EE. UU. incluye grupos europeos de Antifa en su lista de organizaciones terroristas: cuáles son las implicaciones

Las nuevas declaraciones como organizaciones terroristas extranjeras tienen ramificaciones para los grupos de Antifa con sede en Estados Unidos

Por Janice Hisle y Savannah Hulsey Pointer
4 de diciembre de 2025 17:51 Actualizado: 5 de diciembre de 2025 08:35

Una lista oficial estadounidense de organizaciones terroristas, dominada por grupos yihadistas y un puñado de cárteles, incluye por primera vez a cuatro formaciones europeas de Antifa, algo inédito en más de dos décadas.

La declaración de estos colectivos como organizaciones terroristas extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés) faculta a las autoridades federales estadounidenses para investigar a sus simpatizantes, procesarlos y confiscar sus bienes.

Los grupos europeos añadidos a la lista el 20 de noviembre incluyen a anarquistas italianos que llevaron a cabo una campaña de cartas bomba contra dirigentes de la Unión Europea, un grupo alemán conocido por atacar con martillos a miembros de partidos de derecha y dos organizaciones anticapitalistas griegas.

Las declaraciones reflejan el compromiso del presidente Donald Trump de «erradicar la campaña de violencia política de Antifa», escribió el secretario de Estado Marco Rubio al anunciar la medida el 13 de noviembre.

Antifa, abreviatura de «antifascista», busca silenciar a quienes considera «fascistas» por sus puntos de vista y promete hacerlo «por cualquier medio necesario», un lema habitual del movimiento.

El artículo detalla estos cuatro grupos y cómo, según un exagente de la CIA, la declaración ayuda a la administración Trump a hacer frente a Antifa en territorio estadounidense.

Italia, sede de la «red anarquista más grande del mundo»

Una de las organizaciones anarquistas extranjeras a las que Estados Unidos ha incluido recientemente en la lista tiene su origen en Italia, donde el fascismo surgió en la década de 1920 bajo la dictadura de Benito Mussolini.

El grupo se llama Federación Anarquista Informal, también conocida como Frente Revolucionario Internacional.

La Federación Anarquista Informal «es probablemente la red anarquista más grande del mundo y la que se atribuye el mayor número de ataques», según un informe de marzo de 2024 publicado por el Centro Internacional para la Lucha contra el Terrorismo.

El grupo se ha atribuido la responsabilidad de ataques en Italia, Grecia, España, Alemania, el Reino Unido, Indonesia, Chile, Brasil y México, según el informe.

Desde 2003, la organización ha perpetrado actos de violencia, atentados con explosivos, envíos de cartas bomba y otros ataques contra objetivos que considera «instituciones capitalistas», declaró el Departamento de Estado en una hoja informativa del 13 de noviembre. Aunque opera principalmente en Italia, el grupo tiene «filiales en Europa, Sudamérica y Asia», según la misma hoja informativa.

La Federación Anarquista Informal sostiene que la «lucha armada» es necesaria contra los Estados nación y «la Fortaleza Europa», según el Departamento de Estado.

Policías y manifestantes se enfrentan durante una marcha antifascista y antirracista contra un acto de campaña del partido Liga Norte en la Piazza Duomo de Milán, el 24 de febrero de 2018. Francesca Volpi/Getty Images

En 2014, mientras Antifa crecía a escala mundial, la Academia Militar de West Point, la primera academia militar de Estados Unidos, publicó un perfil de la Federación Anarquista Informal.

El perfil señalaba que la existencia del grupo indicaba que Italia se había convertido en «la cuna de una nueva amenaza que se ha extendido a otros países».


Un informe de West Point de 2014 describía a Italia como el origen de esa nueva amenaza, cuya influencia se expandía más allá de sus fronteras


Para entonces, la Federación Anarquista Informal había sido responsable de «decenas de atentados» a lo largo de 25 años en Italia y otros lugares, una tendencia que las autoridades italianas habían «subestimado», en parte porque los ataques no habían causado víctimas mortales, según el informe de West Point.

