproximadamente la mitad de sus yacimientos de elementos de tierras raras, se encuentran en zonas ocupadas por Rusia.
Y aunque se han identificado yacimientos de titanio en el noroeste de Ucrania, lejos de los combates, Rusia sabe exactamente dónde se encuentran los recursos críticos de Ucrania gracias a los estudios geológicos realizados en la época soviética.

2. ¿Qué hay en el subsuelo de Ucrania?
Las autoridades ucranianas afirman que hay minerales. Sin embargo, no se ha llevado a cabo ninguna exploración comercial.
En un documento del informe sobre minerales críticos del Servicio Geológico de Ucrania, las autoridades afirmaron que se han identificado elementos de tierras raras en yacimientos complejos y depósitos minerales dentro del Escudo Ucraniano, una gran formación geológica situada en Ucrania.
El documento indica que seis yacimientos contienen tantalio, niobio y berilio, muy apreciados en la industria aeroespacial.
También señala que aunque en Ucrania no se extrae litio, las reservas de este metal del país representan aproximadamente un tercio de las reservas probadas en Europa y alrededor del 3 % de los yacimientos mundiales.

3. Descubrimientos diferentes de los yacimientos
En la industria minera, los descubrimientos mineros son nuevos hallazgos de minerales, mientras que los yacimientos son lugares conocidos con suficientes minerales para poder llevar a cabo operaciones mineras.
Jack Lifton, cofundador de Technology Metals Research, declaró a Epoch Times que se muestra escéptico sobre el potencial de Ucrania como fuente práctica de elementos de tierras raras.
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, en 2024 este país importó elementos de tierras raras por valor de unos 170 millones de dólares (unos 150 millones de euros), principalmente contenidos en componentes procedentes de China y Japón.
«Eso son los productos acabados», señaló Lifton.
Dijo que se necesita agua y acceso para construir una mina, lo cual es una tarea difícil en el mejor de los casos, y mucho más en una Ucrania devastada por la guerra.
«Excavar un agujero en el suelo es muy caro», dijo Lifton, señalando que construir una mina cuesta unos 500 millones de dólares (440 millones de euros).«Tenemos descubrimientos por todas partes, pero muy pocos llegan a convertirse en yacimientos», indicó Lifton.

4. Minería en una zona de guerra
Las minas pueden tardar varias décadas en pasar de su descubrimiento a la producción.
En un artículo reciente, Javier Blas, columnista de opinión de Bloomberg especializado en energía y materias primas, señaló que el Servicio Geológico de los Estados Unidos no incluye a Ucrania en su lista de países con reservas, es decir, recursos que han sido descubiertos y son económicamente recuperables.
Además, añadió que, en el mejor de los casos, el valor de toda la producción mundial de tierras raras ronda los 15 000 millones de dólares (13 000 millones de euros) al año. Por lo tanto, aunque Ucrania tuviera yacimientos gigantescos, no serían tan valiosos en términos geoeconómicos.
«Supongamos que Ucrania fuera capaz, como por arte de magia, de producir el 20 % de las tierras raras del mundo. Eso equivaldría a unos 3000 millones de dólares (2600 millones de euros) al año. Para alcanzar los 500 000 millones de dólares (441 000 millones de euros) que propone Trump, Estados Unidos necesitaría asegurarse más de 150 años de producción ucraniana», afirmó Blas.
Según un informe publicado el 13 de febrero por el equipo de análisis de materias primas globales de la agencia de calificación S&P, Ucrania «se basa en una evaluación de la era soviética sobre yacimientos de tierras raras de difícil acceso».
«Algunos se encuentran atrapados tras las líneas de combate o, en el caso de los registros geológicos de uno de los yacimientos, requieren una tecnología de procesamiento avanzada y una red energética estable para su extracción», señala el informe. Según este, la valoración de los yacimientos se basa en «datos de hace décadas».
«Ninguna de las fuentes consultadas por Commodity Insights tenía conocimiento de ninguna exploración comercial o evaluación de esos yacimientos en el periodo postsoviético».
Morgan Bazilian, director del Instituto Payne de Políticas Públicas de la Escuela de Minas de Colorado (Payne Institute for Public Policy de la Colorado School of Mines), declaró a S&P [agencia de calificación de riesgo estadounidense] que «no tenía conocimiento de ningún activo o reserva significativo de tierras raras en Ucrania».
«Se trata simplemente de otra fantasía descabellada según la cual resolveremos por arte de magia nuestras limitaciones en minerales críticos a través de un país en guerra», afirmó. «La analogía más cercana para mí es la hipérbole muy similar sobre los billones de dólares en minerales que se encuentran bajo Afganistán».

5. Estados Unidos tiene tierras raras
Estados Unidos tiene capacidad para extraer y procesar elementos de tierras raras.
Sin embargo, los esfuerzos por devolver la producción de tierras raras y elementos para baterías a Estados Unidos han sido infructuosos en los últimos años debido a los bajos costes laborales en otros países y al importante impacto medioambiental que suponen las operaciones mineras.
Estados Unidos cuenta con una de las dos minas de elementos de tierras raras más grandes del mundo, Mountain Pass, en California, el único yacimiento integrado de extracción y procesamiento de este tipo en Norteamérica, que produce tierras raras ligeras.
En 2022, Mountain Pass producía el 15 % de las tierras raras del mundo.
Lifton afirmó que Mountain Pass también produce entre el 10 y el 15 % de «todas las necesidades de China».
«Ahora bien, esta es la forma de resolver el problema de Estados Unidos: redactar una ley», afirmó.
«La exportación de minerales de tierras raras en Estados Unidos quedará prohibida por ley y Mountain Pass pasará a ser de repente un activo estadounidense, y no chino».

