¿Podría el oro convertirse en un peligro? El BCE alerta de una crisis financiera mundial

El oro es tradicionalmente considerado un valor refugio, pero según el Banco Central Europeo, podría convertirse pronto en una amenaza para la estabilidad financiera. Un mecanismo poco valorado en el mercado del oro podría desestabilizar el sistema financiero mundial. Las señales de alarma evocan los presagios que precedieron a la última gran crisis financiera.

Por Patrick Langendorf
17 de junio de 2025 17:37 Actualizado: 17 de junio de 2025 17:37

El Banco Central Europeo (BCE) ha lanzado una advertencia urgente en su último informe de riesgos: las turbulencias en el mercado del oro podrían no solo hacer tambalearse a algunas entidades financieras, sino desestabilizar todo el sistema financiero mundial. El motivo principal de preocupación son los contratos de futuros sobre oro que deben cumplirse físicamente, es decir, los contratos en los que se acuerda la entrega real de oro. Detrás de esta evolución aparentemente técnica se esconde un escenario muy delicado que, por su complejidad y su potencial explosivo, recuerda a las crisis financieras de décadas pasadas.

El oro: de refugio seguro a riesgo sistémico

Tradicionalmente, el oro se considera un «refugio seguro», un medio de conservación del valor en tiempos de inestabilidad política, inflación o tensiones en los mercados. Desde la crisis financiera mundial de 2008, la demanda de oro se ha mantenido constantemente alta, impulsada por las tensiones geopolíticas y la incertidumbre monetaria. Los precios del metal precioso han superado varios récords desde 2023.

Así, según «Statista», el precio del oro en 2024 se situó en una media de 2394,86 dólares estadounidenses (unos 2072,75 euros) por onza troy. Esto supone un aumento de alrededor del 23,3 % con respecto al año anterior. En comparación con 2019, el precio ha subido incluso alrededor de un 72 %.

En su estudio, que forma parte del «Financial Stability Review» de mayo de 2025, cuatro economistas del BCE analizan la evolución reciente del mercado del oro. Hablan de resultados alarmantes. En particular, el fuerte aumento del número de contratos de futuros sobre oro con entrega física en la bolsa de futuros COMEX de Nueva York es, en opinión del BCE, un potencial acelerador del fuego.

Aumenta la presión sobre las entregas: el sistema se tambalea

El mecanismo de estos contratos a plazo es sencillo, pero sus efectos son fatales si se desequilibra. Los vendedores se comprometen a entregar el oro en una fecha determinada y los compradores esperan la entrega física del metal. Normalmente, estas obligaciones de entrega son una parte integral del comercio de materias primas. Sin embargo, a principios de 2025, las notificaciones de entrega de oro físico alcanzaron niveles históricos, según los economistas del análisis del BCE. En su informe escriben:


« …mientras que el número de contratos de futuros sobre oro registrados para su entrega alcanzó un nivel históricamente alto en 2025, los anuncios de entrega para enero de 2025 fueron los más altos desde julio de 2007»


El repentino aumento de la demanda de oro físico ha provocado que se envíen enormes cantidades del metal precioso desde Londres, el tradicional lugar de almacenamiento del oro institucional, a Nueva York. El motivo: en Nueva York, el precio del oro era hasta 50 dólares estadounidenses por onza troy superior al nivel de Londres. A esto se sumaron las especulaciones sobre posibles aranceles estadounidenses a las importaciones de oro. Todo ello generó una presión de entrega que los sistemas logísticos apenas pudieron soportar.

La consecuencia: los bancos, en particular los denominados bullion banks, especializados en el comercio y el almacenamiento de metales preciosos, se vieron en apuros. Por lo general, estos bancos se protegen mediante apuestas a la baja en el COMEX, es decir, mediante la venta de contratos de futuros sobre oro. Para ello, confían en poder transportar rápidamente oro físico desde Londres a Estados Unidos en caso de necesidad. Si esta logística se paraliza, las pérdidas masivas están garantizadas.

Peligro de un «short squeeze»: cuando los precios del oro se disparan

El BCE advierte expresamente de un short squeeze (apretón repentina). Este escenario se produce cuando el precio del oro se dispara y los vendedores que han apostado por la caída de los precios se ven obligados a recomprar sus posiciones con pérdidas. Dado que muchos contratos a plazo no están respaldados por oro real, en tal caso los bancos tendrían que adquirir repentinamente grandes cantidades de oro en el mercado abierto, a precios extremadamente altos. Se podría crear un círculo vicioso de precios al alza, cuellos de botella en el suministro y ventas motivadas por el pánico. Las consecuencias serían dramáticas: quiebras bancarias, pérdida de confianza de los inversores y un posible incendio generalizado en los mercados financieros mundiales.

Las cifras ponen de manifiesto la gravedad de la situación: según el BCE, el valor de mercado de los derivados sobre oro pendientes en la zona del euro asciende a alrededor de un billón de euros. Esto equivale aproximadamente al triple de la producción mundial anual. Esta discrepancia muestra lo inflado que está el mercado de derivados y lo vulnerable que se ha vuelto.

