Los médicos se reunieron el 13 de junio con un masivo respaldo a la huelga convocada por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) para pedir al Ministerio de Sanidad dirigido por Mónica García que tome nota de su rechazo al borrador del Estatuto Marco con el que se pretende regular la profesión del colectivo.
La huelga, que contó con el apoyo de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), se acordó el 10 de junio, después de que el Ministerio de Sanidad publicara en su página web un resumen del último borrador del Estatuto. La CESM argumentó que con este resumen el Ministerio dejó de lado información clave de los problemas que tiene el colectivo y en cambio, lanzó «una campaña de desinformación en redes sociales con el único fin de desmovilizar a los facultativos».
La Confederación acusó a Sanidad de «aspirar a ocultar, con omisiones y medias verdades, el maltrato a los facultativos que esta norma perpetúa».
La Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid dijo a The Epoch Times que el nuevo documento no solo no contempla las peticiones solicitadas previamente, sino que su situación termina «empeorando».
Uno de los principales reclamos de AMYTS, en coordinación con la Agrupación por un Estatuto Médico y Facultativo (APEMYF), que agrupa a 16 asociaciones y sindicatos, fue la revisión de la situación profesional del colectivo médico. Solicitan establecer una clasificación única y diferenciada que reconozca su formación especializada y la alta responsabilidad que asumen en el cuidado de los pacientes, aspectos que no se reflejan en la clasificación actual. Esta diferenciación debería aplicarse tanto en el ámbito organizativo como en el retributivo.
«Ese es uno de los empeoramientos que propone la modificación del borrador, que es mezclar categorías al basarse sencillamente en un tema de educación que viene desde Europa, que es el MECES y el MECU», dijo el portavoz de AMYTS a The Epoch Times España.
En su borrador, Sanidad menciona que «se ha decidido incorporar un nuevo modelo de clasificación basado en el MECU (Marco Español de Cualificaciones para el Aprendizaje Permanente) y en el MECES (Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior)».
Sin embargo, la asociación sostiene que «hay que tener en cuenta también la responsabilidad y las exigencias para ejercer desde nuestro punto de vista», refiriéndose a la responsabilidad médico-paciente que es única.

La huelga fue apoyada por la Agrupación por un Estatuto Médico y Facultativo que además convocó a una concentración frente al Congreso a las 10 de la mañana.
Varios centenares de profesionales asistieron al encuentro masivo, dijo la AMYTS en X.
Durante la manifestación, los médicos reclamaron la falta de regulación de las guardias médicas, muchas de las cuales son nocturnas. Este es otro punto clave que están negociando con Sanidad.
«No son guardias, es esclavitud», alegó el colectivo en X.
«La guardia médica no se contabiliza como hora ordinaria», dijo el portavoz de la AMYTS. Las retribuciones de estas horas «están muy por debajo de la hora ordinaria y eso desde luego está así, concretamente desde el Estatuto Médico del 2003».
«Las comunidades han ido mejorando un poquito las horas de guardia, pero en todas ellas, incluso en las que mejor están, siguen por debajo de la hora ordinaria. En el caso de Madrid se suma que creo que somos los antepenúltimos. Justo un poquito mejor que Ceuta y Melilla».

