De cara a la cumbre UE-CELAC, en la que se reunirán los 33 países de Iberoamérica y el Caribe con una Unión Europea interesada en alcanzar acuerdos sobre minerales críticos como el litio y el cobre, el Parlamento Europeo expresó su preocupación por la participación de tres regímenes autoritarios: Cuba, Nicaragua y Venezuela. Estos países, aliados tradicionales de Rusia, han representado durante décadas algunos de los desafíos más graves en materia de derechos humanos en la región. ¿Qué es la CELAC y cuáles son sus orígenes? A continuación, lo explicamos.
El impulso bolivariano y castrista en los orígenes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) permitió, en 2011, la creación de un bloque con Cuba como participante, que buscaba integrar a todos los países de América, con la exclusión de Estados Unidos y Canadá. A pesar de las importantes diferencias que a menudo dificultan la adopción de una agenda común, el grupo intenta imponerse en las próximas negociaciones con la Unión Europea.
Yaxys Cires, abogado conocido por su labor en el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, declaró a Epoch Times España que «el régimen cubano siempre ha valorado su participación en foros internacionales, que después utiliza a lo interno del país como factor de legitimación. En ellos mantiene una presencia política y diplomática muy activa. También se ha acercado a los Brics y a la Unión Económica Euroasiática».
«Pero, más allá de estar en esos espacios y usarlo para la propaganda y lograr pequeñas cosas, todo eso tiene muy poca sustancia. Ya ahí todos se conocen y que sepamos, salvo el chavismo, nadie quiere convertirse en mecenas de La Habana».
En diciembre de 2008, el entonces presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, previendo algunas perspectivas de cambio, lideró el 16 y 17 de diciembre tres cumbres presidenciales simultáneas, un hecho histórico que llamó I Cumbre de la Unidad: el Grupo del Río (15 países), Mercado Común del Sur (MERCOSUR), formada por cuatro países y varias naciones asociadas, y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), de 12 países.
También lideró una cuarta cumbre que se formó en esos días: América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC) que más adelante se uniría al Grupo de Río para llamarse CELAC. En este encuentro se le abrieron las puertas a Cuba, un país largamente excluído en la región por su dictadura comunista. En 1982 fue designado como patrocinador del terrorismo por el Departamento de Estados de EE. UU. por «su larga historia de proporcionar asesoramiento, refugio, comunicaciones, entrenamiento y apoyo financiero a grupos guerrilleros y terroristas individuales».
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, impulsó la entrada del régimen de La Habana en el bloque político de la región, con frases como «Cuba es la esencia del corazón y de la dignidad de los pueblos de América Latina y el Caribe» y «los Estados Unidos ya no mandan», además de vociferar «¡Viva Cuba! y ¡Viva Fidel!», según un análisis del Instituto Elcano. Apenas unos días antes, el 13 de diciembre, Chávez recibió a Raul Castro e Caracas.

Chávez lo hizo junto con los países de la llamada Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), que él lideraba con el respaldo precisamente de Cuba. Sus miembros eran entonces Bolivia, del sindicalista Evo Morales, por el que pesa hoy una orden de detención por trata de menores; Nicaragua bajo la dictadura de Daniel Ortega; Honduras de Manuel Zelaya, quien salió del poder acusado de narcotráfico; Cuba de los hermanos Castro y Ecuador de Rafael Correa, actualmente prófugo de la justicia.
A las cuatro cumbres organizadas por Lula en el balneario brasileño de Costa do Sauípe, en el estado de Bahía, asistieron todos los presidentes, menos el colombiano Álvaro Uribe y el peruano Alan García, según el Instituto Elcano.