6. China controla la minería y el procesamiento
Bajo el régimen del Partido Comunista Chino, China tiene un cuasi monopolio del mercado mundial de tierras raras, dominando tanto la minería como el procesamiento de estos elementos a través de empresas controladas por el Estado y estrictas regulaciones de exportación.
China representa casi el 90 % de la producción mundial refinada y ha designado las tierras raras como minerales protegidos y estratégicos desde 1990.
Según el Oxford Institute for Energy Studies, este dominio se ha logrado gracias a décadas de inversión estatal, controles a la exportación, mano de obra barata y bajos estándares medioambientales.
En cuanto al procesamiento, China representaba el 85 % de la capacidad mundial para transformar los minerales extraídos en materiales utilizables por los fabricantes, según un estudio realizado en 2019 por Adamas Intelligence, una empresa consultora.
La producción real de China sigue siendo un misterio, especialmente debido a las actividades mineras ilegales, según la iniciativa sin ánimo de lucro China Water Risk.
En 2023, Pekín prohibió la exportación de tecnología para fabricar imanes de elementos de tierras raras, añadiéndola a la prohibición ya existente sobre la tecnología para extraer y separar estos materiales críticos.
El Partido Comunista Chino ha anunciado recientemente medidas para reforzar el control estatal sobre el sector.

7. Todo gira en torno a la tecnología de extracción
Las tierras raras deben pasar por complejos procesos para ser extraídas.
En primer lugar, deben extraerse mediante la excavación de enormes pozos a cielo abierto para obtener el mineral, que luego se tritura y se traslada para someterse a procesos de flotación, magnéticos o electrostáticos.
Occidente puede procesar elementos de tierras raras, pero la avanzada tecnología de procesamiento de China limita lo que Occidente puede hacer.
Los elementos de tierras raras pesadas disprosio y terbio son muy escasos y son ingredientes esenciales para los imanes utilizados en los vehículos eléctricos.
«El disprosio y el terbio son producidos hoy en día en su 100 % por empresas propiedad de China o controladas por ella. No tenemos acceso a ellos a menos que los chinos nos los vendan, y no lo están haciendo», afirmó Lifton.
En un artículo para el Instituto de Minerales Críticos (CMI por sus siglas en inglés), ha señalado que debido a los retos técnicos medioambientales y económicos, no se ha logrado la producción comercial de estos elementos fuera de China. En la actualidad, solo se recuperan de «yacimientos» de acceso exclusivo conocidos como arcillas de adsorción iónica.
«Así que la realidad es que, en este momento, no podemos fabricar los motores eléctricos necesarios para los coches sin importarlos de China», afirmó.
Sin embargo, señaló que Estados Unidos debería fijarse más en Brasil que en Ucrania.
«Hay una docena de nuevas empresas en Brasil que están estudiando la recuperación de arcillas iónicas de tierras raras, pero ninguna de ellas está en fase de producción», señaló.
«Toda la tierra magnética se puede producir en Brasil».
China ha trasladado parcialmente sus actividades de extracción a la vecina Birmania (también conocida como Myanmar), donde la supervisión es más débil, aunque el país es políticamente inestable.
En 2024, el Ejército de Independencia de Kachin, un grupo armado que lucha contra el régimen militar gobernante, afirmó haber tomado el control de un centro minero que es uno de los principales proveedores de óxidos de elementos de tierras raras de China.
Según el corredor Ord Minnett, en 2023 Birmania suministró a China alrededor de 50 000 toneladas métricas de óxidos de elementos de tierras raras procedentes de arcillas de adsorción iónica, superando la cuota nacional china de extracción de arcillas de adsorción iónica, que era de 19 000 toneladas, y convirtiéndose así en el principal exportador mundial de óxidos de elementos de tierras raras pesadas.
8. Problema de la contaminación
La minería a gran escala puede causar una grave contaminación medioambiental.
Algunos de los métodos utilizados para extraer los elementos de tierras raras mediante la minería a cielo abierto y el procesamiento hidrometalúrgico pueden producir residuos tóxicos que contaminan el suelo, el agua y la atmósfera.

En Bayan Obo, China, una ciudad minera industrial y sede de la mina de elementos de tierras raras más grande del mundo, la grave y desoladora contaminación provocada por las operaciones mineras ha afectado al río Amarillo y a las comunidades locales.
Según una investigación realizada por la revista Ingeniería y tecnología nuclear (Nuclear Engineering and Technology), publicada en Science Direct, el torio es un subproducto de la producción de elementos de tierras raras, lo que significa que se extrae de los mismos yacimientos minerales. Actualmente considerado «una molestia» debido a su naturaleza radiactiva, se trata como residuo en las minas.
En Malasia, donde se extrae, las actividades relacionadas con los elementos de tierras raras producen casi 500 000 toneladas de residuos radiactivos con altas concentraciones de torio, lo que supone una «carga significativa» para el país, según señala la investigación.
Reuters ha contribuido a este informe.
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times con el título «8 Things We Know About Ukraine and Rare Earths».
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