En un mundo donde el Partido Comunista Chino (PCCh) desafía los valores de libertad y democracia de Occidente, el Gobierno de España, liderado por Pedro Sánchez, ha encendido una mecha diplomática al firmar un contrato millonario con Huawei para gestionar y almacenar escuchas judiciales autorizadas.
Esta decisión, anunciada el mes pasado y formalizada por el Ministerio del Interior, ha provocado una reacción contundente desde Estados Unidos.
Días atrás, la directora de inteligencia, Tulsi Gabbard, emitió un ultimátum a la Moncloa: rescinde los contratos con Huawei antes del 31 de agosto o enfrentará una notable limitación del flujo de inteligencia compartida, un mecanismo vital frente a desafíos como el terrorismo, el crimen organizado y las amenazas cibernéticas.
Ahora, se acaba de sumar otra embestida estadounidense, esta vez desde el Congreso. Los legisladores republicanos Gus M. Bilirakis y Richard Hudson han solicitado a la Administración Trump iniciar una investigación denunciando que este acuerdo representa una grave amenaza para el comercio digital, la seguridad de los datos y la seguridad nacional de EE. UU.
Se cierra el cerco

El núcleo de la crisis diplomática entre Madrid y Washington es un contrato de 12,3 millones de euros otorgado por el Ministerio del Interior a Huawei para servidores y consultoría en el almacenamiento de escuchas judiciales.
Este acuerdo se suma a otros contratos vinculados a Huawei en España, como el despliegue de infraestructura 5G con operadores como Telefónica y Vodafone —que trabajan o trabajaban con la empresa china—, que representan una inversión estimada de 500 millones de euros.
Las luces de alerta se han encendido porque las leyes chinas de Inteligencia Nacional y Seguridad de Datos obligan a Huawei a compartir información con el PCCh, un riesgo advertido por el Centro Criptológico Nacional —organismo dependiente del Centro Nacional de Inteligencia— en octubre de 2024.
«Huawei y el PCCh podrían tener acceso a través de una puerta trasera al sistema de interceptación legal de un aliado de la OTAN, lo que les permitiría monitorear investigaciones españolas sobre espías del PCCh y otras actividades de inteligencia», manifestaron el senador Tom Cotton y el congresista Rick Crawford a Gabbard el 17 de julio sobre los contratos del Ejecutivo español con la compañía de telecomunicaciones.
En el mismo sentido, los congresistas Bilirakis y Hudson, presidentes del Subcomité de Comercio y Subcomité de Comunicaciones y Tecnología, respectivamente, enviaron una carta al secretario del Departamento de Comercio, Howard Lutnick, expresando su «preocupación» por los contratos firmados por el Gobierno español y Huawei.
En diálogo con OK Diario, James Nava, asesor del presidente de EE. UU., Donald Trump, en Estrategia, Inteligencia, Defensa y Seguridad, adelantó que mientras el informe de Gabbard podría restringir «la información de inteligencia más sensible, entre otras medidas que ya se están barajando», la iniciativa de Hudson y Bilirakis podría desencadenar «nuevos aranceles y sanciones».
Pero el descontento de EE. UU. no se limita a España. Los congresistas lamentan en su carta el doble rasero que se aplica a las exportaciones digitales de empresas estadounidenses en Europa mientras en España se concede a Huawei acceso a datos altamente sensibles:
«Desde 2015, la UE ha invalidado en dos ocasiones los acuerdos sobre transferencias transfronterizas de información personal con EE. UU., lo que ha generado una gran incertidumbre para las empresas estadounidenses de todos los sectores que participan en el comercio transatlántico», relatan los congresistas en la misiva.
España se aleja de los aliados
La decisión de Sánchez contrasta con los esfuerzos de Occidente para limitar a Huawei.
En 2023, la Unión Europea publicó su 5G Security Toolbox, identificando a la empresa como un proveedor de alto riesgo debido a sus lazos con el PCCh.
Países como Reino Unido, Suecia y Polonia han restringido su acceso a redes críticas, pero España ha optado por un enfoque opuesto.
Lea también: ¿Un punto de no retorno? El giro de España hacia China aleja cada vez más a los aliados
El eurodiputado español, Hermann Tertsch, estuvo semanas atrás en Washington D. C. manteniendo una serie de reuniones con altos funcionarios de la Casa Blanca, congresistas republicanos y dirigentes del movimiento MAGA.
En los encuentros, el vicepresidente de «Patriotas por Europa», dijo que el Gobierno de Pedro Sánchez es «el peor enemigo que tiene Occidente entre sus gobiernos» y que este mantiene «vínculos y complicidades con los peores regímenes del mundo».
Consultado por The Epoch Times España sobre las últimas acciones de Estados Unidos contra España por los contratos con Huawei, Tertsch afirma que «Washington tiene muchos motivos para indagar sobre las concesiones del gobierno español y su agente [el expresidente Jose Luis Rodríguez Zapatero] a Huawei, la penetración china en la seguridad de los países europeos y muy especialmente España, la vigilancia a las bases, a la OTAN y al estrecho».

El eurodiputado sostiene que en este giro de la política exterior de la Moncloa «son claves las conexiones de Sánchez, Zapatero y todo el gobierno y los partidos socialista y comunista con las tramas narcocomunistas de aliados de Rusia y China como son los regímenes cubanos, venezolanos, colombianos y carteles mexicanos».
«Es evidente que esta penetración en aquellos países por parte de China y Rusia se replica en España como cabeza de puente para el asalto de Europa», advierte.
¿Castigo inminente para España?
De continuar este sendero que lo aleja de Occidente, las repercusiones económicas para Madrid podrían ser alarmantes.
«La investigación del Departamento de Comercio podría acarrear no sólo aranceles y sanciones comerciales, sino también el bloqueo de software de seguridad y defensa, restricciones a la cooperación tecnológica, y la limitación de licencias a empresas españolas, entre otras medidas a las que se expone el gobierno de Sánchez», advirtió en X James Nava.
«Me parece que Sánchez va a empezar a viajar menos…», comentó con sarcasmo Tersch a lo que Nava le replicó: «Y lo que está por venir…».
Las eventuales sanciones podrían afectar las exportaciones españolas a Estados Unidos —que el año pasado sumaron 21 000 millones de euros— y podrían golpear a gigantes como Airbus y Navantia.
La sombra roja sobre Madrid
Este giro de Madrid hacia el PCCh ha descolocado totalmente a Occidente.
El Dr. Dave Venable —del Instituto de Riesgo Estratégico y Seguridad— y Mykola Volkivskyi —del Centro de Ginebra para la Diplomacia y la Resolución de Conflictos— han advertido que el contrato con Huawei no sólo refleja una falta de estándares de seguridad, sino que «erosiona la confianza del mundo libre en España».
Asimismo, la polémica del contrato con la controvertida compañía china desnuda la estrategia del PCCh para socavar la libertad occidental, usando la tecnología como arma.
Entre la tentación del PCCh y la presión del mundo libre, la decisión final de Sánchez podría redefinir de qué lado está España, la nación que otrora fuera un histórico protagonista en Occidente.
En otras palabras, con el 31 de agosto como horizonte, Madrid se juega no solo su credibilidad, sino por sobre todas las cosas, su futuro.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en España y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.