Esto sucedió un mes después de las elecciones de Estados Unidos en noviembre de 2008, que dieron el triunfo a Barack Obama, a quien Lula da Silva llamaba «compañero» porque en los años ochenta asistió como alumno en el programa «reinventando la democracia», de Mangabeira Unger, el izquierdista brasileño que más tarde fue ministro de Asuntos Estratégicos de Lula.
La designación de Cuba como patrocinador del terrorismo fue revocada por Obama en 2015. El presidente estadounidense entabló relaciones diplomáticas con sus líderes, pero en 2021, el Secretario de Estado de EE. UU. aplicó nuevamente la designación, señalando que la Habana «había brindado apoyo reiterado a actos de terrorismo internacional durante los seis años transcurridos desde la revocación».
«Invocando los protocolos de negociación de paz, Cuba rechazó la solicitud de Colombia de extraditar a 10 líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) residentes en La Habana, después de que este grupo se atribuyera la responsabilidad del atentado con bomba en una academia de policía de Bogotá en 2019, que dejó 22 muertos y 87 heridos», según el reporte del Departamento de Estado.
Las cuatro cumbres de Lula, según los analistas marcaron «(1) el fortalecimiento del liderazgo de Lula (2) la plena incorporación de Cuba al sistema latinoamericano; (3) la realización de una Cumbre de esta naturaleza sin el tutelaje ni de EE. UU. ni de la UE; (4) la creación de una alianza continental sin EE. UU. ni Canadá; (5) la aprobación del Consejo Sudamericano de Defensa y el Consejo Sudamericano de Salud) y (6) la posibilidad de actuar como bloque en el G-20».

Para Chávez, el Consejo Sudamericano de Defensa, una idea ya analizada previamente, constituía «un cuerpo político, un gran salto adelante». De su lado, Brasil, percibía a la alianza como la antesala de los «Estados Unidos de América del Sur»; mientras que Lula insistía en que una Sudamérica unida movería «el tablero del poder en el mundo», según un estudio de la Universidad de Lisboa.
La Cumbre en Brasil también propuso «promover la cooperación e intercambio en la industria de defensa». Con ello se pretendía adentrarse en temas sensibles, como el «estimular el intercambio en cuestiones de formación y capacitación militar, facilitar procesos de entrenamiento conjunto entre las Fuerzas Armadas y promover la cooperación académica entre los centros de estudio de la defensa», de acuerdo al Instituto Elcano.
«Soplan nuevos vientos en América Latina y están brotando viejas ideas que se creían enterradas. La idea de Bolívar, la idea de una América Latina unida, la idea del socialismo brotan de nuevo con fuerza en esta tierra. Brota de nuevo la idea del socialismo que se creía desterrada. El socialismo no ha muerto. Está más vivo que nunca. El que está muerto es el capitalismo», dijo entonces Chávez.
En 2010, Chávez, y el nuevo presidente chileno, el empresario Sebastián Piñera, fueron los copresidentes del foro encargado en elaborar las constituciones de CELAC en un acto presidido por el líder de Cuba, Raúl Castro.
Presidida por el presidente bolivariano, CELAC se declaró creada en 2011, como sucesora del Grupo de Río y la CALC.
El grupo toma decisiones a nivel de Jefes de Estado, ministros, coordinadores nacionales, reuniones técnicas y la llamada Troika Ampliada, un cuarteto formado por el presidente de la CELAC anterior, el actual y el próximo más el presidente de los líderes del Caribe, CARICOM. Troika es un término ruso que representa el trineo de tres caballos.
La primera Troika de Cancilleres de la CELAC se formó con el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Cuba, Venezuela. Este último representado por Nicolás Maduro, quien años después, y hasta la fecha, lidera una de las dictaduras más sombrías de Hispanoamérica, que ha obligado a unos siete millones de personas abandonar el país y al resto dejarlos sumidos en la pobreza, al menos en un 86 % de los casos, según un reciente estudio del Observatorio Venezolano de Finanzas.
CELAC busca ser la voz de América ante Europa, pero sin EE. UU. y Canadá
Chile asumió la presidencia pro tempore de CELAC después de Venezuela y realizó la primera Cumbre en Santiago. Se estableció un acuerdo para proporcionar un foro de cooperación con China, fortalecer los lazos con la India, las reuniones con la Federación Rusa, la República de Corea, el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, Turquía, tomamos nota del progreso en el diálogo sobre integración regional.
La República de Cuba asumió la presidencia en 2013, con la misión de coordinar la implementación de la Declaración y el Plan de Acción de Santiago.
De acuerdo con CELAC, esta ejerce su función de portavoz ante otros países y bloques regionales. Esto incluye el diálogo de la CELAC con la Unión Europea, con la que ha realizado tres cumbres, en 2013, 2015 y 2023. Ahora la Unión Europea se prepara para la próxima que será en Colombia, en noviembre de 2025.

