El comisario de Salud y Bienestar Animal de la Comisión Europea, Olivér Várhelyi, anunció el 9 de diciembre una serie de medidas sobre los alimentos, productos animales y vegetales que entran en la UE que incluyen una actualización de las normas de importación de «productos con trazas de pesticidas peligrosos» adaptándolas a las normas internacionales. El presidente de Asaja Alicante calificó la decisión de «una aberración más del Gobierno de Europa».
La Comisión Europea afirma que se hará una «actualización de las normas que permiten importar productos que contienen trazas (residuos) de pesticidas especialmente peligrosos que están prohibidos dentro de la UE, alineando esos niveles permitidos con estándares internacionales recientemente actualizados», según el comunicado del 9 de diciembre.
La Unión Europea reconoce que sus normas pueden ser más estrictas que las de países no pertenecientes a la Unión. Por ello, el anuncio —mientras no se precise su alcance— podría suponer una flexibilización para la entrada de productos importados, al tiempo que se mantienen las exigencias más elevadas para los alimentos producidos dentro de los Estados miembros.
José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante, dijo a The Epoch Times España que «esta decisión es simplemente una aberración más de un Gobierno de Europa que ha perdido el norte. No sabe a donde va».
«Nos está condenando a los agricultores europeos a la ruina y a los ciudadanos de Europa a tener una alimentación peor calidad en cuanto a seguridad alimentaria», señaló Andreu.
«Viene a demostrar lo que desde Asaja Alicante llevamos tiempo denunciando. La Comisión Europea sufre de un trastorno bipolar del comportamiento. Está gravemente enferma».
Los residuos de plaguicidas actualmente se regulan mediante una serie de reglamentos expuestos por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, de España. A nivel internacional, el Codex Alimentarius (FAO/OMS) es la principal referencia en materia de residuos de plaguicidas en alimentos.
Dentro del conjunto de medidas, la Comisión Europea dijo además que creará un grupo de trabajo que estudiará la posibilidad de adoptar medidas coordinadas de seguimiento de la UE sobre productos importados específicos. Este grupo se centrará en como mejorar los controles en cuanto a «residuos de plaguicidas, la seguridad de los alimentos y piensos y el bienestar animal».
También formará alrededor de 500 funcionarios de las autoridades nacionales sobre controles oficiales, a través de un programa específico de la UE.
El comisario Várhelyi indicó que como principal comercializador mundial de alimentos, «la UE debe garantizar que cualquier producto animal, vegetal o alimenticio procedente de otros países cumpla con nuestras estrictas normas de salud y seguridad».
«Las medidas de hoy reforzarán y modernizarán aún más nuestro ya sólido sistema de controles oficiales, en beneficio de los ciudadanos, agricultores y empresas de la UE».
Residuos de plaguicidas
En contraste a la decisión de la Comisión Europea (CE), el 18 de septiembre de 2024, los eurodiputados rechazaron dos propuestas de la CE para ajustar los límites de residuos de algunas sustancias químicas prohibidas por la UE en los alimentos, ya que algunas de ellas no se reducen a cero en los productos importados.
A su vez Pan Europe, la ONG europea que trabaja para la reducción del uso de pesticidas en Europa, informó el 2 de diciembre, que activistas de todo el mundo, en una acción simbólica frente a la Comisión Europea en Bruselas, entregaron 75 cajas: una por cada sustancia activa de pesticida cuyo uso está prohibido en la UE, pero que aún se exporta masivamente al extranjero. La acción fue organizada por la Coalición para Acabar con el Comercio de Pesticidas Tóxicos, que representa a más de 600 organizaciones que exigen el fin de este comercio tóxico.
Slowfood, señaló que recientemente se encontraron 69 pesticidas prohibidos en alimentos vendidos en la UE, más comúnmente en té, café y especias, según los registros de 2022. Además, y a pesar de sus peligros, destacó que empresas con sede en la UE exportan cada año decenas de miles de toneladas de estos productos químicos y pesticidas, poniendo en riesgo a los agricultores, las comunidades y la biodiversidad de otros países.
La mayoría de estas sustancias químicas se exportan a países de ingresos bajos y medios con leyes de protección más débiles, según PAN Europe. «Este doble rasero de la UE supone una amenaza para los derechos humanos. Al mismo tiempo, la UE importa alimentos cultivados con estas sustancias, lo que expone a los consumidores europeos a través de residuos en alimentos importados y, además, expone a los agricultores europeos a una competencia desleal».
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Más auditorías
Dentro del conjunto de medidas de refuerzo, la Comisión anunció un aumento del 50 % en el número de auditorías realizadas en países no pertenecientes a la UE durante los próximos dos años, manteniendo el nivel de control en los países de la UE, y un aumento del 33 % en las auditorías de los puestos de control fronterizos europeos, para verificar que los Estados miembros están llevando a cabo inspecciones fronterizas de acuerdo con los requisitos de la UE.
A esto se agrega «un seguimiento más estrecho de los productos y países que no cumplen las normas», aumentando la frecuencia de los controles según sea necesario.
La Comisión dijo además que apoyará a los Estados miembros que realicen estos controles adicionales.
«Todos los animales vivos, alimentos y piensos, plantas y productos vegetales que entren en el territorio de la Unión deben cumplir los requisitos sanitarios y fitosanitarios (MSF) de la UE, así como determinados requisitos de bienestar animal», aseguró.
«Estos requisitos no son negociables y se aplican a todos nuestros socios comerciales».
El tema de control de productos importados ha sido debatido por las asociaciones de agricultores y ganaderos de España, ya que toda vez que entra un alimento en la Unión, por ejemplo, en algún puerto, este circula libremente entre los países miembros.
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