Grandes tormentas solares: ¿están nuestras redes eléctricas preparadas para un nuevo evento Carrington?

Una tormenta como la de 1859 podría repetirse y hay medidas sencillas de preparación

Por Maurice Forgeng
8 de diciembre de 2025 16:43 Actualizado: 8 de diciembre de 2025 16:43

En resumen:

En 1859, una tormenta solar paralizó el sistema telegráfico en numerosas regiones, en un episodio conocido como evento Carrington-Hodgson.

Los investigadores disponen de datos que indican que la Tierra podría enfrentarse en el futuro a tormentas solares aún más intensas.

Actualmente, el Sol presenta un conjunto de manchas de tamaño similar al de 1859 apuntando a la Tierra.

El ingeniero aeroespacial Willie Soon explica cómo podemos prepararnos para un escenario de esa magnitud.


En mayo de 2024, una gran tormenta solar azotó la Tierra y provocó la aparición de auroras en gran parte de Alemania. En varios estados de Estados Unidos y en el sur de Rusia también se pudo contemplar este fenómeno espectacular.

Lo que muchos desconocen es que, según científicos del grupo de investigación independiente CERES, esta tormenta fue «la más extrema registrada instrumentalmente» desde 1937, año en que comenzaron las observaciones sistemáticas.

¿Un nuevo evento Carrington-Hodgson?

Unas décadas antes se produjo una erupción solar aún más intensa que alcanzó la Tierra en forma de una potente tormenta geomagnética: el evento Carrington-Hodgson de 1859. Los astrónomos británicos Richard Carrington y Richard Hodgson observaron aquella erupción de forma independiente.

La tormenta fue tan extrema que interrumpió gravemente el sistema telegráfico mundial. Algunas estaciones llegaron a incendiarse por el voltaje inducido en las líneas.

En la actualidad, existe la posibilidad de que una tormenta solar de intensidad similar a la de 1859 se dirija hacia la Tierra. Científicos de diversas instituciones siguen en tiempo real un complejo de manchas solares orientado hacia nuestro planeta. Esta denominada «región activa» tiene un tamaño comparable al de las manchas asociadas al evento Carrington-Hodgson.

A partir de sus datos, los investigadores de CERES consideran que la Tierra podría enfrentarse en el futuro a erupciones solares incluso más fuertes que la de 1859.

La actividad solar se encuentra ahora en el máximo de su ciclo de aproximadamente 11 años, la fase en la que se forman la mayoría de las manchas solares. Según datos del Observatorio Real de Bélgica, el número de manchas ha aumentado de forma significativa en los últimos días.

Número de manchas solares (ESSEN) desde principios de noviembre hasta el 5 de diciembre de 2025. Foto: WDC-SILSO, Observatorio Real de Bélgica, Bruselas, https://doi.org/10.24414/qnza-ac80, CC BY-NC 4.0

¿Cuáles son las posibles consecuencias?

Hoy nuestra civilización se halla en un nivel de desarrollo tecnológico muy distinto del de 1859. Entonces, la red telegráfica era el avance más puntero; hoy dependemos de extensas redes eléctricas, sistemas GPS, redes de comunicación y satélites.

En el peor de los casos, una fuerte tormenta solar podría provocar un fallo generalizado de estas infraestructuras. Esto supondría la interrupción del suministro de electricidad, teléfono y agua, entre otras consecuencias. Los operadores podrían tardar días, o incluso semanas, en restablecer los servicios esenciales.

Prepararse es posible, según Willie Soon

«La sociedad debe prepararse para la posibilidad de tormentas solares aún mayores, que podrían provocar interrupciones tecnológicas generalizadas», afirmó el físico Velasco Herrera.

El ingeniero aeroespacial estadounidense Willie Wei-Hock Soon ofrece un rayo de esperanza. Declaró a The Epoch Times que «la gente común puede prepararse completamente para un fallo catastrófico de la red eléctrica e incluso para la pérdida total de las comunicaciones electrónicas». Lo más importante que todos pueden hacer, aconsejó Soon, es «abastecerse de suficientes alimentos no perecederos y agua, e incluso de combustible y de medios de generación de energía local».

Además, es recomendable desconectar los dispositivos importantes de la red eléctrica para protegerlos de posibles sobretensiones. Los cajeros automáticos también dejarán de funcionar durante un apagón. Tener efectivo a mano puede resultar esencial en una crisis. De igual manera, es conveniente que los coches dispongan de suficiente combustible para ampliar su autonomía. Los suministros de emergencia habituales en caso de apagón, como linternas, velas y hornillos de camping, también deberían estar disponibles.

¿Se nos informará a tiempo?

Si se produce una erupción solar peligrosa dirigida hacia la Tierra, es crucial que la información llegue con antelación suficiente para evitar que la población quede literalmente a oscuras. Como ya ocurrió con los vientos solares del año pasado, se han difundido avisos en los medios de comunicación.

«La ciencia puede ser útil si se lleva a cabo de forma correcta y adecuada», declaró Soon. Aludió a la propuesta actual de situar cinco satélites en los llamados puntos de Lagrange L1 a L5, es decir, posiciones orbitales de equilibrio gravitatorio. Esto permitiría observar con mayor precisión las grandes erupciones solares y las eyecciones de masa coronal que con los medios actuales.

Hoy, los astrónomos vigilan el Sol con un único satélite situado en el punto L1, entre la Tierra y el astro. «Esta es la forma más rentable de observar continuamente el Sol con el menor coste de combustible para cohetes», comentó Soon.

Los cinco puntos de Lagrange. El Sol está en el centro y, a su derecha, la Tierra en su órbita alrededor de él. Actualmente, solo el punto L1 cuenta con un satélite posicionado para observar el Sol. Foto: dominio público

En caso de que se desarrolle una fuerte tormenta solar con consecuencias potencialmente catastróficas, la Oficina Federal de Protección Civil y Ayuda en Casos de Desastre (BBK) de Alemania será la encargada de emitir las alertas al público.

Situación actual

El jueves 4 de diciembre, a las 3:50 a. m., hora alemana, el complejo de manchas solares mencionado emitió una eyección de radiación algo más intensa. El portal Spaceweather informó recientemente de que esta tormenta solar «podría efectivamente impactar la Tierra». Según sus previsiones, «es posible que se produzca un impacto directo o casi directo el 7 de diciembre, lo que podría desencadenar una pequeña tormenta geomagnética de clase G1». Se trataría de un episodio de baja intensidad, el nivel más bajo en la escala.

El portal spaceweatherlive también permite seguir casi en tiempo real la intensidad de las erupciones solares. Allí figuran dos erupciones de categoría M registradas el sábado por la noche. Una de ellas casi alcanzó «la clase X», el tipo de evento que produjo auroras de colores sobre Alemania a principios del verano. Si estos fenómenos recientes llegan a la Tierra, se espera que lo hagan el lunes o el martes.

Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Alemania con el título «Zu stark für Stromnetze? Sind wir bereit für ein zweites Carrington-Ereignis?»

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