La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la mayoritaria en el instituto armado, ha denunciado este martes una oleada de ataques vandálicos contra acuartelamientos en el País Vasco, perpetrados por el colectivo juvenil radical Ernai, vinculado a la izquierda abertzale.
En un comunicado, AUGC exige al Ministerio del Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, medidas de protección inmediata para los guardias civiles y sus familias, incluyendo el refuerzo de personal y sistemas de vigilancia en los puestos afectados.
Los incidentes, al menos cuatro en los últimos días, incluyen el lanzamiento de huevos contra la fachada del cuartel de Tolosa (Gipuzkoa), donde se colocó una pancarta intimidatoria con mensajes contra la Guardia Civil, mientras familias y menores se encontraban dentro de las viviendas del acuartelamiento.
Según AUGC, estos actos representan «un riesgo intolerable para la seguridad de quienes dedican su vida al servicio público».
El sindicato ha calificado estos hechos como «una campaña organizada de hostigamiento ideológico» dirigida no solo a los agentes, sino al conjunto de ciudadanos que no comparten la visión excluyente de los agresores.
«La protección de los guardias civiles y de sus familias no puede esperar», afirmó la asociación, que reclama que se investiguen como delitos de odio, dada la condición profesional de las víctimas.
En redes sociales, AUGC ha difundido un mensaje contundente: «¡BASTA YA! Marlaska calla mientras atacan cuarteles en el País Vasco con familias y niños dentro. Su inacción nos deja vendidos ante los radicales. Señor Ministro, ¿qué más tiene que pasar para que reconozca la #ProfesiónDeRiesgo y recupere el principio de autoridad?».
Los autores de los ataques, identificables en vídeos difundidos por Ernai en redes, han reivindicado los hechos con proclamas como: «La Guardia Civil es una fuerza ocupante y un símbolo claro del españolismo. Este fin de semana hemos dejado claro que esto no es ni Francia ni España, sino Euskal Herria».
Estos mensajes se enmarcan en una ofensiva más amplia que incluye la quema de banderas españolas, vandalismo contra sedes del Partido Popular y el derribo del último Toro de Osborne en Rivabellosa (Álava).
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE), desde su cuenta oficial en X, ha alertado este miércoles sobre el peligro de estos actos: «Este es el resultado de no deslegitimar la violencia —ni el terrorismo que ejerció ETA en el pasado, ni los actos vandálicos que persisten hoy—: jóvenes animando a ‘continuar la lucha’ mediante actos vandálicos y violentos».
«EH Bildu tiene una responsabilidad directa por haber dado sustento político e ideológico a estos discursos», añadió la organización.
«Años legitimando la violencia acaban generando, qué sorpresa, más violencia. Esa responsabilidad es suya», agregó en otra publicación.
Hasta la fecha, el Ministerio del Interior no ha emitido declaración alguna sobre estos ataques específicos.
Esta ausencia de respuesta contrasta con la creciente tensión en el País Vasco, donde —según datos de la AUGC— la plantilla de la Guardia Civil se ha reducido un 20 % en los últimos diez años.
Asimismo, el silencio gubernamental llega en un momento delicado para Marlaska, quien fue citado para comparecer en el Parlamento Europeo el próximo mes para aclarar la situación del narcotráfico y la «creciente violencia contra los agentes».
«Un ministro que ha perdido la confianza de quienes están sobre el terreno debería haber asumido responsabilidades antes incluso de ser citado en Europa», declaró en diálogo con The Epoch Times España, la portavoz de la AUGC, Olaya Salardón.
«La situación es insostenible», agregaron fuentes de la Asociación Profesional de la Guardia Civil (JUCIL) al ser consultados por este medio sobre las casi 17 mil agresiones registradas a agentes el año pasado, un récord histórico.
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JUCIL reclama medidas como el reconocimiento de la Guardia Civil como profesión de riesgo, reforma del Código Penal para endurecer atentados y dotación de 17 000 vacantes pendientes. Estos planteamientos se aplican directamente a la escalada vasca, donde los acuartelamientos con viviendas familiares son especialmente vulnerables.
Los hechos denunciados por AUGC se producen luego de que el mes pasado el exterrorista de ETA y actual líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, llamara a los vascos a «defenderse»: «Somos un pueblo sin límites».
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