La trata de seres humanos se esconde detrás de la desaparición de miles de niños en Francia

Por Germain de Lupiac
3 de junio de 2025 21:30 Actualizado: 3 de junio de 2025 22:55

En 2024, Francia registró 38 477 denuncias de desaparición de menores, según el Informe 2024 sobre la desaparición de menores en Francia, publicado el 25 de mayo por la Fundación Droit d’Enfance, lo que supone 105 niños desaparecidos cada día.

Detrás de esta cifra, que supone un descenso del 6,2 % con respecto a 2023, se esconde una realidad alarmante: la trata de niños que afecta a los menores más vulnerables. Este fenómeno, a menudo relacionado con fugas y desapariciones preocupantes, afecta especialmente a las niñas y a los menores no acompañados (MNAS).

La trata de niños y la pedocriminalidad están íntimamente relacionadas, ya que la primera suele servir de mecanismo para alimentar la segunda.

Una lacra oculta en las estadísticas

La trata de niños es un tema tabú en Francia. El informe de 2024 sobre la desaparición de menores puso de manifiesto la relación entre la explotación sexual y la desaparición de menores. De las 38 477 denuncias registradas en 2024, el 95 % se refieren a fugas (36 553 casos), el 3,4 % a desapariciones preocupantes (1305 casos) y el 1,6 % a sustracciones parentales (619 casos).

De estas cifras, el 4 % de los casos seguidos por el número de teléfono «116.000 Niños Desaparecidos» implican una sospecha o una confirmación de explotación sexual, un porcentaje que asciende al 30 % en el caso de las niñas fugadas.

La trata de niños suele ocultarse bajo la clasificación de fugas, que se consideran salidas voluntarias y, por lo tanto, menos prioritarias. Sin embargo, los menores fugados —en particular los más jóvenes— son presas fáciles para las redes criminales.

El informe señala un aumento preocupante de los menores fugados de 15 años, algunos de ellos de tan solo 11 años. Este rejuvejecimiento de los perfiles aumenta su vulnerabilidad frente a los depredadores que se aprovechan de su desorientación, su aislamiento o su necesidad de protección.

En 2024, los Juegos Olímpicos de París han amplificado estos riesgos. El informe menciona un posible «efecto JO», caracterizado por un aumento de los casos de prostitución de menores en las grandes aglomeraciones —especialmente en París— debido a la afluencia de visitantes y a la mayor exposición de los jóvenes en situación de precariedad. Este fenómeno pone de relieve la necesidad de una mayor vigilancia durante los grandes eventos internacionales.

Las caras de la trata de niños

La trata de niños adopta diversas formas, pero la explotación sexual es la más visible en las denuncias. Las niñas fugadas, a menudo procedentes de entornos vulnerables o de centros de asistencia social a la infancia (ASE), son especialmente vulnerables.

El informe de 2024 de la Fundación Droit d’Enfance (Fundación Derecho de los Niños) destaca que el 30 % de las adolescentes atendidas por el «116.000» por fugas repetidas se han enfrentado a situaciones de explotación sexual. Estos casos incluyen la prostitución forzada, el reclutamiento a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería, y la explotación por parte de proxenetas que se aprovechan de menores en estaciones de tren, centros urbanos o zonas turísticas.

Los menores no acompañados (MNAS) —a menudo adolescentes migrantes (MENAS) que llegan a Francia sin familia— son otra población en riesgo. En 2024, el «116.000» informó de un aumento de las desapariciones entre estos jóvenes, muchos de los cuales huyen de los centros de acogida. Estos menores —a menudo sin recursos ni redes de apoyo— son objetivos privilegiados de las redes de trata, que los explotan para actividades ilegales como el tráfico de drogas, los hurtos o la mendicidad forzada.

La explotación económica, aunque menos documentada, también es una realidad. Los menores se ven obligados a trabajar en condiciones indignas, especialmente en talleres clandestinos o redes de mendicidad organizada. Estas formas de trata son especialmente difíciles de detectar, ya que a menudo implican redes transnacionales.

Ejemplos concretos

El «116.000» denuncia varios casos concretos de trata de niños y delitos contra menores.

En 2024, una adolescente de 14 años —acogida en un centro de Marsella— se fugó en varias ocasiones antes de ser encontrada en un apartamento alquilado por una red de proxenetismo. Reclutada a través de una aplicación de mensajería, había sido atraída por promesas de dinero fácil para escapar de su situación.

En 2024, un caso destacado en Lille involucró a un niño de 13 años, que se había fugado tras un conflicto familiar y fue contactado a través de un juego en línea por un adulto que lo incitó a producir imágenes explícitas bajo la amenaza de revelar su identidad. Este tipo de chantaje, o sextorsión, está en aumento y alimenta el mercado de la pornografía infantil.

Los menores no acompañados —a menudo adolescentes migrantes— son objetivos privilegiados. En 2024, un joven afgano de 16 años —que había llegado a Francia sin familia— desapareció de un centro de acogida en Calais. Dos meses después fue encontrado en Ámsterdam, donde una red criminal le había obligado a participar en actividades de prostitución.

En Burdeos, una adolescente de 15 años —fugitiva crónica— fue encontrada en una red de prostitución tras varios meses sin contacto con su familia. Manipulada por un «novio» que conoció en Internet, fue atraída con promesas de amor antes de ser explotada.

