«Somos los únicos trabajadores de toda España que no tienen garantizados el descanso ni la conciliación familiar, los únicos a los que se puede obligar a hacer horas extra pagadas por debajo de la hora ordinaria». Este es uno de los problemas que los médicos manifiestan al rechazar el borrador de Estatuto Marco difundido por el Ministerio de Sanidad y proclamar una huelga a nivel nacional para los días 9, 10, 11 y 12 de diciembre.
Son las declaraciones del Sindicato Médico Andaluz (SMA) el 7 de diciembre.
Miles de médicos se volcaron hoy a las calles a nivel nacional para iniciar una protesta masiva de cuatro días, pese a las dudas sobre cómo compatibilizar el paro con su actividad programada.
A primera hora de la tarde, el SMA cifró en un 90 % el seguimiento de la huelga médica nacional entre los profesionales con posibilidad de hacer huelga en los centros sanitarios andaluces e informó que distintos hospitales andaluces han sido escenario también de concentraciones por parte de profesionales para visibilizar su rechazo a la propuesta ministerial.
«Si esto no cambia la sanidad pública va a desaparecer», declaró Rafael Ojeda, Presidente del Sindicato Médico Andaluz y presente en la concentración en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, añadiendo que «hay que acabar con la precariedad que soporta el médico en la sanidad pública, esto no ocurre en ninguna otra profesión, somos el único colectivo que no tiene derecho a la conciliación y al descanso efectivo».
«La huelga de hoy evidencia algo que ya no se puede ignorar: necesitamos un Estatuto del Médico actualizado, que devuelva la dignidad a nuestra profesión y nos represente», agregó en X la Asociación Médicos Unidos por sus Derechos (MUD Médicos).
Según el SMA, la última propuesta del Ministerio de Sanidad es una «apuesta disparatada», que «solo ha conseguido agravar la grave crisis que aqueja al sistema».
«Para acallar nuestra voz, la Administración ha pretendido devaluar nuestro liderazgo en el proceso asistencial y atribuir parte de nuestras funciones a otros profesionales».
Como resultado, «España posee más médicos por habitante que la media de Europa. Sin embargo, su escasez en la sanidad pública es cada día más acusada».
Ante los problemas expuestos, «los médicos se marchan al extranjero o a la sanidad privada huyendo de la precariedad del sistema público».
Por su parte, la secretaria general de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), Ángela Hernández, respondió en Facebook a la ministra de Sanidad, Mónica García, que su propuesta de Estatuto Marco, al contrario de lo que afirma, «no ha contentado a nadie. Ni a los sindicatos del Ámbito, ni a los médicos y facultativos».
«Nos sigue dejando con unas condiciones de ejercicio discriminatorias», declaró Fernández.
El Estatuto Marco actual es la Ley 55/2003 y el problema de las retribuciones se mantiene desde esa fecha. En 2023, a través de un real decreto-ley, el Gobierno se comprometió a abrir un proceso de negociación sindical para actualizar el Estatuto Marco y se inició una negociación. En enero de 2025, el Ministerio convocó una reunión y, por primera vez, presentó un borrador del nuevo Estatuto Marco a los sindicatos del Ámbito que desde entonces, pese a las modificaciones, ha sido rechazado.
La UGT y otros sindicatos del Ámbito mencionados por el Gobierno anunciaron que la negociación estaba muy atascada. A la vez, los médicos del CESM y SMA se quejaron de que el Ministerio pretendía cerrar la reforma en la Mesa del Ámbito, donde ellos casi no están presentes y reclaman un Estatuto propio.
Razones de la huelga
Las razones de la huelga van más allá del problema de las retribuciones por las horas extras.
El 4 de diciembre el Ministerio de Sanidad informó cuál sería su última propuesta, que fue rechazada tanto la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) como por el Sindicato Médico Andaluz (SMA).
El CESM describió, entre otros, los siguientes motivos:
El primero es que los médicos ven la necesidad de tener un Estatuto Propio en el Ámbito de Negociación diferenciada y tener interlocutores propios ante la Administración, ya que la mesa de negociación está «controlada por sindicatos» que «poco o nada representativos entre el colectivo médico e incluso con intereses contrarios al mismo». Los sindicatos del Ámbito suelen concentrar a los grupos de enfermería y la tecnología médica.
Los médicos son contrarios a la actual clasificación de los grupos profesionales. En su queja sostienen que mantiene una postura «de no diferenciar en grupos distintos» a los titulados clasificados en los grupos MECES III con los titulados de MECES II. En otras palabras, esto significa que «los graduados de 240 créditos con formación especializada podrían tener el mismo nivel que un médico con 360 créditos», lo que consideran inaceptable de cara a los pacientes.
