NUEVA YORK — Con motivo de la llegada del 13 de mayo, Día Mundial de Falun Dafa, el 9 de mayo miles de practicantes de Falun Dafa marcharon por Manhattan en un desfile, celebrando los 33 años desde que se presentó al público esta práctica espiritual.
La marcha, que comenzó bajo una lluvia que pasó de llovizna a aguacero, inició su recorrido en el lado este de la ciudad —en la entrada de las Naciones Unidas—, en la plaza Dag Hammarskjöld, en la calle 47. Atravesó el centro de la ciudad y terminó justo ante el Consulado de China en la calle 42, junto al río Hudson.
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una práctica espiritual guiada por los principios de Verdad, Compasión y Tolerancia e incorpora cinco ejercicios meditativos. Se hizo inmensamente popular en China después de ser presentado al público en 1992. En 1999, al menos 70 millones de personas habían adoptado la práctica en el país según estimaciones oficiales de la época.
El Partido Comunista Chino (PCCh) al percibir la popularidad de esta práctica pacífica como una amenaza para su régimen, lanzó una violenta persecución contra los practicantes de Falun Gong en julio de 1999. A pesar de la continua persecución —que a menudo se extiende al extranjero— personas de más de 100 países han adoptado la práctica y cada año, por las inmediaciones del 13 de mayo, se celebran coloridas festividades en todo el mundo para conmemorar el aniversario de la presentación de Falun Gong al público y contrarrestar la propaganda del PCCh sobre la práctica.

El desfile incluía una banda musical, tamborileros, bailes de dragones y leones, pancartas y banderas de colores con mensajes de «Verdad, Compasión, Tolerancia» en muchos idiomas. Los practicantes de Falun Gong hicieron una demostración de los ejercicios meditativos y apoyaron a las más de 466 millones de personas que renunciaron a su afiliación al PCCh y otras organizaciones asociadas.
«Quiero que la gente sepa que Falun Dafa se basa en la Verdad, la Compasión y la Tolerancia y que conozca lo hermosa que es esta práctica y cómo me ha beneficiado personalmente seguir estos principios», declaró a The Epoch Times Rakesh Nayak, un practicante de Falun Gong que participó en el desfile.
Nayak contó que creció como hindú en Bombay, India, y que visitó innumerables templos, pero nunca le enseñaron las virtudes de vivir con verdad, compasión y tolerancia. Cuando descubrió Falun Gong hace 15 años, Nayak vivía en un apartamento con unas 20 figuras religiosas, pero, a pesar de ello, era un hombre irascible y que a menudo se enfadaba.
Cuando escuchó que Falun Gong enseñaba los principios de «Verdad, Compasión y Tolerancia», le pareció lo más natural del mundo y comenzó a vivir según estos principios. Después de comenzar la práctica, cambió tanto que su madre y su hermana se sorprendieron y se interesaron también. Dijo que los principios le llevaron a decir siempre la verdad, a pensar primero compasivamente en los demás y a ver las tribulaciones que se le presentan desde una perspectiva diferente.
Sosteniendo una pancarta con estos tres principios en el desfile, Nayak dijo que esperaba que la gente pudiera ver Falun Gong tal como es y no dejarse engañar por la propaganda del PCCh.
Olivier Chartrand y su esposa, Maud Bertholet, señalaron que también se han beneficiado enormemente de la práctica de Falun Dafa y que era algo que querían compartir con los demás a través del desfile.
«Esta práctica se trata realmente de autocultivación. Es algo muy personal, un viaje interior», dijo Chartrand.
«Me volví más centrado y cada vez más tranquilo, pero también adquirí un gran sentido de propósito y una forma de elevar constantemente mis valores morales».
«Así que es un enfoque y un método para esforzarme realmente por ser una mejor persona».