Para la Unión Europea, EU-CELAC es una asociación estratégica que reúne 60 países de ambas partes y que aporta un comercio total de 369 millones de euros en bienes y servicios y significa una inversión en la región de 694 000 millones de euros.
Sin embargo, el comercio y las inversiones está impulsados más que nada a través de Mercosur, con 144 500 millones de euros y la inversión europea de 344 000 millones de euros. También hay un importante comercio con países como México, de 95 000 millones de euros y que significa para la UE una inversión de 199 000 millones de euros, o con los países de Caribe (Cariforum) de 26 000 millones de Euros y una inversión de 129 000 millones de euros, seguidos en comercio con la Comunidad Andina, América Central y Chile.
El 17 y 18 de julio de 2023, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel, nominado presidente, encabezó la delegación cubana que asistió a la III Cumbre CELAC-UE.

Durante la Cumbre, el líder cubano se quejó de que se desarrollaran cumbres o negociaciones paralelas a CELAC en las que no estaba incluida Cuba e indicó que esas no tendrían éxito «con el ascenso en América Latina y el Caribe de gobiernos progresistas».
Tratando de sostener a CELAC como un interlocutor válido, Díaz-Canel afirmó que ahora existe «una correlación de fuerzas más favorable a nuestros pueblos».
«La CELAC en este momento está más consolidada que nunca» como interlocutor de Nuestra América, según el medio oficial del comité central del PC cubano, Gramma.
Díaz-Canel sostuvo también un encuentro con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. «Para que nuestras transformaciones ecológicas y digitales prosperen, necesitamos un programa de inversiones ambicioso. Necesitamos asociaciones para ejecutar proyectos transformadores que promuevan los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París», declaró Charles Michel en la ceremonia inaugural de la cumbre .
Tras la última cumbre, ambas partes establecieron diálogo para organizar la Alianza digital, una reunión anual sobre drogas, otra sobre Euroclima, un programa contra el crimen organizado (PACCTO 2.0) lanzado en Panamá, una reunión anual sobre Amazonia en Colombia, un programa de Inclusión e igualitarismo y COP 16, entre otros.
Se destaca «en preparación», una semana de cine juvenil europeo e hispanoamericano con un enfoque de género y diversidad, así como un «Seminario sobre intereses e iniciativas bi-regionales comunes en seguimiento a las COP29, COP 16 y las acciones climáticas y género-transformadoras, como parte de los Diálogos UE-América».
De cara a la próxima EU-CELAC: Regímenes autoritarios, China y los minerales críticos

De cara a la cumbre EU-CELAC de 2025, el Europarlamento destacó su preocupación de que «Rusia ha firmado varios acuerdos de cooperación militar con países latinoamericanos en las últimas dos décadas».
«Los aliados tradicionales de Rusia en América Latina y el Caribe son tres regímenes autoritarios: Cuba, Nicaragua y Venezuela. En última instancia, Rusia también intenta fortalecer las relaciones con otros países más allá de sus aliados tradicionales, en particular con Bolivia, Brasil y El Salvador», añadió.
También cita a Human Rights Watch, diciendo que Hispanoamérica, «en particular Cuba, Nicaragua y Venezuela, enfrenta algunos de los desafíos más graves en materia de derechos humanos en décadas, y la región sigue siendo una de las más desiguales del mundo».
También menciona «la preocupación por el posible impacto externo de la legislación del Pacto Verde Europeo, referente al Reglamento sobre Deforestación en las exportaciones a la UE; y el enfoque de la UE en materia de sostenibilidad y derechos humanos».
Pero, desde la perspectiva de la UE, dice que la región latinoamericana es clave, no solo políticamente y económicamente «sino también como proveedor estable de fuentes de energía renovables y minerales críticos como el litio y el cobre, cruciales para la transformación de la economía global».
«Los acontecimientos geopolíticos han hecho aún más urgente intensificar las relaciones entre la UE y la CELAC: China se ha convertido en un actor dominante (…) y hoy en día es un fuerte competidor para la UE y Estados Unidos (EE. UU.)».
La Cumbre UE-CELAC fue algunos de los temas tratados por el ministro de Asuntos Exteriores de España, Luis Albares con su homóloga colombiana, Laura Sarabia, el 13 de marzo y con el comisario europeo de Asociaciones Internacionales, Jozef Síkela, el 5 de mayo.
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