El peligro proviene de los países BRICS

Según el BCE, el papel de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) es especialmente preocupante. El banco central advierte de déficits de cobertura en los derivados del oro.

Tras la confiscación de las reservas del banco central ruso, los países BRICS buscaban ahora alternativas de inversión para sus reservas en dólares y euros. En este contexto, estarían acumulando enormes reservas de oro. Si los bancos centrales de los países BRICS decidieran entregar el oro, no solo se produciría un aumento incontrolable de los precios. También serían posibles los cuellos de botella en el suministro, las elevadas exigencias de reposición o incluso impagos totales, lo que pondría en peligro la existencia de los socios contractuales, es decir, los bancos de la zona del euro.

En el Stabilitas-Marktkommentar, (comentario sobre la estabilidad del mercado) Martin Siegel, director general de Stabilitas, una empresa consultora especializada en fondos de metales preciosos, comenta el informe del BCE:


«El BCE señala un problema importante. Si los inversores insistieran en la entrega física en grandes cantidades, el precio del oro se dispararía y no se podría satisfacer la demanda. La única forma de evitar el colapso del mercado y la quiebra de los participantes implicados sería una intervención masiva de las autoridades supervisoras, que podría llegar hasta el cierre temporal de los mercados»


Según el BCE, gran parte de la exposición de los bancos de la zona del euro a derivados del oro es frente a contrapartes fuera de la zona del euro. Esto significa que una crisis externa, como una carrera por el oro motivada por razones políticas, podría tener consecuencias graves para los bancos europeos.

Un mercado opaco con un potencial explosivo

El BCE también ve con ojos críticos la falta de transparencia en el mercado del oro. Gran parte de las operaciones con derivados se realizan fuera de bolsa (over the counter, OTC por sus siglas en inglés) y no están sujetas a una supervisión centralizada. Esto hace que no se tenga una visión general de quién asume qué riesgos, lo que supone un peligroso vuelo a ciegas, como el que precedió a la crisis financiera de 2008.

Irónicamente, el BCE critica esta falta de transparencia, aunque él mismo solo refleja en sus balances anuales las reservas de oro como «oro y derechos en oro», sin indicar cuánto oro físico hay realmente y cuánto se ha prestado. En este sentido, el banco central tiene un problema de credibilidad. Una institución que exige transparencia debería dar ejemplo.

Este cambio hacia la entrega física es una expresión de la profunda desconfianza hacia los sistemas financieros y una señal de alarma para la estabilidad de los mercados. Porque el oro físico no se puede multiplicar a voluntad. Si de repente todos quieren que se cumplan sus contratos, se corre el riesgo de que se produzca una ola de impagos.

Los reguladores bajo presión: crece la necesidad de actuar

Si la situación se agrava, las autoridades supervisoras se verían obligadas a intervenir. Serían concebibles, por ejemplo, ajustes en los plazos de entrega, mayores requisitos de capital para los bancos con un alto volumen de derivados o incluso restricciones al comercio. Sin embargo, estas medidas requerirían tiempo, un tiempo que podría escasear en una situación de escalada del mercado.

En el «BIS Quarterly Review» [Revisión trimestral del BIS] de marzo de 2025, el Banco de Pagos Internacionales (BPI) analiza los riesgos derivados de los elevados volúmenes de derivados y señala la posibilidad de que, en caso de emergencia, las autoridades supervisoras endurezcan los requisitos de capital o introduzcan restricciones al comercio para garantizar la estabilidad del sistema financiero.

El oro ya no es un refugio seguro

A largo plazo, se plantea la cuestión de si la práctica actual de los préstamos de oro por parte de los bancos centrales sigue siendo adecuada. Si estas operaciones entrañan riesgos sistémicos, habría que establecer límites claros. En la actualidad, muchos bancos centrales prestan su oro a bancos de inversión a cambio de una pequeña cuota de arrendamiento para obtener ingresos adicionales.

Esta práctica se ve confirmada, entre otras cosas, por la encuesta del Consejo del Oro Mundial, que se publica anualmente y en la que se pregunta explícitamente por la práctica del préstamo de oro en la sección «Préstamos y swaps de oro». A la luz de los riesgos señalados por el BCE en su análisis, esta práctica es sin duda una fuente silenciosa, pero arriesgada, de dinamismo del mercado.

El análisis del BCE muestra además que el mercado del oro ha dejado de ser un refugio tranquilo para los inversores y se ha convertido en un sistema altamente complejo con un considerable potencial de perturbación. La combinación de la incertidumbre geopolítica, la opacidad de los mercados, la presión de la entrega física y un mercado de derivados que representa un múltiplo de la cantidad real de oro es extremadamente peligrosa.

Lo que comenzó como una protección contra las crisis podría convertirse en una crisis en sí misma. El oro no es solo un metal brillante, sino también un reflejo de la nerviosidad de una economía mundial cada vez más frágil.

Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Alemania con el título «Gold könnte zur Gefahr werden: EZB warnt vor globalem Finanzbeben»

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