Tras el asesinato de Charlie Kirk, el 10 de septiembre, cuyo impacto resonó en todo el mundo, el periodista sénior de The Epoch Times, Joshua Philipp, se propuso averiguar por qué tantas representaciones públicas de Kirk y de sus ideas parecían contradecir de forma radical lo que él sabía que era cierto.
Esa pregunta llevó a Philipp y a un equipo de periodistas de The Epoch Times a producir un documental titulado «Verdad bajo fuego: el montaje mediático contra Charlie Kirk».
El documental se estrenó el 19 de noviembre y está disponible en línea en la plataforma EpochTV.
Esta producción de 30 minutos «explora lo que sucede cuando la verdad misma se convierte en el objetivo», escribió Philipp. Y, como afirma en el propio documental, revela cómo «Charlie fue el blanco de un sistema ideológicamente opuesto que opera casi con la intención de hacer que la gente tenga miedo de levantarse y alzar la voz».
«Verdad bajo fuego» cuenta la historia de «cómo el coraje de un hombre por defender la verdad le costó la vida», según un vídeo promocional de la película, que presenta el asesinato como una tragedia que inspiró a muchos otros a defender la verdad con más fuerza.
Entre esas personas se encuentra el propio Philipp, de 41 años, que sintió una conexión con Kirk a pesar de ser diez años mayor que él.
Tras el asesinato de Kirk, Philipp declaró en una entrevista con The Epoch Times: «Me di cuenta de que yo también tenía ese miedo… No me gusta hablar con gente que me odia. Y siento que recuperé una parte… de mi determinación». A partir de ahí, su actitud cambió: «Charlie estaba dispuesto a hacerlo. Yo también debería estarlo».
Philipp, que mantuvo alrededor de una docena de encuentros con Kirk en los últimos años, explicó que le inquietaba ver cómo el legado de este estaba siendo «arrastrado por el fango», mientras muchos aceptaban una narrativa falsa que distorsionaba y menospreciaba los principios que defendía. Kirk insistía en la importancia del diálogo respetuoso y en la fe cristiana como guía para la conducta personal.
«Creo que este documental va a ser muy importante para dejar constancia de lo que Charlie Kirk representó realmente… la capacidad de las personas para reunirse y conversar a pesar de sus diferencias», señaló Philipp.
La película incluye entrevistas con algunos de los amigos y asesores más próximos a Kirk, estudiantes universitarios a quienes inspiró y especialistas en desinformación procedentes incluso de lugares tan distantes como Londres.
Ese entramado de desinformación abarca tanto a medios de comunicación como a organizaciones que reciben financiación gubernamental.
La maquinaria de desinformación
Tanto Kirk como Turning Point USA (TPUSA, por sus siglas en inglés), importante movimiento juvenil conservador que cofundó, han sido objeto de campañas de difamación, como muestra el documental.
Las narrativas falsas sobre personas como Kirk se vuelven creíbles cuando las acusaciones parten de «una pizca de verdad», explicó Ronald Rychlak, profesor de Derecho en la Universidad de Mississippi y coautor de un libro sobre cómo la desinformación supone un socavamiento de la libertad, un ataque a la religión y la promoción del terrorismo.
«Toman esos fragmentos y dicen: “Mira, es racista. Mira, es neonazi…”, y los usan políticamente», declaró. «Muy pronto, esa narrativa se difunde; estás creando un monstruo y esperas que ese monstruo cumpla tus objetivos».
Las etiquetas despectivas y las narrativas falsas crean una «realidad virtual», y la vertiginosa comunicación electrónica sumerge a las personas en ella, explicó Ashley Rindsberg, periodista del Reino Unido que critica a los medios de comunicación y analiza la guerra de la información.
Quienes controlan la narrativa la presentan como «realidad política», indicó.
Rindsberg sostiene que una serie de «pequeñas decisiones» está produciendo grandes efectos. Los derechos fundamentales se están erosionando, relató, «y en muchos casos, lo estamos financiando… a través de subvenciones gubernamentales».