Sin embargo, este tipo de «anarquismo insurreccional… se ha convertido en la forma más peligrosa de terrorismo interno no yihadista en el país», añadía el documento.

La Federación Anarquista Informal «mantiene vínculos ideológicos y de solidaridad con grupos anarquistas griegos», concluía.


Grupos anticapitalistas griegos

Autodefensa de la Clase Revolucionaria y Justicia Proletaria Armada son dos organizaciones anticapitalistas con sede en Grecia que recientemente han entrado en la lista.

Ambas se declaran «anticapitalistas» y son conocidas por emplear artefactos explosivos improvisados en ataques contra objetivos del Gobierno griego.

Autodefensa de la Clase Revolucionaria ha expresado abiertamente su solidaridad con la causa palestina en el conflicto con Israel y ha dedicado dos ataques recientes a los palestinos.

En febrero de 2024, un artefacto explosivo tuvo como objetivo el Ministerio de Trabajo griego; las autoridades evacuaron la zona y no se registraron heridos.

En abril de 2025, Autodefensa de la Clase Revolucionaria se atribuyó la responsabilidad de ese ataque y también de una explosión en las oficinas de Hellenic Train, alegando que su preocupación por la seguridad ferroviaria motivó la acción.

Miembros de la unidad antiterrorista de la policía griega inspeccionan la zona frente a las oficinas de Hellenic Train tras la explosión de una bomba en Atenas, el 11 de abril de 2025. El Departamento de Estado de EE. UU. declaró a los grupos Autodefensa de la Clase Revolucionaria y Justicia Proletaria Armada, con sede en Grecia, organizaciones terroristas extranjeras. Aris Oikonomou/SOOC/AFP vía Getty Images.

El otro grupo griego, Justicia Proletaria Armada, se atribuyó la responsabilidad de un intento de atentado con bomba en una comisaría de policía en Atenas, en 2023.

En una publicación en un sitio web anarquista, el grupo declaró: «Tuvieron suerte esta vez, no será así la próxima. Dedicamos nuestra acción a quienes han sido asesinados, torturados, golpeados y violados por la policía griega».

La «Banda del martillo» de Alemania

Tras la expansión del antifascismo en Italia, algunos grupos alemanes se convirtieron en pioneros de la corriente antifascista organizada; Alemania suele considerarse la cuna del movimiento Antifa tal como se conoce hoy. Ello se debe en parte a que allí surgieron las banderas y otros símbolos que aún se utilizan, junto con el método de protesta del «bloque negro», en el que los participantes visten máscaras y ropa negra para evitar ser identificados.

Un grupo conocido como «Antifa Ost» («Antifa este», en alemán) destaca entre los cuatro nuevos declarados organizaciones terroristas extranjeras, en parte por sus métodos.

Antifa Ost, apodado «Hammerbande» («Banda del martillo», en alemán), agrede a sus víctimas con martillos. Los ataques se han llevado a cabo a plena luz del día, como muestran vídeos difundidos en línea.

Siete miembros de Antifa Ost comenzaron a ser juzgados en Alemania el 25 de noviembre por intento de asesinato y otros cargos. Entre 2018 y 2023, el grupo atacó a personas a las que consideraba fascistas, según informaron los fiscales alemanes.

Sin embargo, en el momento en el que se la declaró organización terrorista extranjera, las autoridades alemanas minimizaron la amenaza que Antifa Ost podía representar.


La designación estadounidense de Antifa Ost como organización terrorista extranjera se produjo después de que Hungría decidiera imponer la misma etiqueta al grupo


La portavoz del Ministerio del Interior alemán, Sarah Frühauf, declaró a la prensa que los líderes de Antifa Ost y sus miembros más violentos se encontraban detenidos o encarcelados.

El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Meyer, afirmó que Washington actuó sin la influencia de Berlín al declarar al grupo organización terrorista.

