Obligados a alinearse con la agenda climática europea, unos 1400 rebaños de vacas —de un total de cerca de 2.000 en Dinamarca— comenzaron a incorporar a la ración diaria un aditivo químico —Bovaer— diseñado para reducir las emisiones de metano y considerado seguro tanto para los animales como para los consumidores. Pero entre 30 y 40 ganaderos afirman haber observado vacas aletargadas, con menor apetito y una caída en la producción de leche.
«En casos excepcionales, se ha tenido que sacrificar a las vacas», dijo la Asociación Danesa de Ganaderos, según el medio especializado Agriland el 5 de noviembre.
Esto está sucediendo porque el rumen, que es donde las vacas digieren el alimento y donde el químico actúa para inactivar las reacciones enzimáticas que producen el metano, simplemente «deja de funcionar».
«Esto nos preocupa enormemente. El bienestar animal no debe verse comprometido», declaró Ida Storm, del Consejo Danés de Agricultura y Alimentación, según Farmers Weekly. Al mismo tiempo, Storm añadió que «nos sorprende, ya que ninguna investigación ni ensayo a gran escala ha indicado problemas».
El ministro danés de Alimentación, Agricultura y Pesca, Jacob Jensen, confirmó que algunos agricultores están informando problemas relacionados con el uso de Bovaer. «Por supuesto, me tomo esto muy en serio, y la Administración Veterinaria y Alimentaria Danesa está siguiendo el asunto de cerca».
Desde Noruega, la empresa Norsk Melkeråvare —filial de la cooperativa láctea TINE SA que recoge, calidad y distribuye la leche de las granjas noruegas— anunció el 12 de noviembre de 2025 que pondría en pausa temporal el uso del aditivo Bovaer en las explotaciones lecheras del país, «a la espera de obtener más información sobre las causas de los casos de enfermedad en algunas explotaciones danesas», según su comunicado.
Imposición nacional del «pienso climático»
El 1 de enero de 2025, a los ganaderos de Dinamarca con más de 50 vacas se les impuso ajustar la dieta alimentaria para reducir las emisiones de metano, ya sea aumentando el contenido de grasa durante todo el año o agregando al alimento, durante 80 días al año el aditivo para piensos Bovaer, reductor de metano, según Agriland.
Ante los problemas en algunas vacas, la Asociación Danesa advirtió que «muchos agricultores, contrariamente a las normas, han reducido la dosis a aproximadamente la mitad, y la producción continúa entonces de forma razonable».
La agrupación señaló que se opone a administrar productos químicos a las vacas, pero que, al estar obligada a cumplir el requisito legal, aceptó su aplicación con la condición de que los ganaderos sean compensados tanto por el coste del producto como por los posibles problemas de salud que pudiera generar. «Desde hace tiempo existían críticas aisladas al uso obligatorio de Bovaer, pero solo ahora, al observar efectos claros en algunas explotaciones, políticos, veterinarios y otros actores han empezado a reaccionar», añadió.
En cuanto a la alternativa de añadir grasas a la alimentación, la entidad explicó que «solo unos pocos ganaderos la utilizan durante todo el año», y que no se han reportado problemas de salud significativos ligados a esta práctica, aunque advirtió de que la dosis exigida —48 g de ácidos grasos por kilogramo— está cerca del límite considerado excesivo.
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Bovaer, apodado por algunos como el «pienso climático», saltó a la primera plana en enero después de que algunos consumidores del Reino Unido anunciaran un posible boicot a los supermercados que vendieran leche procedente de vacas alimentadas con este aditivo químico. La polémica estalló tras conocerse que el producto se estaba introduciendo, en fase de prueba, en varias granjas británicas.
En aquel momento, empresas lácteas del Reino Unido —incluidas Yeo Valley Organic y diversas lecherías orgánicas locales— afirmaron que «los componentes principales de Bovaer no figuran en la lista de productos o compuestos aprobados» y que, por tanto, «su uso no estaría permitido según las normas de producción ecológica ni en la agricultura orgánica».
Un producto nocivo para la inhalación y los ojos
En 2022 la agencia europea EFSA, dijo que a petición de la Comisión Europea, se les solicitó un dictamen científico sobre la seguridad y eficacia de Bovaer® tras lo cual concluyó que «era seguro para las vacas lecheras a la dosis máxima recomendada». Sin embargo, advirtió que «no pudo pronunciarse sobre la seguridad del aditivo para otras especies o categorías animales» aparte de las investigadas.