Fuentes como Wikipedia describieron a Kirk como «un antisemita, un difusor de desinformación, alguien de lo que llaman “la extrema derecha”», señaló Rindsberg, pero muchas de esas afirmaciones «no tenían ningún respaldo en los medios de comunicación, ni siquiera en la propia Wikipedia».
Con frecuencia, Kirk desafiaba a quienes lo etiquetaban de «racista» o «supremacista blanco» a que señalaran alguna prueba que sustentara esas acusaciones; una y otra vez, eran incapaces de proporcionar ejemplos.
Los críticos, explicó Rindsberg, «simplemente hacen la acusación y dejan que cale», lo que lleva al público a formarse la impresión de que la persona atacada es «un radical que anda por ahí haciendo daño a la gente».
«Están haciendo que parezca alguien que merece que le disparen», añadió Rindsberg.
El propio Johnson, que también formó parte de TPUSA, afirmó que las narrativas falsas son «deshumanizantes» y transmiten una especie de aprobación tácita para eliminar al supuesto extremista.
A su juicio, el asesinato de Kirk —y el intento de asesinato del presidente Donald Trump en 2024, que estuvo a punto de consumarse— son consecuencia directa de narrativas alimentadas por los medios. Tanto él como el cineasta Robby Starbuck aseguran haber sido blanco de múltiples amenazas de muerte creíbles debido a sus opiniones conservadoras.
Corregir las mentiras
Andrew Kolvet, portavoz de TPUSA y amigo cercano de Kirk, dijo a Philipp sobre él: «Charlie no era para nada lo que decían de él… era una persona de buen carácter, amable y generoso… era el mejor de todos nosotros».
Sin embargo, a Kirk lo llamaron «racista» por compartir, por ejemplo, estadísticas precisas sobre delincuencia, señaló Kolvet. Ante ello, Kirk respondía: «No entiendo por qué no podemos decir la verdad. ¿Por qué no podemos al menos ser honestos con los hechos?».
A pesar del aluvión de ataques dirigidos contra él, Kirk decidió: «Voy a promover ideas constructivas con un mensaje centrado en la verdad», explicó Kolvet.
Otro líder de TPUSA, el pastor Rob McCoy, ministro de Kirk, lo elogió por «formar espiritualmente a toda una generación de jóvenes de entre 18 y 30 años». Lo describió como «imparable» y «el hombre más honesto y noble que he conocido en toda mi vida».
La fe cristiana fue la base de todo lo que hizo Kirk, señaló McCoy, incluido el liderazgo de TPUSA cuando tenía solo 18 años; para cuando fue asesinado a los 31, el movimiento se había extendido por todo el mundo y reunía a varios cientos de miles de miembros.
«Fue el misionero más incomprendido de Estados Unidos porque veía la política como una vía de acceso a Jesús», dijo McCoy, y añadió que le recomendó a Kirk mezclar política y religión, algo aceptable y no un tabú.
«Estar frente a la gente lo agotaba por completo… simplemente se desconectaba al final del día».
Aunque Kirk recibió graves amenazas de muerte de forma reiterada, el miedo «nunca lo dominó», señaló McCoy. Solía pedir oraciones durante «momentos espirituales intensos».
Johnson y Starbuck afirmaron que ellos, al igual que Kirk, se niegan a retroceder.
A pesar del asesinato de Kirk y de la inminente posibilidad de que se produzca otro asesinato político, Starbuck dijo que él y otros conservadores «sabemos que tenemos que salir y hacer todo lo posible para contribuir a que el mundo sea un lugar mejor».
«Porque, si no lo hacemos, en esencia estás diciendo: “Dejo el campo libre y entrego el mundo al mal”. Y yo simplemente no puedo hacer eso», subrayó Starbuck.
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times con el título «Verdad bajo fuego: El montaje mediático contra Charlie Kirk, nuevo documental de The Epoch Times».
Cómo puede ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en España y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.