Francia trata de frenar la entrada del grupo chino JD.com en el accionariado de Fnac-Darty

El Estado francés está desplegando su arsenal de medidas de control sobre las inversiones extranjeras para contrarrestar la entrada del gigante chino JD.com como accionista de Fnac-Darty. Mientras trata de equilibrar la protección de la soberanía con la preservación del empleo industrial, el ministerio apuesta por una estrategia deliberada de disuasión

Por Valentin Solier
21 de noviembre de 2025 08:48 Actualizado: 21 de noviembre de 2025 08:48

El enfrentamiento entre el Gobierno francés y JD.com por la compra, por parte del gigante chino, de una participación en Fnac-Darty, ha puesto de relieve diversos retos económicos y políticos. El Ministerio de Economía está intensificando los mecanismos de control para frenar cualquier intento del nuevo accionista de influir en la gestión y salvaguardar el empleo, la producción nacional y la soberanía del sector de la distribución.

Una entrada indirecta bajo estrecha vigilancia

JD.com, la tercera mayor empresa de comercio electrónico de China, adquirió una participación en Fnac-Darty mediante la compra del grupo alemán Ceconomy, lo que le otorga el 22 % del capital de la cadena francesa de distribución, el segundo paquete accionarial después del de Daniel Kretinsky (29 %). No se trata de una oferta pública de adquisición sobre Fnac-Darty, sino de la compra del paquete accionarial de un socio histórico del grupo, presente en el capital desde 2017, según precisa el canal BFMTV. Esta diferencia, sin embargo, no reduce la vigilancia del Ejecutivo.

En un contexto de tensiones en torno a otros actores chinos de la distribución —Shein y Temu—, el Gobierno exigió de inmediato que JD.com activara un procedimiento de control de inversiones extranjeras. Este mecanismo, que puede extenderse hasta tres meses, responde menos a una obligación reglamentaria que a una estrategia de demora: Bercy busca así disuadir al grupo de ampliar su presencia en Fnac-Darty.

Una estrategia deliberada de disuasión

El Ministerio de Economía y Finanzas francés no oculta que quiere instar a JD.com a vender su participación. «Seremos muy firmes», asegura una fuente de Bercy. «Y estaremos especialmente atentos para garantizar que los electrodomésticos fabricados en Francia sigan produciéndose en suelo francés», informa BFMTV. El ministerio se plantea implicar a Bpifrance, el banco público de inversión francés, para que «presione al grupo chino» y obtenga compromisos adicionales en materia de gobernanza y implantación industrial.

El control de la inversión podría ir acompañado de garantías sobre el empleo y el origen de los productos distribuidos en las tiendas Fnac-Darty. Si bien la maniobra permite ganar tiempo, también busca dejar claro que el aumento de la participación no convierte a JD.com en un actor dominante dentro del distribuidor. Además, el gigante chino no ha obtenido por ahora un asiento en el consejo de administración ni ningún poder de decisión; su influencia se canaliza a través de una estructura intermediaria, aclara el medio especializado Clubic.

Prevenir la influencia china, proteger la soberanía

Las preocupaciones del Gobierno no se limitan al sector de los electrodomésticos: «Fnac Darty comercializa bienes culturales, que no son bienes como los demás», declaró una fuente del Ministerio de Economía y Finanzas (Bercy), según el diario francés Le Figaro. Esto también brinda a Francia la oportunidad de reafirmar, por la vía jurídica, su capacidad para limitar la inversión extranjera cuando están en juego intereses considerados estratégicos.

Incluso sin una adquisición directa, el Estado ha entablado un pulso de poder preventivo para evitar que una entidad extranjera acabe adquiriendo una participación demasiado significativa en el capital de una empresa nacional emblemática.

Un amplio arsenal legal

El Ministerio no se limita a amenazar con medidas administrativas. En el verano de 2024, estos mecanismos ya llevaron a un inversor indio a retirarse de una operación en torno a la farmacéutica Biogaran ante el temor de un veto francés. Permiten no solo bloquear una transacción, sino también impedir que un accionista minoritario ejerza una influencia desproporcionada, en función de la estructura accionarial de la empresa y del porcentaje de socios que participan en las juntas generales.

«Se tiene en cuenta la estructura accionarial de la empresa, en particular la dispersión de su capital y el porcentaje de accionistas que participan en las juntas generales, para determinar hasta qué punto el inversor, incluso uno minoritario, puede ejercer control», explica la Dirección General del Tesoro francés.

Más allá del veto, el Estado puede supeditar su visto bueno al mantenimiento del empleo, a garantías sobre el volumen de producción francesa y a la limitación de la sustitución de marcas locales por productos importados. Los precedentes son numerosos: desde el rechazo de una fusión entre Carrefour y la empresa canadiense Couche-Tard en 2021, hasta la venta de Opella, filial de Sanofi, al fondo estadounidense CD&R, condicionada al mantenimiento de la producción de Doliprane en Francia.

Entre la competitividad y la soberanía: Europa frente al modelo de JD.com

Más que una simple postura defensiva, la llegada de JD.com ilustra la batalla global por la distribución de productos tecnológicos y la velocidad del comercio en Europa.

El competidor chino pretende desplegar su modelo logístico de alta eficiencia en todo el continente, apoyado en la potente plataforma Joybuy.com, ya presente en Europa. Algunos ven este despliegue como un riesgo para la industria manufacturera francesa; otros, como una oportunidad para impulsar la innovación y la competitividad en precios.

Pero para el Ministerio de Economía y Finanzas francés, no es momento de experimentar: el gobierno quiere demostrar que la soberanía económica y la estabilidad industrial siguen siendo una línea roja que no debe cruzarse, ni siquiera en la era de la globalización acelerada por los gigantes del comercio electrónico.

Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Francia con el título «Comment la France veut décourager le chinois JD.com d’entrer au capital de Fnac-Darty».

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