China construye misiles y se entrena para la guerra mientras habla de paz con la India

Por Antonio Graceffo
18 de noviembre de 2025 17:13 Actualizado: 18 de noviembre de 2025 17:13

Comentario

Si bien el líder chino Xi Jinping y el primer ministro indio Narendra Modi parecen avanzar hacia una solución fronteriza, el Ejército Popular de Liberación (EPL) continúa intensificando el entrenamiento de combate en alta montaña y ampliando la infraestructura de su Fuerza de Misiles —con capacidad nuclear— a lo largo de la meseta tibetana. Estas actuaciones refuerzan su preparación para un posible conflicto con la India y complican la defensa estadounidense de Taiwán.

A finales de octubre, mandos militares de ambos países celebraron conversaciones sobre la gestión de la frontera en el punto de encuentro de Moldo-Chushul, en el lado indio de la Línea de Control Actual (LAC, por sus siglas en inglés), en Ladakh. Se trata de una de las zonas más sensibles y militarizadas de la frontera entre ambos países, donde el control de los pasos de montaña ofrece una ventaja táctica clave. En sus alrededores han tenido lugar varios incidentes, entre ellos el enfrentamiento del valle de Galwan en 2020.

El Ministerio de Defensa chino calificó las conversaciones de «activas y profundas» y señaló que se centraron en el sector occidental de la LAC. La reunión se produjo tras el primer vuelo directo de pasajeros en cinco años entre Calcuta y Guangzhou, celebrado por las autoridades chinas como una señal de mejora en las relaciones bilaterales. El Ministerio de Asuntos Exteriores indio afirmó que la reactivación del intercambio comercial y diplomático reflejaba una «creciente tendencia hacia la normalización».

Este aparente deshielo tiene su origen en la visita de Modi a Tianjin en agosto, la primera en siete años, durante la cual ambos dirigentes declararon que la India y China son «socios para el desarrollo, no rivales». No obstante, la disputa fronteriza de fondo sigue sin resolución. Además, la India mantiene restricciones a empresas como Huawei y ZTE, mientras que Pekín continúa respaldando a Pakistán. Entre tanto, el EPL prosigue el refuerzo de su entrenamiento en alta montaña y la ampliación de la infraestructura de su Fuerza de Misiles, equipada con armas nucleares, en la meseta tibetana.

China ha estado incorporando a veteranos del Ejército como instructores militares en escuelas tibetanas para entrenar a niños desde los seis años, con el objetivo declarado de formar soldados tibetanos, aprovechando la adaptación natural de la población local a los climas de gran altitud. El EPL considera a los tibetanos un activo importante para las fuerzas armadas en operaciones de guerra de montaña contra adversarios.

La Fuerza de Misiles del Ejército Popular de Liberación (EPL) ha llevado a cabo maniobras de campo y ejercicios con fuego real en la región de Golmud, en la provincia de Qinghai, durante 2024 y 2025. Imágenes satelitales indican que esta fuerza está construyendo una importante base de misiles cerca de Golmud, probablemente bajo la Base 64, lo que representa una expansión significativa de la red de misiles de largo alcance de China en la meseta Qinghai-Tíbet.

La construcción incluye múltiples plataformas de lanzamiento, hangares de gran altura para lanzadores móviles (TEL) y amplias instalaciones de apoyo, lo que sugiere la formación de una nueva brigada de misiles. Los analistas estiman que la base podría albergar entre 24 y 36 lanzaderas, en consonancia con el tamaño de una unidad moderna de la Fuerza de Misiles del EPL, y probablemente estará equipada con misiles DF-26 de alcance intermedio, capaces de efectuar ataques nucleares y convencionales hasta 4000 kilómetros. El emplazamiento de Golmud constituye un punto de lanzamiento estratégico para el despliegue rápido de misiles en el oeste de China y más allá.

Reclutas del Ejército chino se entrenan en una base militar de Xining, en la provincia de Qinghai (China), el 26 de diciembre de 2005. China Photos/Getty Images

Desde 2020, China ha ampliado rápidamente su infraestructura de producción de misiles, sumando más de 21 millones de pies cuadrados (1 950 963 metros cuadrados) de nuevas instalaciones en 136 emplazamientos, según un análisis reciente de CNN. Muchas de estas instalaciones están vinculadas a contratistas estatales de defensa y han reemplazado antiguas tierras de cultivo y aldeas. Imágenes satelitales muestran al Ejército Popular de Liberación (EPL) construyendo nuevos puntos de lanzamiento en la meseta Qinghai-Tíbet, a gran altitud, donde emplaza misiles capaces de alcanzar la frontera norte de la India desde terreno montañoso.

