¿Fue el rescate de Plus Ultra un acto de corrupción transnacional orquestado por el régimen de Nicolás Maduro, facilitado por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y ejecutado por el gobierno de Pedro Sánchez?
Esta pregunta no sólo captura la esencia de un caso —al menos hasta ahora— enigmático, sino que también pone en el centro del debate las implicaciones éticas y legales de una operación que podría haber beneficiado a intereses extranjeros a costa de los fondos públicos españoles.
En 2018, Plus Ultra solo contaba con dos aviones, no había reportado beneficios económicos y su cuota de mercado era del 0,1 %.
Tres años después, el gobierno de Pedro Sánchez rescataba a la aerolínea por un monto de 53 millones de euros tras considerarla «relevante y estratégica».
¿Cómo una aerolínea tan insignificante en el mercado español pudo recibir una ayuda millonaria? La respuesta se dirige hacia Caracas.
Las fuertes sospechas de que el rescate se utilizó para blanquear oro venezolano se basan —entre otros— en informes de la Fiscalía Anticorrupción de España, que detectaron indicios de que la operación fue una tapadera para lavar dinero proveniente del régimen de Maduro.
¿Cómo funcionó este mecanismo espurio? ¿Cuál fue el rol de Rodríguez Zapatero? ¿Cómo se «cocinaron» los detalles de este rescate? Y, sobre todo, ¿quién es el protagonista clave de esta historia que podría revelarlo todo?
Veamos.
Oro venezolano, aviones y cuentas offshore: La receta del blanqueo perfecto
El mecanismo del presunto blanqueo involucraba la venta de oro del Banco de Venezuela a través de una red criminal que operaba en varios países europeos, utilizando Plus Ultra como vehículo para transferir fondos a cuentas offshore.
Según la Fiscalía Anticorrupción, la aerolínea habría realizado transferencias a cuentas extranjeras vinculadas a esta red, con conexiones en Venezuela, Francia y Suiza. Además, se habrían utilizado cuentas offshore en Panamá y contratos ficticios con Emiratos Árabes Unidos.
«Plus Ultra figura como firmante y beneficiaria de unos presuntos contratos de préstamo con tres sociedades de la organización criminal, implicadas en las ventas de oro, y esos contratos dan cobertura, a su vez, a las correspondientes devoluciones por parte de la sociedad española Plus Ultra, en fechas consecutivas a la recepción de la ayuda pública, a cuentas en el extranjero de sociedades que forman parte de la organización criminal», señala el escrito presentado por Anticorrupción en la Audiencia Nacional el 21 de octubre del año pasado.
Parte de estos recursos estarían relacionados con irregularidades en la venta de oro del Banco de Venezuela y en el programa estatal de distribución de alimentos CLAP.
La Fiscalía Anticorrupción entendió que este mecanismo «constituye indicio de una defraudación al Estado».
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«El fin era legitimar esos fondos», señala al respecto la periodista de investigación Maibort Petit advirtiendo que la justicia aún no se ha expedido sobre este presunto esquema que podría «reflejar ese negocio oscuro».
¿Quiénes eran los dueños de Plus Ultra? Principalmente un grupo de inversores vinculados a redes de corrupción.
Puntualmente, Snip Aviation controlaba el 47,23 % de Plus Ultra en el momento del rescate. Esta empresa está vinculada a Camilo Ibrahim Issa, un empresario venezolano de origen árabe conocido por su rol en el comercio de oro y otras actividades económicas en Venezuela.
En diálogo con The Epoch Times España, Maibort Petit resalta que Issa aparece en las investigaciones como «pieza central» de la red de Plus Ultra y confirma que el empresario es «cercano —pero muy cercano— a [la vicepresidente venezolana] Delcy Rodríguez y de forma indirecta a [la primera dama venezolana] Cilia Flores».
Maibort Petit es politóloga y periodista de investigación. Es de origen venezolano, pero desde hace varios años reside en Estados Unidos. Posee una trayectoria significativa en el análisis del crimen organizado transnacional, particularmente en el contexto del régimen venezolano.
«En Venezuela estamos gobernados por un régimen criminal cuyos tentáculos en el ámbito transnacional son muy fuertes. Esa es la vía que suele utilizar el régimen para operar negocios oscuros y redes financieras que terminan no dejando rastro pero que a veces aparecen y lo vemos en el caso Koldo», señala Petit resaltando la conexión Caracas-Madrid.
