Las declaraciones coincidentes del canciller federal Friedrich Merz en la conferencia de prensa «Republica» y en el «WDR Europaforum» el lunes 26 de mayo llamaron la atención. En ambas ocasiones, Merz afirmó en mesas redondas que ya no existían «restricciones de alcance» para el uso de las armas suministradas a Ucrania.
Según esto, los dirigentes de Kiev podrían ahora atacar «objetivos militares en el interior de Rusia». No hay directrices al respecto ni por parte de Alemania, ni de Francia, Gran Bretaña o Estados Unidos.
Merz confirma la supresión de la restricción de alcance: «Consenso en la coalición de voluntarios»
Merz no quiso dar más detalles sobre hasta qué punto esto significa que Alemania suministrará ahora también los misiles de crucero «Taurus», de gran alcance. Sin embargo, afirmó que su declaración sobre la ausencia de restricciones de alcance era consensuada dentro de la «coalición de voluntarios». El 10 de mayo, el canciller se reunió en Kiev con el primer ministro británico, Keir Starmer, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro polaco, Donald Tusk.
Al mismo tiempo, Merz afirmó que es el presidente ruso, Vladímir Putin, quien considera «una debilidad» las ofertas de diálogo. Según Merz, tras las últimas tres semanas, ya no se puede acusar «seriamente» a él, a Macron y a Starmer de «no haber agotado todos los medios diplomáticos disponibles».
Con ello aludía a la exigencia, acompañada de amenazas y ultimátums, de que Rusia aceptara un alto el fuego incondicional de 30 días. En su opinión, esta oferta era lo máximo que se podía hacer «sin llegar al punto de izar la bandera blanca, rendirse y entregar el país a Rusia».
El Kremlin sospecha que Occidente tiene segundas intenciones con su exigencia de alto el fuego
Rusia había rechazado la oferta. Por un lado, le molestaba que se le diera un ultimátum y, por otro, teniendo en cuenta el comportamiento de los Gobiernos de Londres, Berlín y París, se da por sentado que estos no aspiran a una paz duradera. En el Kremlin se sospecha que el alto el fuego por parte de los partidarios europeos de Ucrania tiene como objetivo suministrarle nuevas armas.
Como prueba adicional de que solo se trata de una maniobra para ganar tiempo, se consideró una declaración del ministro de Defensa belga, Theo Francken, la semana anterior en Bruselas. En el marco de una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa de la UE, este declaró, según RBC-Ukraina:
«Estamos dispuestos, como parte de la coalición de los decididos —junto con Gran Bretaña y Francia— a actuar en territorio ucraniano inmediatamente después de la conclusión del alto el fuego».
En Rusia, esta declaración se interpretó como un anuncio de que se aprovecharía el alto el fuego para invadir Ucrania con tropas de los países de la UE y del Reino Unido. Aunque hasta ahora siempre se ha dicho que tal intervención serviría para estabilizar la situación tras el fin de la fase activa de las hostilidades, Francken no precisó a qué tipo de presencia militar se refería.
Merz no necesita una resolución del Bundestag para el suministro de Taurus
No es necesaria una resolución formal del Bundestag para el suministro de misiles de crucero «Taurus». Durante la coalición semáforo, la Unión presentó dos veces una moción para forzar el respaldo a tal medida. En ambas ocasiones fracasó por la disciplina de coalición.
Entretanto, la Unión podría contar con el apoyo de los Verdes para una moción idéntica, pero ello supondría una carga para la coalición con el SPD. Su antiguo canciller, Olaf Scholz, siempre ha subrayado su rechazo a levantar las restricciones al alcance de los ataques ucranianos contra Rusia. Esto supondría la participación directa de Alemania en la guerra.
La decisión sobre el suministro la toma el Consejo Federal de Seguridad y, por lo tanto, el Gobierno federal. Este órgano se reúne en secreto y está compuesto por el canciller federal y los ministros más importantes. La competencia normativa recae en Merz, quien ha frenado el debate en varias ocasiones afirmando que quiere «discutir menos sobre sistemas de armamento concretos».
Stegner considera que aún queda mucho margen diplomático
El lunes, un portavoz del Ministerio Federal de Defensa volvió a afirmar que el tema estaba «totalmente sobrevalorado». Según él, en el debate existe una «concentración inadecuada en un sistema de armas concreto». Por el contrario, la vicepresidenta del grupo parlamentario de Los Verdes, Agnieska Brugger, acogió con satisfacción las declaraciones de Merz en la «Red Editorial Alemana» (RND por sus siglas en alemán) como «lógicas y esperadas». Instó al canciller a suministrar ahora también los misiles de crucero solicitados por Kiev.
Por el contrario, el diputado del SPD Ralf Stegner declaró al mismo grupo de medios que algunas excepciones en cuanto al alcance eran razonables. Sin embargo —en general— consideraba «incorrecto todo lo que amplía la guerra». Las declaraciones públicas como las de Merz «no son útiles». Stegner cree que aún no se ha agotado el margen para iniciativas diplomáticas.
Las críticas también provienen del grupo parlamentario de izquierda. Su presidente, Sören Pellmann, declaró que la «guerra de agresión rusa» es «un crimen terrible». Sin embargo, el suministro de armas cada vez más numerosas y pesadas no ha puesto fin a la guerra. Por el contrario, la supresión de las restricciones de alcance para el suministro de armas amenaza con «una nueva escalada».
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times con el título «Merz für Angriffe ins russische Hinterland – Reichweitenbeschränkungen offenbar aufgehoben»
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