Estos avances reflejan los preparativos del régimen chino para la guerra de montaña, ya que los emplazamientos remotos proporcionarían apoyo de retaguardia y opciones de escalada en cualquier conflicto futuro con la India. La altitud de las bases y el acceso por carretera permiten a China un despliegue y reabastecimiento más rápidos en la meseta, reducen el tiempo de alerta y dificultan la vigilancia. Para Nueva Delhi, esta expansión pone de manifiesto una creciente brecha de capacidades de misiles en el Himalaya y un desafío cada vez mayor para mantener la paridad de disuasión a medida que el EPL consolida su red de misiles a gran altitud.

Según un informe de la Academia China, el analista militar indio Pravin Sawhney sostiene que el Ejército Popular de Liberación lleva unos 40 años de ventaja al Ejército indio tanto en la ciencia como en el arte de la guerra. Atribuye esta brecha a las doctrinas obsoletas de la India y a la rápida modernización de China. Tras décadas de operaciones antiterroristas en Jammu y Cachemira, la cúpula militar india se ha acostumbrado a enfrentamientos a pequeña escala en lugar de a la guerra moderna en múltiples dominios. La India sigue basándose en el obsoleto modelo estadounidense de «Batalla Aeroterrestre» de la década de 1980, mientras que China ha avanzado hacia las «Operaciones Integradas Conjuntas», que combinan la guerra terrestre, aérea, marítima, cibernética, espacial y electromagnética.

Mediante importantes reformas en 2015 y 2024, el Ejército Popular de Liberación (EPL) desarrolló nuevas capacidades en guerra cibernética, operaciones espaciales, guerra electrónica y mando centrado en redes. Estos avances permiten a China atacar los centros de mando, la logística y las comunicaciones de la India, lo que podría facilitar una victoria rápida en sus propios términos. Sawhney concluye que, mientras Pekín está moldeando el futuro de la guerra de alta tecnología y basada en la información, la India sigue atada a paradigmas obsoletos y gestos simbólicos, en lugar de abordar los desafíos estructurales y tecnológicos del combate moderno.

La amenaza se extiende más allá de la India y alcanza a Estados Unidos y Taiwán, ya que, según analistas, estas fábricas producen misiles fundamentales para la estrategia china de negación de acceso y de área (A2/AD), concebida para mantener a raya a las fuerzas navales estadounidenses durante un conflicto en torno a Taiwán. Armas como los misiles de alcance intermedio DF-26 y DF-27 podrían golpear bases estadounidenses y aliadas en el Pacífico occidental y el océano Índico. Desde el punto de vista estratégico, la expansión de Golmud refuerza la capacidad de China para ejecutar un segundo ataque y proyectar disuasión a largo alcance, al tiempo que incrementa la presión sobre las fuerzas de la India y Estados Unidos en la región del Indo-Pacífico.

Los expertos advierten de que esta expansión conlleva graves implicaciones: desde Golmud, el EPL puede atacar bases indias, activos estadounidenses y nodos estratégicos en el océano Índico, lo que otorga a Pekín mayor margen de maniobra para la disuasión y la escalada. Debido a la capacidad dual de los misiles DF-26, se difumina la frontera entre empleo convencional y nuclear, lo que eleva el riesgo de crisis tanto en la línea de confrontación entre China y la India como en posibles choques relacionados con Taiwán.

En conjunto, la base de Golmud subraya el empeño del régimen chino en fortalecer su disuasión hacia el oeste, ampliar el radio de acción de sus misiles y sostener operaciones a gran altitud. Estos desarrollos influirán en la planificación de la defensa en la India, Taiwán y Estados Unidos.

Las opiniones expresadas en este artículo son del autor y no reflejan necesariamente las de The Epoch Times.

Artículo publicado originalmente en The Epoch Times con el título «China Builds Missiles and Trains for War While Talking Peace With India».

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