«Hay que poner el ojo en esa forma de sacar el oro de contrabando y llevarlo para Moscú o cambiarle la designación porque eso siempre lo ha hecho el régimen», afirma describiendo que este modus operandi comenzó con la llegada de Hugo Chávez al Palacio de Miraflores.
La periodista, que dirige el portal Venezuela Política y el popular canal de YouTube Sin Filtros, recuerda que el rescate de Plus Ultra se dio prácticamente al mismo tiempo que el primer gobierno de Donald Trump en Estados Unidos comenzaba a aplicar las sanciones al régimen de Maduro.
¿Ayuda de Estado o ayuda a amigos?
El 22 de julio pasado, Dolors Montserrat, vicepresidente del Grupo del Partido Popular Europeo y secretaria general del PPE, envió dos preguntas parlamentarias a la Comisión Europea.
En la primera, solicita una auditoría específica del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE), centrada en el caso de Plus Ultra, sugiriendo un posible fraude vinculado al uso de fondos del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia.
Montserrat señaló en su presentación que «diversas informaciones apuntan a una posible manipulación política en la concesión de fondos públicos a Plus Ultra, calificándola de «empresa estratégica» sin cumplir los criterios objetivos habituales».
En la segunda, interroga sobre el cumplimiento de los artículos 107 y 108 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), que regulan las ayudas de Estado, argumentando que Plus Ultra es una empresa de relevancia marginal en el mercado nacional y que no cumplía con los criterios objetivos exigibles para ser considerada estratégica.
Esta acusación no solo pone en el centro del debate al gobierno de Pedro Sánchez, sino también a José Luis Rodríguez Zapatero, quien —según Montserrat— podría haber mediado en el rescate a través de su influencia en el PSOE y su cercanía con el régimen de Maduro.
«José Luis Rodríguez Zapatero fue el que empujó la cosa allá en España y eso creó un entorno favorable para que se produjera la operación financiera que les dio los 53 millones de euros», señala Petit al respecto aclarando que el expresidente podría haber tenido un «rol político clave» en el rescate.
Zapatero: ¿el mediador en problemas?
«A la luz de las revelaciones sobre la mediación del expresidente Rodríguez Zapatero ante el entonces ministro José Luis Ábalos —actualmente imputado por corrupción— para favorecer a la aerolínea Plus Ultra, urge esclarecer si la concesión de 53 millones de euros del FASEE respetó el marco jurídico europeo», reza el texto presentado por Montserrat.
En efecto, las sospechas sobre la intervención de Zapatero en el rescate de la aerolínea se han intensificado tras las recientes declaraciones del exministro Ábalos, que en el momento de la operación lideraba la cartera de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y que hoy se encuentra procesado en el denominado caso Koldo.
En declaraciones recientes, Ábalos ha sugerido que, tal como se sospechaba, Zapatero podría haber ejercido presión para que se aprobara el polémico rescate.
«Yo me enteré del tema Plus Ultra en el Consejo de Ministros», indicó el exdirigente del PSOE en una entrevista con El Confidencial publicada el 23 de julio pasado, desligándose de su involucramiento directo con Zapatero en relación a Plus Ultra.
«Posiblemente [José Luis Rodríguez Zapatero] se reunió con un alto cargo del Ministerio [para hablar del rescate de Plus Ultra]», matizó. Según reportes, Ábalos se refirió implícitamente al entonces secretario de Estado de Transportes, Pedro Saura, un funcionario «muy próximo» a José Blanco, hombre cercano de Zapatero y quien ocupara la misma cartera que Ábalos entre el 2009 y 2011.
No obstante, en la misma entrevista Ábalos reconoció que se reunió con el expresidente para almorzar en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. «Era una comida en general, con un expresidente que ya se estaba moviendo por América Latina», expresó.
Esta juego de palabras ha generado más preguntas que respuestas, especialmente porque investigaciones periodísticas han documentado reuniones entre Zapatero y Ábalos en el Ministerio de Transportes para discutir el rescate.
Por ejemplo, el 16 de julio, The Objective informó que Zapatero se reunió con Ábalos para pedir el rescate de Plus Ultra. De acuerdo con testigos citados por la publicación, el entonces asesor y mano derecha de Ábalos, Koldo García, se encontraba en el lugar y desde una sala contigua, habría dicho: «Estos se van a forrar con Plus Ultra».