Bertholet expresó que desde que practica Falun Dafa ha adquirido una comprensión mucho más profunda de la vida.
«Siento una gran conexión con algo superior a mí y, gracias a ello, puedo mejorar mucho como persona, saber quién soy, apreciar mucho más a los demás, pensar en ellos y sentir compasión», afirma.
«Esta práctica es extremadamente hermosa, pero ha sido perseguida durante tantos años… y hay tanta gente que sufre…».
La autocultivación es algo que se ha enseñado y transmitido durante miles de años en China, aseguró Chartrand, pero debido a la popularidad de Falun Gong después de que se enseñara públicamente en la década de 1990, el PCCh lo convirtió en blanco de persecución.
«Una de las razones por las que hacemos desfiles tan grandes es para mostrar la belleza de la práctica y cómo todos se benefician de ella. Pero también para crear conciencia sobre el hecho de que, en este mismo momento, hay personas muriendo en China», afirmó Chartrand.
«Creo que es importante que la gente se pregunte: «¿Cómo es posible que tanta gente que proviene de tantos ámbitos diferentes de la vida practique esto?»
«Yo soy de Canadá y mi esposa es originaria de Francia. Vivimos en Nueva York. Pero hay personas de Rusia, de África, de todas partes del mundo que lo practican, porque al fin y al cabo no es una práctica china sino que realmente toca lo más profundo de lo que significa ser un ser humano decente, y eso es algo común a todas las culturas y a todos los caminos espirituales hacia la superación personal».

La persecución estatal a Falun Dafa por parte del PCCh ha provocado que un número incalculable de practicantes hayan sido detenidos ilegalmente, torturados e incluso asesinados para extraerles sus órganos. La Cámara de Representantes aprobó recientemente dos proyectos de ley que sancionan a cualquier persona involucrada en la práctica de la extracción de órganos a personas vivas.
Li Ming dijo que no era exagerado afirmar que Falun Gong le había salvado la vida.
Contó que, cuando conoció la práctica en China en 1997, apenas se mantenía con vida tras haber sido víctima de un atropello que le dejó una lesión cerebral traumática. Prácticamente postrada en cama, apenas podía caminar sin derrumbarse y arrastrarse, y, aunque solo tenía unos 40 años, aparentaba 70.
Sin embargo, un día sintió el impulso de que tenía que salir a la calle. Cuando salió, un desconocido le preguntó si conocía Falun Gong, una meditación que se había popularizado, en parte, por sus beneficios para la salud.
Li se interesó mucho y al llegar a casa le pidió a un familiar que la llevara al día siguiente a un parque para aprender los ejercicios y la meditación.
Li, una enérgica mujer de 76 años que ahora vive en Estados Unidos, se unió al desfile del viernes como parte del equipo de tambores de cintura. «El tambor es un instrumento tradicional, indicó, y el equipo tiene como objetivo comunicar la belleza de Falun Dafa a los oyentes».
Poco después de que Li comenzara a practicar, el PCCh inició su persecución y Li fue una de los innumerables practicantes que fueron encarcelados ilegalmente. Más tarde escapó a Tailandia y luego se trasladó a Malasia, donde se unió por primera vez a una banda de tambores de cintura para un desfile del Día Mundial de Falun Dafa. Lo he estado haciendo desde entonces, manifestó Li. Se mudó a Nueva York en 2013. «Quiero que la gente sepa que Falun Gong es bueno», añadió. «No crean al PCCh, que solo puede llevar a la gente a la ruina».
Nora Ravitzki —una espectadora del desfile— afirmó que lo que hacían los practicantes de Falun Gong era muy importante.
«En realidad, me parece muy conmovedor que estén luchando contra la persecución y espero que esto llegue a las personas adecuadas» manifestó Ravitzki.
La verdad, la compasión y la tolerancia son valores que todo el mundo necesita en este momento, señaló Ravitzki, y concluyó: «Es muy inspirador, y espero que todo el mundo se guíe por estas tres palabras».
Sarah Lu ha colaborado en este reportaje.











Artículo publicado originalmente en The Epoch Times con el título «Thousands Celebrate World Falun Dafa Day With New York Parade»
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