Tres días después del atentado terrorista en un festival religioso judío en Sídney, 21 heridos seguían hospitalizados.
Al mediodía del miércoles (hora local), cinco de ellos se encontraban en estado crítico y cuatro, estables, según las autoridades sanitarias del estado australiano de Nueva Gales del Sur. Se desconocía si el más joven de los dos atacantes figuraba en ese balance.
El atacante será interrogado por primera vez
Los investigadores prevén interrogar hoy al único atacante superviviente. Naveed Akram, el presunto autor, herido por las fuerzas de seguridad, salió ayer del coma. Los investigadores esperan que el joven de 24 años preste declaración y aporte nuevos datos sobre el atentado, que dejó 15 muertos.
Akram y su padre abrieron fuego contra la multitud que celebraba en la playa Janucá, la fiesta judía de las luces, el domingo. Mataron a 15 personas e hirieron a decenas más.
El padre, de 50 años, murió abatido por la policía en el lugar de los hechos, y su hijo fue detenido y trasladado al hospital con heridas de bala que pusieron en peligro su vida.
Los autores ya estaban en el radar de la policía
Las autoridades consideran confirmado que los autores tenían vínculos con la organización terrorista Estado Islámico (EI). Según la información oficial, en el coche del hijo se hallaron varios artefactos explosivos y dos banderas caseras del EI.
Según el primer ministro Anthony Albanese, el servicio de inteligencia interior australiano investigó al entonces adolescente hace seis años por presuntos vínculos con una célula del EI en Sídney. «Varios medios australianos han pedido explicaciones sobre la concesión al padre de una licencia de armas de fuego en 2023, pese a que su hijo ya había estado en el radar de los investigadores antiterroristas».
La coordinación de los cuerpos de seguridad, bajo escrutinio
«Necesitamos analizar lo ocurrido en 2019, cuando este hombre fue investigado, y las conclusiones que se extrajeron entonces», declaró Albanese a ABC News Radio. A su juicio, es necesario revisar el conjunto del dispositivo, incluida la coordinación entre los servicios de inteligencia, las fuerzas de seguridad y la policía.
Desde entonces, ha trascendido que los dos atacantes pasaron un mes en Filipinas poco antes del ataque y que, según una investigación de medios australianos, recibieron «entrenamiento de tipo militar» en la isla de Mindanao.
El EI mantiene actividad en Filipinas a través de grupos yihadistas locales. Según las autoridades de inmigración de Manila, el padre era de la India y residía en Australia; el hijo nació en Australia.
Funeral del rabino, primera víctima mortal del terrorismo
Mientras tanto, fue enterrada la primera de las 15 víctimas. El funeral del rabino Eli Schlanger se celebró esta mañana en el centro comunitario judío Jabad (Chabad) de Bondi, a aproximadamente un kilómetro del lugar del ataque.
Según informaciones de prensa, el hombre, de 41 años, era padre de cinco hijos, entre ellos un recién nacido. A su funeral asistieron numerosas figuras políticas, entre ellas el ex primer ministro Scott Morrison.
Australia debate ahora las consecuencias del ataque. En los próximos días y semanas, previsiblemente se revisarán diversos aspectos.
Además de las leyes de armas —ya comparativamente restrictivas— que el Gobierno pretende endurecer, el debate alcanza a la actuación de la policía y los servicios de inteligencia, la política migratoria, las medidas contra el antisemitismo y los programas sociales y educativos dirigidos a combatir el odio y la incitación.
La ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Penny Wong, instó a sus conciudadanos a hacer frente al terrorismo desde la unidad social. «Este ataque se inspiró en una ideología que pretende dividirnos», declaró a la ABC. «Por lo tanto, lo más importante que podemos hacer como país es mantenernos unidos».
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Alemania con el título « Bondi Beach: Attentäter soll erstmals vernommen werden – Weiter 21 Verletzte im Krankenhaus».
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