Un testaferro en la sombra
Zapatero ha sido un mediador clave en la crisis venezolana desde 2018, manteniendo una relación cercana con Maduro y con quien es considerado uno de los máximos responsables del lavado de dinero venezolano: Alex Saab.
La vinculación del expresidente socialista con el presunto testaferro de Maduro, Alex Saab, se hizo evidente cuando actuó como «caballero de honor» en su liberación —de una cárcel de Estados Unidos— en diciembre de 2023, lo que ha generado sospechas sobre su conocimiento de las operaciones de blanqueo de dinero.
«Zapatero y Saab se reunieron varias veces en Venezuela y [Zapatero] actuó como facilitador de su defensa y mediador para el régimen de Maduro», declara Petit aclarando que la intervención del dirigente del PSOE no se realizó de forma oficial en nombre del gobierno español porque «ese proceso se llevó a oscuras —como todo lo que hace Zapatero—».
La periodista venezolana infiere que en el fondo la mediación de Zapatero no fue para proteger per se a Alex Saab «sino a las operaciones que éste representaba porque este tipo fue clave en muchas de las operaciones», entre ellas, el rescate de Plus Ultra y la red transnacional en la que estaba involucrada la empresa.
Ábalos: ¿el jugador clave?
Asimismo, Ábalos ha sido un protagonista central en la conexión con Venezuela. En enero de 2020, quedó expuesto en el denominado «Delcygate», cuando intervino para que la entonces canciller venezolana pudiera continuar su viaje tras su paso por España sin que pudiera ser detenida por las sanciones que enfrenta por parte de la Unión Europea.
Un año después llegaría el rescate de Plus Ultra. Ante el escándalo público, el entonces ministro y su equipo negaron haber tenido injerencia en la operación. Sin embargo, poco después, luego de filtraciones de la prensa, Ábalos reconoció que su personal aconsejó rescatar a Plus Ultra, aunque afirmó que él no sabía nada al respecto.
Los años pasaron y el caso Koldo —que llevó a Ábalos a caer en desgracia— volvió a traer a escena las irregularidades del rescate a Plus Ultra y la implicación de Zapatero y otros altos dirigentes del PSOE en la oscura maniobra.
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«Está dispuesto a contar episodios como el rescate de Plus Ultra», ha comentado el mes pasado Esteban Urreiztieta, subdirector de El Mundo, matizando que el ex número 3 del PSOE continúa definiendo cuál va a ser su estrategia integral para abordar su complicada situación en la justicia.
José María Olmo, jefe de Investigación de El Confidencial, habló con Ábalos días atrás y tras entrevistarlo aseguró que «queda claro que está dispuesto a hablar sobre el papel de Zapatero […] y que tiene información relevante, incluso penalmente».
La disposición de Ábalos a colaborar con Anticorrupción podría ser un punto de inflexión en el caso. Si decide revelar detalles sobre el rol de Zapatero, Sánchez y otros miembros del gobierno, podría desatar un escándalo de proporciones aún mayores.
«Tengo una voluntad tremenda de colaborar», ha dicho públicamente en las últimas horas el exfuncionario exponiendo su aparente intención de llegar a un acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción.
Cabe recordar que Ábalos ya ha demostrado su disposición a «soltar» información clave. En mayo reconoció que fue él quien filtró a la prensa mensajes de WhatsApp que comprometen al mismísimo Pedro Sánchez y que ha puesto en alerta a la Moncloa. El exdiputado, que fue expulsado del PSOE en junio, dijo estar «dolido» con su partido afirmando que se siente como «un mono de feria» y «como la pelota a los que todos golpean».
«Ahí hay mucha complicidad y muchas mentiras y verdades juntas», analiza Maibort Petit vaticinando que, en caso de hablar, Ábalos no sólo quedaría completamente aislado del PSOE, sino que enfrentaría «un riesgo político y personal porque revelar detalles sensibles lo expone a represalias por parte de Zapatero, el chavismo y su red de aliados».
«A lo mejor tiene esa carta bajo la manga, pero todavía no la ha sacado», reflexiona.
Entonces, ¿Ábalos podría revelar información comprometedora sobre Zapatero y otros involucrados, a cambio de una reducción de su pena en prisión? ¿O sus últimas declaraciones meramente forman parte de su táctica legal y política?
Lo cierto es que si alguien sabe algo de lo que pasó es el exfuncionario de 65 años y por eso todo indica que, apretado por el cerco que lo rodea, podría convertirse en el jugador clave y menos pensado en esta oscura trama llamada Plus Ultra.
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