Los orígenes de la trata de niños

Las fugas, que representan el 95 % de las desapariciones, son a menudo el punto de partida de la trata de menores en Francia. Las razones de las fugas son diversas: conflictos familiares, maltrato, presión escolar, trastornos psicológicos o incluso la influencia de las redes sociales. Con fugitivos con una proporción cada vez mayor de menores de 15 años— aumenta su vulnerabilidad. Estos jóvenes, que a menudo buscan autonomía o huyen de situaciones de angustia, se ven rápidamente expuestos a entornos peligrosos.

Las deficiencias del sistema de protección de la infancia también desempeñan un papel clave. Los menores acogidos en centros o familias de acogida representan una proporción significativa de los fugitivos. En 2024, el «116.000» señala que las fugas repetidas son frecuentes en estos contextos, debido a la falta de seguimiento individualizado o a estructuras de acogida inadecuadas. Para los MNA, la situación es aún más crítica: muchos desaparecen del radar nada más llegar a Francia.

Por último, la revolución digital ha transformado los métodos de las redes de trata. Las plataformas en línea, aunque son muy valiosas para la sensibilización y la búsqueda de personas desaparecidas, también son herramientas para los depredadores. Los jóvenes, a menudo poco conscientes de los peligros, son abordados a través de las redes sociales o aplicaciones de citas, donde son manipulados con promesas de dinero, amor u oportunidades ilusorias.

Los retos estructurales para luchar contra la trata de niños

La lucha contra la trata de niños se enfrenta a varios obstáculos estructurales. En primer lugar, la falta de denuncia de los casos es un problema importante. La trata suele ocultarse bajo otras calificaciones, como fugas o delitos menores, lo que dificulta su identificación. Las fuerzas del orden —aunque están movilizados— a veces carecen de formación específica para reconocer los indicios de trata, especialmente en casos de fugas repetidas o desapariciones inquietantes.

El informe de 2024 de la Fundación Droit d’Enfance también destaca la falta de coordinación entre los diferentes actores. La policía, la justicia, los servicios sociales de atención a la infancia y asociaciones como el «116.000» suelen trabajar de forma aislada, lo que ralentiza las investigaciones y el acompañamiento de las víctimas.

Por ejemplo, la recalificación de una fuga como desaparición preocupante depende de criterios subjetivos, y los plazos para activar dispositivos como la Alerta Secuestro pueden ser demasiado largos para prevenir la explotación.

Por último, la dimensión transnacional de la trata complica los esfuerzos. Las redes criminales suelen operar a escala internacional, lo que hace que las investigaciones sean complejas y costosas. El informe señala que el 47 % de los secuestros parentales implican un traslado al extranjero, y los casos de trata siguen una lógica similar, con menores trasladados fuera de las fronteras para escapar de las autoridades.

Iniciativas en la lucha contra la trata de niños

El «116.000 Niños Desaparecidos» —como número de emergencia europeo— desempeña un papel fundamental en la lucha contra la trata de niños. Accesible las 24 horas del día —los 7 días de la semana— ofrece apoyo psicológico, jurídico y social a las familias, al tiempo que coordina los esfuerzos con las autoridades. En 2024, la unidad de atención telefónica tramitó cientos de casos de presunta trata, en particular de prostitución infantil.

La Fundación Droit d’Enfance, que gestiona el «116.000», reforzó su red PARÉ (Piloter et Animer un Réseau d’acteurs mobilisés contre la prostitution des enfants) [Dirigir y animar una red de actores movilizados contra la prostitución infantil], creada en 2021. Esta red agrupa a asociaciones, instituciones y profesionales para identificar a los menores en situación de riesgo y ofrecerles un acompañamiento adecuado. En 2024, PARÉ ha permitido formar a trabajadores sociales y fuerzas del orden para reconocer los signos de explotación, al tiempo que ha desarrollado programas de reinserción para las víctimas.

La sensibilización de la opinión pública es otro eje prioritario. El informe de 2024 revela que el 25 % de los franceses considera que un menor que se ha fugado «no está realmente» en peligro, un desconocimiento que frena la movilización colectiva. Para remediarlo, el «116.000» ha puesto en marcha iniciativas como el juego «Le parcours des bons réflexes» (El recorrido de los buenos reflejos) en la página web 25mai.fr, destinado a niños de entre 6 y 12 años, y un espacio dedicado a los adolescentes con consejos para evitar situaciones de riesgo.

A nivel internacional, se está intensificando la cooperación. Con 32 países europeos que disponen de una línea «116.000», se están realizando esfuerzos para armonizar las prácticas y facilitar el intercambio de información. La traducción del sitio web del «116.000» al inglés, prevista para 2025, tiene por objeto hacer accesibles los recursos a las familias no francófonas y a los socios internacionales.

Las causas profundas de la trata —pobreza, malestar, disfunciones familiares, falta de protección— también deben abordarse de forma preventiva. Es prioritario reforzar el sistema de protección de la infancia, en particular para los menores tutelados y los menores extranjeros no acompañados. Del mismo modo, en un mundo cada vez más conectado, es esencial regular los espacios digitales para limitar los riesgos de reclutamiento en línea.

Para denunciar una desaparición o una sospecha de trata, llame al «116.000», número de emergencia gratuito disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Más información en www.116000enfantsdisparus.fr.

Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Francia con el título «Derrière la disparition d’enfants en France, l’ombre de la traite des êtres humains et de la pédocriminalité»

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en España y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.