En 2023, la indignación se extendió entre los húngaros tras la acusación contra miembros de Antifa Ost por herir a nueve personas en una concentración de derechas en Budapest, calificada de «extremista» por la prensa europea. Al menos una de las víctimas era un transeúnte que fue elegido como objetivo por llevar ropa con estampado de camuflaje, lo que lo señalaba como un posible fascista para los atacantes, según informó Hungary Today.

Manifestantes sostienen banderas y pancartas de Antifa durante una marcha revolucionaria del Primero de Mayo en Berlín, el 1 de mayo de 2025. La administración Trump declaró al grupo alemán Antifa Ost organización terrorista extranjera; también se le conoce como «Hammerbande», que en alemán significa «Banda del martillo».. Odd Andersen/AFP vía Getty Images

El procesamiento de una sospechosa, la ciudadana italiana Ilaria Salis, se interrumpió en 2024 tras obtener un escaño en el Parlamento Europeo, lo que le otorgó inmunidad.

Una cuenta en redes sociales con el nombre «antifaost» afirma en su perfil: «Acción contra la extrema derecha en el este de Alemania. ¡Nunca más fascismo!».

¿Qué facultades otorga la declaración como FTO?

En pocas palabras, la declaración de un grupo como organización terrorista extranjera (FTO, por sus siglas en inglés) prohíbe a cualquier persona en Estados Unidos mantener relaciones comerciales con esa organización o proporcionarle apoyo material o recursos.

Esta declaración se basa en lo dispuesto en la Sección 219 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad y en la Orden Ejecutiva 13224.

La declaración se adoptó después de que en septiembre el presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva que calificaba a Antifa como «organización terrorista nacional».

El decreto de Trump instaba a las agencias a «investigar, desarticular y desmantelar todas y cada una de las operaciones ilegales, especialmente aquellas que involucran acciones terroristas, llevadas a cabo por Antifa o cualquier persona que afirme actuar en nombre de Antifa».


«Con el cambio de año, se darán a conocer varios procesos e investigaciones muy justos». (Kash Patel, director del FBI)


El director del FBI, Kash Patel, declaró a The Epoch Times: «Junto con nuestros socios del Departamento del Tesoro, estamos rastreando el dinero, desmantelando toda esta red y tratando a estos grupos como organizaciones terroristas, al amparo de las facultades que nos ha otorgado el presidente. Con el cambio de año, se darán a conocer varios procesos e investigaciones muy justos».

Un manifestante de Antifa lanza una bomba de humo hacia agentes federales frente a las oficinas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Portland, Oregón, el 5 de octubre de 2025. John Fredricks/The Epoch Times

La Antifa estadounidense «conectada con la Antifa extranjera»

J. Michael Waller, exagente de la CIA y actual analista sénior del Centro de Política de Seguridad, afirmó que las declaraciones de Trump sobre la FTO han «impulsado la lucha contra el extremismo violento interno mediante la aplicación de las rigurosas leyes federales existentes».

«Estos grupos extranjeros y la Antifa estadounidense están en contacto entre sí», declaró a The Epoch Times. «Existen distintos grados de colaboración. La declaración de estos grupos como FTO otorga a las autoridades locales más herramientas para reprimir a los extremistas nacionales de maneras que ya se han resuelto judicialmente».

Si bien las leyes federales definen qué es una FTO, no existe una definición equivalente para «organización terrorista nacional». Esta calificación podría ser impugnada judicialmente.

«Sin embargo, limita el uso de la peligrosa etiqueta “contrarrestar el extremismo violento”, que atenta contra la libertad de expresión y se originó durante la presidencia de Barack Obama», afirmó Waller.


«La Antifa estadounidense está interconectada con la Antifa extranjera, de modo que esta es una vía para aplicar las leyes sobre apoyo al terrorismo extranjero contra los grupos terroristas radicados en Estados Unidos». (J. Michael Waller, analista sénior del Centro de Política de Seguridad)


La etiqueta de «terrorista nacional» empleada por Trump se apoya en leyes que definen el terrorismo, mientras que la de «extremismo violento» acuñada en la era Obama carecía de ese respaldo legal. Por lo tanto, esta última podría aplicarse con facilidad de forma «aleatoria y arbitraria», afirmó.

