Incluso antes de que la Comisión Europea presente hoy sus propuestas para revisar la prohibición de los motores de combustión, ya ha comenzado la batalla por la interpretación. En ella se enfrentan las declaraciones del eurodiputado de la Unión Social Cristiana (CSU), Manfred Weber, sobre el fin del llamado «veto», la exigencia de su correligionario Markus Söder, quien lo considera insuficiente, y la previsión del eurodiputado de Los Verdes Michael Bloss, que anticipa un «texto confuso».
Sin embargo, aún no se sabe con certeza qué presentará la Comisión Europea. A finales de la semana pasada, se filtró que la institución planea proponer excepciones a la prohibición de los motores de combustión. Esto permitiría que los nuevos vehículos con motores de combustión puedan matricularse incluso después de 2035.
¿Qué se sabe hasta ahora?
Según los planes previos, los coches nuevos en la UE no emitirían dióxido de carbono perjudicial para el clima durante su funcionamiento a partir de 2035. Representantes de los Estados miembros de la UE y del Parlamento Europeo acordaron esto en 2022.
Ahora, este requisito será eliminado y se permitirán excepciones. Cualquier emisión adicional de gases de efecto invernadero será compensada con otras medidas. Inicialmente, no estaba claro si también se permitirían excepciones para los vehículos convencionales de gasolina y diésel.
La Comisión también tiene previsto abordar el papel de los combustibles más ecológicos, como los biocombustibles, y la inclusión de las flotas de empresa en el debate. Además, Francia ha solicitado, en particular, que se establezcan objetivos para las cuotas de producción dentro de la UE. También se presentará una estrategia para las baterías.
Pedro Sánchez se opone a flexibilizar los planes de 2035
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, envió la semana pasada una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la que le pide que mantenga el veto a la venta de coches nuevos con motor de combustión en 2035.
«Rechazamos que los vehículos con motor de combustión u otras tecnologías sin viabilidad probada puedan seguir comercializándose más allá de 2035», escribió Sánchez en la misiva, fechada el jueves 11 de diciembre, a la que ha tenido acceso EFE.
Según el mandatario español, avanzar por esa senda reduciría la demanda de coches eléctricos, lo que afectaría a la competitividad futura de la industria europea del automóvil y de los componentes, e incrementaría «la probabilidad de cierres de plantas y pérdidas de empleo en toda la UE».
Sánchez recordó que la Comisión ya introdujo márgenes de flexibilidad en las normas de CO2 para los fabricantes entre 2025 y 2027 y advirtió de que «cualquier relajación adicional conllevaría el riesgo de un retraso significativo en la descarbonización de las inversiones».
A principios de mes, Sánchez presentó su plan Auto 2030 y reiteró que la línea de España es mantener el calendario europeo que prevé el fin de las ventas de vehículos con emisiones de CO₂ en 2035, una pieza central del pacto verde que otros países quieren suavizar.
«Estamos aquí para que España fabrique coches eléctricos tan competitivos como permite nuestro talento y lo suficientemente económicos como para que los españoles se los puedan permitir», afirmó.
Según Sánchez, la transición del vehículo de combustión al vehículo eléctrico «ha llegado para quedarse» y el reto consiste en lograr que «todos ganemos con ella».
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Francia ha mantenido una posición similar a la de España.
En octubre, Francia y España firmaron un escrito conjunto para pedir que se mantenga el calendario europeo que prevé el fin de las ventas de vehículos con emisiones de CO₂ en 2035, una pieza central del pacto verde que otros países quieren suavizar. En paralelo, Italia y Alemania solicitaron a la Comisión un «cambio de rumbo» en la política del automóvil para salvaguardar la competitividad de su industria y garantizar una transición económica y socialmente sostenible.
«El futuro de la industria automovilística europea será eléctrico», sostuvieron Francia y España en un documento conjunto remitido al Consejo de Medioambiente de la Unión Europea, titulado «Mantener el rumbo hacia los vehículos de cero emisiones en 2035 es indispensable».
«Francia y España consideran […] que la revisión prevista debe preservar el objetivo de 2035 y la ambición medioambiental de la trayectoria de reducción de CO₂ que lo sustenta», añadieron ambos países, según la agencia. Fuente: The Epoch Times España.
Merz ve con buenos ojos el giro de la Comisión
El canciller alemán, Friedrich Merz (Unión Cristianodemócrata, CDU), valoró positivamente el cambio de rumbo anunciado por la Comisión Europea. Subrayó que los objetivos climáticos de fondo no están en cuestión, aunque —dijo— es necesario un enfoque distinto para alcanzarlos.
Según el Gobierno alemán, la Comisión podría adoptar ese nuevo rumbo. Merz aseguró que Bruselas puede contar con el apoyo del Ejecutivo alemán.
No obstante, tras las primeras declaraciones públicas de Manfred Weber sobre los planes de la Comisión, intervino el líder de la CSU y ministro-presidente de Baviera, Markus Söder. A su juicio, el cambio anunciado no es suficiente. Consideró, eso sí, que se trata de una señal positiva, aunque solo sea un primer paso.
«Reducir los objetivos es perjudicial para Europa como centro de negocios», criticó Terry Reintke, líder del grupo Verde en el Parlamento Europeo. Advirtió de que un rumbo vacilante genera incertidumbre en la planificación. Organizaciones ecologistas expresaron posiciones similares. Ferdinand Dudenhöffer, experto del sector y director del Centro de Investigación Automotriz de Bochum, predijo que la industria automovilística europea perdería tiempo, en lugar de ganarlo, en su competencia con China.
El líder del Partido Democrático Libre (FDP), Christian Dürr, defiende la revocación total de la prohibición de los motores de combustión. En cambio, varios economistas se han pronunciado contra una flexibilización significativa de la normativa.
Casi dos tercios de los alemanes respaldan el plan de la Comisión Europea de flexibilizar la regulación de la eliminación gradual de los motores de combustión, según una encuesta representativa realizada para el «Politbarómetro» de Zweites Deutsches Fernsehen (ZDF). El sondeo indica que el 63 % cree que los vehículos con motor de combustión, como los de gasolina o diésel, deberían poder seguir matriculándose después de 2035.
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Próximos pasos
Una vez presentadas las propuestas, el Parlamento Europeo y los Estados miembro de la UE deberán evaluarlas y podrán introducir cambios. Así, ambas instituciones aún pueden reforzar o suavizar el texto. En última instancia, hará falta una mayoría suficiente en los dos ámbitos. Por ahora, se desconoce el calendario del proceso.
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Alemania con el título «EU plant Ausnahmen vom Verbrenner-Verbot ab 2035».
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