La China comunista está dando pasos para fortalecer sus lazos con Iberoamércia, firmando varios acuerdos diplomáticos y económicos con países de la región en las últimas semanas.
En un foro para líderes chinos e iberoamericanos celebrado en Pekín a principios de este mes, el líder del Partido Comunista Chino (PCCh), Xi Jinping, afirmó que su régimen estaba dispuesto a «unir fuerzas» con Iberoamérica a través de intercambios políticos, económicos y de seguridad.
En una crítica velada a la actual política comercial de Estados Unidos, Xi afirmó que «no hay ganadores en las guerras arancelarias ni en las guerras comerciales» y trató de posicionar el comercio con China como un medio clave para diversificar las cadenas de suministro y alejarlas de Estados Unidos.
Con ese fin, Xi prometió «permanecer unido» a las naciones iberoamericanas, comprometiéndose a impulsar las importaciones, animar a las empresas chinas a aumentar sus inversiones en la región y ampliar la cooperación en materia de energía limpia, comunicaciones 5G e inteligencia artificial.
Desde entonces, Pekín ha puesto en marcha una serie de iniciativas interrelacionadas que tienen por objeto consolidar sistemáticamente la presencia de China en Iberoamérica y aumentar su influencia política en el continente sudamericano y el Caribe.
El PCCh ofrece miles de millones en nuevos créditos
La clave de los esfuerzos de Xi fue el anuncio de una nueva línea de crédito de 9200 millones de dólares (8075 millones de euros) para apoyar la inversión en infraestructuras en los países de Iberoamérica y el Caribe.
Aunque el paquete de financiación es menor que otras iniciativas similares de los últimos años debido a la desaceleración de la propia economía china, la medida supone un importante impulso para ampliar la influencia del PCCh en toda la región a través de los vínculos financieros.
Cabe destacar que la línea de crédito estará denominada exclusivamente en yuanes chinos, lo que animará a los países iberoamericanos a diversificar su deuda y alejarse del dólar estadounidense.
Apenas unos días después del anuncio de la línea de crédito, el Gobierno de Colombia también anunció que había solicitado su adhesión al Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), con sede en China, en un intento por compensar las pérdidas derivadas de los recortes en la ayuda exterior estadounidense.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, indicó que estaba entusiasmado con la posibilidad de que el banco financiara un nuevo canal de 75 millas (121 km. aproximadamente) que conectaría las costas atlántica y pacífica de Colombia, lo que, según él, podría situar al país en el «corazón» del comercio entre Sudamérica y Asia, y proporcionar una ruta marítima alternativa al Canal de Panamá.
El Nuevo Banco de Desarrollo se creó hace una década como un proyecto de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, los llamados países emergentes (BRICS por sus siglas en inglés), con el objetivo de contrarrestar a las instituciones lideradas por el dólar estadounidense, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Frank Xie, profesor de negocios de la Universidad de Carolina del Sur, declaró a The Epoch Times que es probable que estas inversiones tengan como objetivo crear una ruta comercial transoceánica alternativa, ahora que la administración Trump está intentando ejercer un mayor control económico sobre el Canal de Panamá.
«Es evidente que el PCCh sigue queriendo apoyar el ferrocarril transoceánico y conectar los océanos Atlántico y Pacífico a través del transporte terrestre en Sudamérica en este momento, y quiere eludir el Canal de Panamá», afirmó. «Creo que esto forma parte de la estrategia global del PCCh» añadió Xie.
Expansión de la Franja y la Ruta
Petro también firmó un acuerdo formal con Xi, con el que Colombia se une a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI por sus siglas en inglés), un proyecto de infraestructura global que, según funcionarios estadounidenses, atrapa a los países más pequeños en una deuda con el PCCh.
La incorporación de Colombia significa que ahora son 23 los países de Iberoamérica y el Caribe que participan en BRI.
Los demás son Antigua y Barbuda, Argentina, Barbados, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, Dominica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Granada, Guyana, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Laura Sarabia, manifestó que la decisión de unirse a BRI era «el paso más audaz en décadas» de la nación latinoamericana.
China es el segundo socio comercial más importante de Colombia después de Estados Unidos y recientemente superó a este país como la mayor fuente de importaciones de Colombia.
Durante su reunión con Petro a principios de mes, Xi afirmó que China estaba dispuesta a aumentar sus importaciones procedentes de Colombia y a proporcionar más apoyo a la inversión china y a la construcción de infraestructuras en el país latinoamericano.
Viajes sin visado y becas
El PCCh también está tomando medidas para aumentar los contactos culturales con los países latinoamericanos y ha anunciado que los ciudadanos de Brasil, Argentina, Chile, Perú y Uruguay podrán viajar a China sin necesidad de visado.
Los viajes sin visado para esas naciones para estancias de menos de 30 días comenzarán el 1 de junio y tendrán una duración de un año, según anunció el Ministerio de Asuntos Exteriores de China el 15 de mayo.
Esta medida es la última de una serie de iniciativas similares con otros países asiáticos y europeos, a través de las cuales el PCCh ha tratado de reactivar su economía en desaceleración y aumentar su capital cultural en el extranjero.
Durante los próximos tres años, Pekín también tiene previsto invitar a China a 300 miembros de partidos políticos iberoamericanos.
Según los medios estatales chinos, Xi afirmó que la iniciativa serviría para informar sobre las «mejores prácticas de gobernanza nacional» a esos países, y que la iniciativa iría acompañada de 3500 becas gubernamentales y otros tipos de intercambios.
Expansión económica
Todas estas nuevas iniciativas se producen en un contexto de rápido aumento del comercio entre China y los países iberoamericanos.
A pesar de que las exportaciones chinas a Estados Unidos se han desplomado debido a los aranceles, el PCCh ha compensado con creces la diferencia con sus redes comerciales en rápido crecimiento en otras partes del mundo, incluida América Latina.
Mientras que el valor en dólares de las exportaciones chinas a Estados Unidos se hundió un 21 % en los primeros cuatro meses del año, el de sus exportaciones a Latinoamérica aumentó un 11,5 %.
Del mismo modo, las exportaciones a la India aumentaron un 16 %, las destinadas a África un 15 % y las dirigidas a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático un 11,5 %.
Con este fin, el comercio de China con América Latina superó los 500 000 millones de dólares (439 000 millones de euros) por primera vez el año pasado, y no parece que vaya a ralentizarse en un futuro próximo. Este crecimiento se ha visto impulsado en gran medida por la importación de más productos agrícolas, como la soja y la carne de vacuno, que el PCCh ha tratado de obtener cada vez más fuera de Estados Unidos desde que se le impusieron aranceles durante la primera administración Trump.
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times en español con el título «China Eyes Growing Economic, Diplomatic Ties Throughout Latin America»
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