El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 17 de noviembre una resolución redactada por Estados Unidos que respalda el plan de alto el fuego en la Franja de Gaza del presidente Donald Trump, pieza central de la estrategia de Washington para poner fin al conflicto que desde hace dos años enfrenta a Israel con el grupo terrorista Hamás.
Trump felicitó a Naciones Unidas por la votación en una publicación en Truth Social.
«Felicitaciones al mundo por la increíble votación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, hace apenas unos instantes, que reconoce y respalda la Junta de Paz, que presidiré, integrada por los líderes más poderosos y respetados del mundo», escribió Trump.
«Esto pasará a la historia como una de las mayores aprobaciones de las Naciones Unidas, impulsará la paz en todo el mundo y es un momento de verdadera magnitud histórica».
El embajador de Estados Unidos ante la ONU, Mike Waltz, antiguo asesor de seguridad nacional de Trump, afirmó que la resolución es «histórica y constructiva».
«La resolución del 17 de noviembre representa otro paso significativo hacia una Gaza estable que pueda prosperar y un entorno que permita a Israel vivir en seguridad», declaró.
Waltz añadió que la aprobación de la resolución es «solo el comienzo» de los esfuerzos de Estados Unidos para aplicar el plan de Trump y poner fin al conflicto entre Israel y Hamás, iniciado en octubre de 2023.
Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho de veto, se abstuvieron finalmente en la votación de la noche del 17 de noviembre, tras varios días de preocupación por un posible veto de la resolución.
Antes de la votación, Moscú había presentado un borrador alternativo, alegando que el plan estadounidense no refleja adecuadamente los principios jurídicos internacionales vigentes desde hace décadas, incluido el marco de la solución de dos Estados.
Aquel texto establecía términos más claros para el despliegue de un contingente de mantenimiento de la paz y la administración de la Franja de Gaza.
La propuesta estadounidense, aprobada el 17 de noviembre, se anunció por primera vez el 29 de septiembre y se distribuyó en noviembre; respalda el plan de paz de 20 puntos de Trump, denominado Plan Integral para Poner Fin al Conflicto de Gaza.
El plan plantea un enfoque gradual que comenzó con la liberación de los rehenes israelíes y los detenidos palestinos, así como con la ampliación de la ayuda humanitaria para la Franja de Gaza.
En la segunda fase, Hamás estaría obligado a entregar su armamento. Las Fuerzas de Defensa de Israel se retirarían todavía más del enclave, mientras las responsabilidades de seguridad se transferirían a una nueva Fuerza Internacional de Estabilización.
El plan también prevé la creación de un gobierno tecnocrático interino, formado por expertos palestinos e internacionales y supervisado por una Junta de Paz presidida por Trump.
Este organismo transferiría posteriormente la autoridad sobre la Franja de Gaza a una Autoridad Palestina reformada, creando lo que el documento describe como «una vía creíble hacia la autodeterminación y la creación de un Estado palestino».
Un portavoz de la Misión de Estados Unidos ante la ONU declaró el 5 de noviembre que la resolución «acoge con beneplácito a la Junta de Paz y autoriza a la Fuerza Internacional de Estabilización», allanando el camino para «una Gaza más segura y próspera».
El portavoz escribió que Estados Unidos quiere «obtener resultados en la ONU, no discursos interminables» y que los actores regionales habían «aprovechado esta oportunidad histórica para poner fin, por fin, a décadas de derramamiento de sangre».
El 14 de noviembre, Estados Unidos y varios países regionales e islámicos —Qatar, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Indonesia, Pakistán, Jordania y Turquía— emitieron una declaración conjunta en apoyo del proyecto de resolución y pidieron su pronta aprobación.
El Reino Unido, miembro permanente del Consejo, expresó su apoyo un día después, afirmando que era imperativo «aprovechar el impulso» y comenzar ese trabajo cuanto antes.
Oposición de Hamás
Hamás ha mantenido hasta ahora su rechazo al acuerdo.
Antes de la votación, Hamás, que aceptó la primera fase del alto el fuego pero se niega a desarmarse, sostuvo que las enmiendas y los elementos centrales del texto estadounidense «no contribuyen a estabilizar la situación en Gaza», según Al-Aqsa TV, un medio de comunicación afín al movimiento.
El portavoz de Hamás, Hazem Qassem, declaró el 17 de noviembre que el grupo busca una resolución que detenga lo que describió como la «agresión de Israel contra Gaza, Cisjordania y Jerusalén», y afirmó que Estados Unidos «intenta apaciguar a ciertas partes con una redacción no vinculante».
Los Comités de Resistencia Popular, considerados grupo terrorista, afirmaron que el borrador estadounidense sirve para «reforzar el dominio estadounidense-israelí» y constituye «una nueva forma de ocupación israelí», según Al-Aqsa TV.
La organización expresó su rechazo a cualquier despliegue de fuerzas internacionales o extranjeras dentro de la Franja de Gaza y se opuso a lo que describió como supervisión estadounidense de la administración del territorio.
Maher Al-Taher, alto cargo del Frente Popular para la Liberación de Palestina —también considerado grupo terrorista— advirtió de que el peligro de establecer una fuerza internacional en la Franja de Gaza radica en que podría convertir el enclave «en una zona fuera del gobierno palestino», según Al-Aqsa TV.
«La fase de transición podría durar años, lo que supone un grave riesgo y mantendría a Gaza bajo una nueva forma de ocupación», afirmó.
Postura israelí
Israel sostiene que Hamás intenta bloquear el avance del plan de paz de Trump porque la propuesta exige el desarme del grupo.
«Hamás está haciendo todo lo posible por evitarlo», declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Oren Marmorstein, el 29 de octubre. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, comunicó a su gabinete el 26 de octubre que Israel decidiría qué fuerzas internacionales podrían operar en la Franja de Gaza. Un día después, el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, afirmó que el país no aceptaría el despliegue de fuerzas armadas turcas en el enclave.
Según el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, cualquier fuerza internacional de seguridad enviada a la Franja de Gaza en virtud de un acuerdo de alto el fuego debería estar compuesta por países con los que Israel se sienta cómodo.
La Associated Press contribuyó a este informe.
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times con el título «UN Security Council Approves Trump’s Gaza Cease-Fire Plan»
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