A la vez, consideran fundamental el tema de la «responsabilidad médica», algo que «no es tenido en cuenta para la clasificación». La Confederación sostiene que debía contemplar «un grupo A1+, con las consecuencias retributivas que ello conlleva», que se diferencie del grupo A.
La segunda razón por la cual se opusieron a la oferta del Gobierno es que «no se califica la jornada de guardias como actividad extraordinaria» y esto incluso afectaría en el recuento de la jubilación.
La tercera razón es que se mantiene «la movilidad forzosa», aunque con variaciones, y «el letal comodín de necesidades del servicio», dice el CESM.
Los médicos advierten que en su aplicación, «la necesidad de servicio» sigue siendo «la herramienta para someter al colectivo médico a condiciones laborales injustas y discriminatorias con respecto al resto de categorías profesionales».
El SMA dijo que «la única oferta que el Ministerio nos ha hecho es insuficiente y no da respuesta a nuestras demandas», ya que no modifica la clasificación profesional, lo remite a negociar el tema de las guardias médicas con las comunidades autónomas y «propone una mesa técnica sin capacidad de decisión».
El sindicato sostuvo que no están pidiendo privilegios, sino «respeto a la profesión médica y facultativa» para garantizar una atención sanitaria segura y de calidad.
También sostienen la necesidad de un Estatuto Propio, una mesa de negociación propia.
A la vez, defienden «una jornada semanal de 35 horas, y que toda actividad que exceda ese límite sea voluntaria y esté mejor retribuida que la hora ordinaria».
«Queremos garantías reales de descansos y conciliación, una clasificación profesional acorde con nuestra formación y responsabilidad, una regulación justa de la jubilación y el fin de la movilidad forzosa».
«Exigimos que las guardias y los excesos de jornada se paguen como corresponde a la dureza y complejidad de nuestro trabajo».
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Propuesta del Gobierno
El 4 de diciembre, el Ministerio de Sanidad informó que había incorporado en el borrador del nuevo Estatuto Marco todas aquellas demandas que se encuentran dentro de su ámbito competencial y anunció que la Guardia médica «pasaría por ley, de 24 horas a 17 horas».
Además, estableció que «las libranzas o descansos obligatorios, previos y posteriores a la guardia, no podrán generar deuda horaria y, por lo tanto, reducen proporcionalmente las jornadas ordinarias», con la conclusión de que «esto, de facto, significa reducción de la jornada ordinaria por cada jornada de guardia».
El Ministerio indicó que el nuevo estatuto considerará «límites» al número de guardias semanales y consolidará los «descansos obligatorios».
El texto, a su vez, menciona una «ampliación de la protección ante noches y turnos penosos a supuestos de enfermedad, cuidado de menores y embarazo, además de la exención a mayores de 55 años».
Tres huelgas

Los médicos han celebrado con la actual tres huelgas. La primera huelga la convocó el CESM y el SMA para el 13 de junio. La segunda huelga médica de carácter nacional se realizó el 3 de octubre con el seguimiento de un 90 % en algunas Comunidades Autónomas.
Además, el 15 de noviembre se realizó una manifestación en Madrid, de médicos de todo el país que sirvió para evidenciar el rechazo unánime que ha generado el borrador de Estatuto Marco difundido por el Ministerio de Sanidad.
La tercera huelga es la actual.
AMYTS anunció que los médicos y facultativos madrileños están convocados a una huelga de cuatro días «para lograr un Estatuto propio que ponga fin a las injustas condiciones laborales que sufrimos».
«Hemos registrado la convocatoria de paros para los días 9, 10, 11 y 12 de diciembre de 2025 en la Comunidad de Madrid, coincidiendo con las convocatorias que se producirán también en todo el país».
Para los días de huelga, los grupos médicos rechazaron los servicios mínimos establecidos en los centros de salud por la Dirección General de Recursos Humanos del SERMAS.
«Hemos defendido siempre que estos sean equiparables a los de un día festivo», dijo el SMA.
«Pedimos comprensión a la población. Lo que está ocurriendo no tiene precedentes y no vamos a quedarnos quietos mientras se pone en jaque la viabilidad de la sanidad pública».
Por su parte, los sindicatos del Ámbito (enfermería, técnicos, etc.) anunciaron el 4 de diciembre una huelga indefinida de todo el SNS a partir del 27 de enero por el bloqueo del Estatuto Marco.
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