Lo que pide el colectivo es que se reconozca «la totalidad del tiempo trabajado del médico de igual manera a como se hace con el resto de trabajadores. Suprimir el concepto de jornada de guardia como un tipo de jornada que no es ni ordinaria ni extraordinaria, con los condicionantes de obligatoriedad y retribución por debajo de la jornada ordinaria».
En este trabajo no se está considerando «la penosidad, riesgo, nocturnidad y festividades», así como la necesidad de «establecer descansos proporcionales a las alteraciones físicas y mentales producidas por dichas peculiaridades».
Otro de los puntos que los médicos piden como prioridad es «preservar la relación, compromiso y responsabilidad con el paciente, con una dotación de personal médico y facultativo, tiempos de dedicación por paciente, medios materiales/tecnológicos, acceso al conocimiento y espacios físicos, adecuados a la excelencia en la atención sanitaria que se debe dispensar a la ciudadanía».
Además, solicitan garantizar desde la incorporación laboral del médico una estabilidad mediante contratos fijos así como «reconocer la totalidad del tiempo trabajado del médico de igual manera a como se hace con el resto de trabajadores».
Un 90 a 95 por ciento de participación
Este viernes, «miles de médicos han secundado la primera jornada de huelga convocada para mostrar el rechazo del colectivo al borrador de Estatuto Marco elaborado por el Ministerio de Sanidad» con cifras cercanas a un 90 por ciento de apoyo, informó la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM).
«Nos jugamos los derechos no solo de los profesionales, sino también la calidad de la sanidad pública de 49 millones de pacientes», destacó el Dr. Miguel Lázaro presidente del CESM.
La confederación atribuye esto a que el colectivo médico y facultativo considera una prioridad que el Gobierno revise la clasificación profesional en que se encuentran y establezca una clasificación única y claramente diferente para el colectivo, en la que se les reconozca tanto a nivel organizativo como en lo retributivo.
Al ser ignorados, se les «consagra y perpetúa jornadas obligatorias de 60-70 y más horas».
Ellos denunciaron que son «los únicos trabajadores en España que deben hacer de manera obligatoria horas extra como mínimo hasta los 55 años, que no son consideradas como tal, ya que tienen carácter obligatorio y se retribuyen por debajo de la hora ordinaria, superando por cientos el límite máximo de horas extra que fija el Estatuto de los Trabajadores».
La paralización fue total de la actividad quirúrgica (salvo procesos urgentes) en algunas comunidades, sostuvo CESM. «El seguimiento ha sido masivo en hospitales, pero también en atención primaria, incluso se ha dado la circunstancia de que en aquellas comunidades que no cuentan con sindicato profesional confederado o que no se ha secundado la jornada de huelga, han sido los propios profesionales los que se han organizado y han salido a mostrar su descontento haciendo uso de su derecho a la huelga».

Los colectivos conversaron con el Ministerio de Sanidad a través del Comité de Huelga, pero advirtieron que la cartera que dirige Mónica García no ha recogido ninguna de las reivindicaciones clave de los profesionales.
«El ministerio debería tomar nota del descontento que hoy han manifestado los profesionales, quienes lo hacen con la esperanza en que las negociaciones que vengan próximamente permitan llegar a acuerdos que reviertan la situación de conflicto creado con la profesión, dijo el Dr. Lázaro.
Para el SMA andaluz, la huelga alcanzó una participación récord, con un seguimiento del 95 por ciento, tanto en centros hospitalarios como de atención primaria, y del 100% entre el colectivo de Médicos Internos Residentes.
«El colectivo médico es el que tiene menos derechos en la sanidad pública. Nuestros derechos laborales están condicionados a las necesidades del servicio», dijo Rafael Ojeda, Presidente del Sindicato Médico Andaluz al comparecer ante los medios de comunicación convocados en la concentración en el Hospital ‘Virgen del Rocío’ de Sevilla y añadió que «el nuevo estatuto Marco consagra el maltrato al colectivo médico».
«Esto no puede seguir así», añadió.
El Dr. Ojeda coincidió en la necesidad de que se cree un ámbito de negociación propio para los médicos, ya que en estos momentos el grupo negociador con el gobierno está formado por los sindicatos nacionales (CSIF, FSES, CCOO, UGT Servicios Públicos y CIG Saude) en donde la representación del colectivo médico no supera el 20 por ciento de representación.
La norma que regula las condiciones de trabajo de los profesionales de los servicios de salud es la Ley 55/2003, de 16 de diciembre, del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud. El Gobierno reconoce que esta ley «está obsoleta y lleva sin modificarse en profundidad 22 años».
Muchos reclamos no se han atendido por los distintos Gobiernos desde entonces. Sanidad sugiere que «los abusos, la precariedad y los déficits que se han encontrado los profesionales durante estos años se amparan en esta norma».
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