Mientras los líderes de China y Rusia caminaban hombro con hombro el 3 de septiembre, un micrófono abierto los capturó discutiendo sobre cómo aumentar la longevidad a través de trasplantes de órganos, posiblemente extendiendo la esperanza de vida a 150 años.
La conversación, transmitida en vivo a través de los medios estatales chinos a miles de millones de personas en línea y por televisión, fue noticia a nivel internacional mientras los observadores de China analizaban las implicaciones, y muchos señalaron las preocupaciones de larga data sobre la sustracción forzada de órganos.
El momento llegó cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, el líder chino, Xi Jinping, y el líder norcoreano, Kim Jong Un, subieron a la tribuna de Tiananmen en Beijing para un masivo desfile militar en conmemoración de la Segunda Guerra Mundial.
«Antes, la gente rara vez vivía hasta los 70 años, pero hoy en día a los 70 años todavía eres un niño», dijo Xi a través de un traductor en ruso.
«A medida que avanza la biotecnología, los órganos humanos pueden trasplantarse continuamente, lo que nos permitirá volvernos cada vez más jóvenes, tal vez incluso alcanzar la inmortalidad», respondió Putin a través de su intérprete en mandarín, gesticulando con los dedos mientras hablaba.
Luego la transmisión cambia a un plano general de la Plaza de Tiananmen.
«Las predicciones son que en este siglo, hay una posibilidad de vivir hasta los 150 años», dijo Xi fuera de cámara justo antes de que se desvaneciera el audio.
Tanto Xi como Putin tienen 72 años.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (republicano de Luisiana), sacudió la cabeza cuando se enteró del intercambio el miércoles por la mañana.
«Les diré que hemos escuchado algunas historias horribles de estos trasplantes de órganos y todo esto en China, que los toman de donantes no voluntarios… por decirlo suavemente», dijo a NTD, un medio de comunicación hermano de The Epoch Times, en una conferencia de prensa.
«El hecho de que hayan sido captados con un micrófono abierto […] es muy revelador».
«Te dice cuál es su visión del mundo, en contraste con la nuestra».
Nina Shea, directora del Centro para la Libertad Religiosa del Instituto Hudson y comisionada durante siete períodos de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, coincidió con la opinión de Johnson.
«Esta conversación desprevenida entre estos dos tiranos da credibilidad a nuestras preocupaciones de que están creando una distopía de ciencia ficción de la vida real al sustraer forzosamente los órganos de aquellos a quienes consideran enemigos políticos», dijo a The Epoch Times.
En 2022, un grupo de derechos humanos descubrió que cientos de médicos chinos se habían formado en instituciones estadounidenses. Shea insta al Congreso a tomar medidas y poner fin a dicha formación de inmediato.
«El hecho de que Xi y Putin estén planeando vivir para siempre mediante trasplantes de órganos no hace más que aumentar la urgencia», afirmó.
«Muchos órganos» reemplazados
La referencia a una esperanza de vida de 150 años había surgido ya en 2019 en un clip de un minuto de un hospital que se jactaba de un sistema de primera categoría para extender la vida útil de los líderes chinos.
El video, supuestamente publicado por el Hospital General del Ejército Popular de Liberación de China, el mayor hospital militar integral de China, afirma que los líderes chinos viven, en promedio, hasta los 88 años, superando con creces a sus homólogos occidentales. Una característica clave de este sistema de salud es la restauración de las funciones orgánicas, según el video.
En medio de una ola de COVID-19 en 2023, el obituario de un ex viceministro de cultura chino volvió a poner el tema en primer plano.
Al dar el pésame, un funcionario chino escribió que Gao Zhanxiang, de 87 años, a quien describió como alguien con una «mente aguda y una voz potente», había «reemplazado muchos órganos en su cuerpo» mientras «luchaba tenazmente contra la enfermedad», hasta el punto en que el propio Gao dijo que «muchos componentes ya no eran suyos».
El origen de estos órganos sigue siendo una incógnita
En 2006, varios testigos presenciales se presentaron ante The Epoch Times alegando que se estaba asesinando a presos de conciencia para obtener sus órganos en instalaciones secretas en China. Los objetivos, según afirmaron, eran practicantes detenidos de Falun Gong, una práctica de meditación que el régimen chino percibe como una amenaza para su poder. Los testigos presenciales describieron cómo los médicos extraían órganos, como córneas, y cremaban los cuerpos para ocultar las pruebas.
Si bien China, bajo una creciente presión internacional, estableció un sistema de donación de órganos en 2015, los expertos que estudian los datos de donación de órganos chinos han dicho que son «demasiado nítidos para ser ciertos».
Según un estudio de 2019 publicado en la revista científica BMC Medical Ethics, las estadísticas, a diferencia de las de otros 50 países, se ajustan excepcionalmente bien a una fórmula matemática. La única explicación es la manipulación de datos, afirmaron los autores.
Ese mismo año, el Tribunal de China, con sede en Londres, concluyó, tras un año de investigación, que la sustracción forzada de órganos seguía ocurriendo en China a gran escala. Según el tribunal, los practicantes de Falun Gong eran el principal grupo de víctimas, mientras que otras minorías perseguidas, como los uigures de la región de Xinjiang, los tibetanos y los cristianos de las casas, también corrían peligro.
El régimen ha demostrado su disposición y capacidad para hacer todo lo posible para mantenerse en el poder, afirmó el representante Chris Smith (RN.J.). Smith es un firme crítico de las prácticas de trasplante de órganos de Pekín y busca contrarrestar los abusos mediante legislación.
«Mi argumento ha sido que, desde Xi Jinping hasta abajo, cualquier persona en la alta jerarquía, especialmente en el Partido Comunista Chino, intentará robar los órganos internos de otra persona, mediante la coerción, a través de la muerte, para prolongar su vida», declaró Smith a The Epoch Times. «No puedo imaginar un acto más egoísta y bárbaro».
Si lo hicieran mediante un trasplante voluntario de órganos, lo cual creo que es completamente ético, estaría bien. No hay nada de voluntario en esto.
El Departamento de Estado de Estados Unidos, el Parlamento Europeo y un panel de expertos en derechos humanos afiliados a la ONU han expresado alarma por la sustracción forzada de órganos por parte del régimen chino en los últimos años.
Los legisladores del 119.º Congreso de Estados Unidos han votado dos veces a favor de proyectos de ley para imponer sanciones a los autores de abuso de trasplantes de órganos en China. Dos proyectos de ley están ahora a la espera de la decisión del Senado.
En agosto, ocho senadores estatales de Texas escribieron al senador Ted Cruz (republicano por Texas), uno de los principales promotores de la Ley de Protección a Falun Gong, instándolo a impulsar la legislación bipartidista. El estado fue el primero de cinco en el país en promulgar leyes para bloquear la cobertura del seguro médico para los trasplantes de órganos realizados en China.
Johnson, en la sesión informativa, dijo que la conversación de Xi y Putin sobre este tema aumenta la gravedad del asunto.
«Si los líderes hablan de ello, debería alarmarnos», dijo. «Están utilizando a una minoría religiosa perseguida para extraerle órganos».
«Estados Unidos… defenderemos la moral y la ética, y nos opondremos a ello. Como saben, existe legislación que lo abordaría, y quizá debamos priorizarlo, si es así».
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