El Panel también concluyó que la sustancia activa del aditivo, 3-NOP, «puede ser nociva por inhalación». Además, «es irritante (pero no corrosiva) para la piel e irritante para los ojos».
«Dado que la genotoxicidad del 3-NOP no se ha dilucidado por completo, la exposición por inhalación del aditivo podría representar un riesgo adicional para el usuario».
Un estudio publicado en septiembre de 2024, dice que el pienso climático en vacas Holstein hizo que bajara el metano cerca del 18–19 % y en las vacas Brown Swiss, solo el 3–8 % según el indicador.
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Investigación danesa y noruega
La Administración Danesa de Alimentos y Veterinaria (DFVA) afirmó estar al tanto de que algunos ganaderos han informado de algunos casos de vacas enfermas y puso en marcha una encuesta a los agricultores, dijo Agriland. La DVFA, pidió a la Universidad de Aarhus que lleve a cabo una investigación sobre el asunto.
«Esta investigación incluye muestras biológicas de granjas lecheras relevantes. Dado que estas muestras deben ser analizadas y los resultados evaluados, el informe científico de esta investigación se publicará más adelante».
Johnny Ødegård, director de Norsk melkeråvare, filial de la empresa de productos lácteo Tine en Noruega, aseguró que realizarán «una nueva evaluación sobre la reanudación del uso de Bovaer en enero o antes si la situación lo justifica».
Mientras tanto, Tine señaló que la empresa noruega MetanHUB continúa probando otros piensos que reducen las emisiones de metano, «convencidos de su importancia en la lucha contra el cambio climático».
Un estudio de investigadores de MetanHUB había declarado que en Noruega Bovaer reduce las emisiones de metano hasta un 25 %, sin afectar negativamente la calidad de la leche ni la salud animal y que ha permitido ahorrar hasta la fecha más de 1000 toneladas de emisiones de CO₂
El pienso climático puede utilizarse en toda Europa
Como aditivo de piensos autorizado por la UE en 2021, Bovaer puede utilizarse en todos los Estados miembros, España incluida, sin una segunda autorización nacional.
Un equipo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ- Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)), Granada, realizó ensayos con animales en 2021, para probar la eficacia de Bovaer, y describió que este compuesto molecular inhibe la actividad de los microorganismos estomacales responsables de las emisiones de metano.
El CSIC defendió que el aditivo, que contiene la molécula 3-nitrooxypropanol (3-NOP), responsable de la actividad anti-metanogénica, había sido desarrollado durante unos 10 años de investigación.
Según la compañía DSM Nutritional Products Ltd, del Reino Unido, que ha solicitado las autorizaciones del producto, Bovaer «se ha utilizado durante tres años en explotaciones agrícolas a escala comercial en todo el mundo».
Aunque probablemente muchos consumidores no se han enterado, actualmente se incluye en la alimentación diaria de más de 500 000 vacas en más de 25 países (incluidos Brasil, México, Chile, Corea del Sur, Países Bajos, Bélgica, Francia, España, Reino Unido y Rumania), afirma DSM.
«Está disponible para su venta en 70 países», añade DSM, que solicitó un permiso a la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido, en 2021, el que fue autorizado en 2023
El 5 de diciembre de 2024, el blog de la Agencia de Normas Alimentarias del Gobierno del Reino Unido reconoció, que el aditivo para piensos llamado Bovaer, «que reduce las emisiones de metano», «se está probando para reducir las emisiones de metano de las vacas lecheras y ayudar a combatir el cambio climático».
Rechazo en el Reino Unido

El grupo Animal Rising criticó el pienso climático calificándolo de «falsa solución» que podría llevar a la gente a creer que pueden seguir consumiendo carne sin consecuencias.
La asociación Pasture for Life también se opuso al uso de suplementos supresores de metano en la alimentación de rumiantes, afirmando que ninguna granja certificada por Pasture for Life puede utilizar aditivos para piensos, como Bovaer, y debe alimentar a su ganado exclusivamente con pastos y forraje, tal como se define en sus estándares.
Canada dice que los ganaderos no lo adoptan porque cuesta 50 centavos por vaca al día, según Farmers Forum.
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