En conjunto, ambas etiquetas —«terrorista nacional» y «extremista»— debilitan a los grupos con sede en Estados Unidos.

«La Antifa estadounidense está interconectada con la Antifa extranjera, de modo que esta es una vía para aplicar las leyes sobre apoyo al terrorismo extranjero contra los grupos terroristas radicados en Estados Unidos», afirmó Waller.

Algunas personas tienen ideas equivocadas sobre Antifa, añadió. Muchos observadores asumen que el fascismo es algo negativo y, por extensión, como estos grupos se autoproclaman «antifascistas», se tiende a pensar que «deben de ser buenos», explicó Waller, y que las protestas violentas o descontroladas son fruto de la «frustración juvenil».

«No solo están ahí para romper ventanas… Su objetivo es derrocar a nuestro gobierno», afirmó, quizá una ciudad cada vez.

Antifa emplea tácticas y una ideología propugnadas por el dictador ruso Josef Stalin, según Waller.

En el periodo posterior a la Primera Guerra Mundial, el objetivo de la Antifa alemana, fundada en 1932 bajo la influencia de Stalin, era «expulsar» a los centristas políticos y polarizar la nación. Los comunistas se alinearon con los anarquistas por un lado y se opusieron a los nazis por el otro. Esa polarización fue lo que llevó al poder al dictador alemán Adolf Hitler, señaló.

El Congreso de Unidad de Antifa en el teatro de la Ópera Filarmónica de Berlín, organizado por el Partido Comunista de Alemania en respuesta al ascenso de Benito Mussolini en la década de 1920, en Berlín el 10 de julio de 1932. Dominio público

Ramificaciones futuras

Waller calificó las declaraciones como FTO de «una medida realmente inteligente» para evitar que los seguidores de estos grupos difundan propaganda en Estados Unidos o ingresen en el país. La declaración también bloquea el acceso a cuentas bancarias nacionales.

Según Waller, es esencial que Trump adopte medidas para frenar a Antifa.

«Hay que acabar con esto ya», declaró. «No puede tener una presidencia exitosa y dejarnos heredar este desastre».

Cinco recientes declaraciones de culpabilidad en una causa por terrorismo de Antifa en Texas reforzarán los futuros procesamientos, según Waller.


Antes de las órdenes de Trump, el FBI «no tenía motivos para monitorear», ni siquiera detectar, las células de Antifa, afirmó Waller


«[En esa causa, el Departamento de Justicia] colaboró con grupos externos para formular una definición muy precisa y legalmente infalible de lo que es Antifa como organización, no solo una idea nebulosa como nos habían hecho creer», explicó.

Waller calificó esa estrategia de «brillante».

Con esos acuerdos de culpabilidad, «el Departamento de Justicia acaba de demostrar legalmente que [Antifa] es una organización», afirmó, una definición que podría haber llevado años establecer en los tribunales.

Otros acusados aún enfrentan cargos en esa causa, que se originó en un enfrentamiento en julio en un centro de detención de inmigrantes; un agente recibió un disparo, pero sobrevivió.

El presidente Donald Trump (centro) preside una mesa redonda sobre Antifa en el Comedor de Estado de la Casa Blanca el 8 de octubre de 2025. La declaración como organización terrorista extranjera se produjo tras la orden de Trump de septiembre que catalogó a Antifa como organización terrorista nacional. Jim Watson/AFP vía Getty ImagesAntes de las órdenes de Trump, el FBI «no tenía motivos para monitorear», ni siquiera detectar, las células de Antifa, afirmó Waller.

Las directrices de Trump cambiaron esa situación.

«Esta es una orden presidencial prioritaria para ellos, y de repente hay mucho interés en ella», señaló, al subrayar que se trata «solo del comienzo de un plan estratégico a muy largo plazo y muy bien pensado».

Jan Jekielek contribuyó a este informe.

Artículo publicado originalmente en The Epoch Times con el título «Letter Bombs and Hammer Attacks—US Adds European Antifa Groups to Terror List»

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