Protestas del sector agrario en Europa por la desaparición de millones de explotaciones

En la Unión Europea, el cierre de pequeñas explotaciones se acelera. El alza de los costes y el aumento de las importaciones ponen en riesgo su viabilidad. El acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur, bloque comercial sudamericano, podría agravar la situación. Unos 10 000 agricultores prevén protestar el jueves en Bruselas contra su firma

Por Olivier Signus
18 de diciembre de 2025 12:16 Actualizado: 18 de diciembre de 2025 12:40

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quiere firmar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur (Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay), bloque económico sudamericano. La firma está prevista para el 20 de diciembre en una cumbre en la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu. Mientras von der Leyen presiona para cerrar el acuerdo, Francia se muestra reticente y pide aplazar la firma. Según el Gobierno francés, el texto requiere más ajustes para «lograr medidas de protección legítimas para la agricultura europea».

Unos 10 000 agricultores se concentrarán en Bruselas contra el acuerdo

Para aumentar la presión sobre la UE, los agricultores han convocado una manifestación contra el acuerdo. De nuevo, prevén marchar por Bruselas para expresar su descontento. Según la plataforma española Agrodigital, se esperan aproximadamente 10 000 participantes procedentes de varios Estados miembros. En total, más de 40 organizaciones agrícolas preparan la movilización.

Sus preocupaciones se centran sobre todo en el temor a perder el sustento. Muchos creen que el acuerdo les perjudicará por el aumento de la competencia. Entre otros aspectos, permitiría la entrada de carne y cereales procedentes de los países citados. Los agricultores subrayan las diferencias normativas y critican que las exigencias ambientales sean mucho más estrictas en la UE que en Sudamérica.

Aunque la UE ya ha introducido algunas mejoras bajo presión, el ministro francés de Economía y Finanzas, Roland Lescure, ha fijado tres condiciones adicionales: una cláusula de salvaguardia sólida y eficaz; la aplicación, también en los países socios, de las normas vigentes para la producción en la UE, y controles a la importación.

Roland Lescure declaró:

«Mientras no obtengamos garantías sobre estos tres puntos, Francia no aceptará el acuerdo»

Francia y España, epicentro de las protestas agrarias

Las declaraciones de Lescure llegan después de que la Asamblea Nacional francesa expresara este mes un rechazo casi unánime al acuerdo. Las movilizaciones del sector agrario también alimentan la oposición política en París. A lo largo del año se han sucedido protestas a gran escala en todo el país, con miles de participantes.

Desde principios de año, agricultores de todas las regiones de Francia se han desplazado a la capital. Bajo el lema «¡Ya basta!», la protesta denunció, entre otras cuestiones, la desigualdad de trato frente a países no pertenecientes a la UE. Euronews citó a un agricultor que declaró:

«Lo único que queremos es que se cumplan las normas europeas, que son iguales para todos. ¿Es un sueño imposible? El otro problema son los controles que nos imponen a diario. Todos saben de qué hablamos. Queremos que estos controles se apliquen a los productos importados, no a nosotros. Estamos hartos».

Las protestas del domingo pasado fueron multitudinarias. Según la edición francesa de Yahoo, más de 1000 agricultores se manifestaron en varias regiones del país. Con sus tractores, levantaron barricadas y bloquearon carreteras. Además, acamparon frente a las prefecturas. En algunos casos, vertieron estiércol ante edificios públicos, ministerios y supermercados; en otros, lo rociaron. Se informó de unas treinta acciones en todo el país. Los sindicatos advierten de que la movilización está lejos de terminar.


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Un escándalo de fraude enciende las protestas agrarias en Grecia

Grecia también vive protestas masivas. Sin embargo, no se dirigen contra el Mercosur, sino contra la agencia pública responsable de los subsidios agrícolas (OPEKEPE). Tras verse implicada en un escándalo de fraude, OPEKEPE fue disuelta este verano y sus funciones pasaron a la Agencia Tributaria (AADE). La AADE, no obstante, tiene dificultades para distribuir entre los agricultores los 600 millones de euros en ayudas agrícolas de la Unión Europea.

En España, los agricultores también han salido a las calles desde principios de año por distintos motivos, entre ellos el acuerdo con el Mercosur. Además, prevén sumarse a la manifestación del próximo jueves en Bruselas.

Muchos agricultores temen por su sustento. La situación en Francia ayuda a entender el alcance de esas inquietudes. The Epoch Times informó de que el número de explotaciones agrícolas se redujo de 390 000 a 349 000 entre 2020 y 2023. Según la red de asociaciones Terre de Liens, las que están cerrando o pasando a manos de explotaciones cada vez más grandes son, casi siempre, pequeñas explotaciones familiares. Coline Sovran, portavoz de Terre de Liens, explica:

«Actualmente, presenciamos un auténtico proceso de reestructuración, aplicado discretamente y acompañado de una concentración y una capitalización sin precedentes de las explotaciones agrícolas en Francia. La imagen idílica de la pequeña granja francesa, a escala humana, se desvanece día a día».

Es hora de decirle la verdad al pueblo francés:

«La política agrícola que nuestros gobiernos han seguido durante décadas está enterrando el modelo de agricultura que la mayoría de los franceses desea».

La concentración del campo refuerza la dependencia exportadora

Las consecuencias de esta desaparición inquietan a los representantes locales y a las organizaciones no gubernamentales. En Bretaña y Altos de Francia, dos de las regiones más afectadas, casi tres cuartas partes de las pequeñas explotaciones agrícolas han desaparecido desde 1988.

La agricultura se ha orientado a producciones intensivas, como la patata en el norte o la cría de cerdos y aves de corral en el oeste, lo que refuerza la dependencia de las exportaciones.

Como señala Hélène Béchet, de Terre de Liens:

«La mitad de la tierra en Francia se destina a la exportación. Las pequeñas explotaciones agrícolas luchan por mantenerse competitivas, pero se centran en circuitos cortos, venta directa y métodos que preservan mejor los recursos y el medio ambiente».

Causas de la crisis

Las causas de esta crisis son diversas. Por un lado, la ampliación de las explotaciones resulta necesaria para competir en un contexto internacional que exige mayor productividad. Por otro, la especialización y la mecanización incrementan la dependencia de pesticidas y fertilizantes y reducen el empleo de mano de obra en el sector.

Además, resulta difícil encontrar relevo para las explotaciones cuyos propietarios se jubilan.

Llamamiento a revertir la tendencia en Francia

Este retroceso pone en entredicho la soberanía alimentaria de Francia y la vitalidad de las zonas rurales. Según la organización Terre de Liens, la desaparición de las pequeñas explotaciones agrícolas «afecta no solo a la economía local, sino también a la capacidad de respuesta de estas zonas ante crisis», ya sean climáticas, económicas o sanitarias.

Ante la urgencia de la situación, se proponen varias medidas para revertir la tendencia. Entre ellas figuran el acceso a la tierra, el apoyo a la transmisión de explotaciones y el fomento de la incorporación de jóvenes agricultores. Según Terre de Liens, estas medidas impulsarían la comercialización local de productos agrarios.

Para salvar el sector, la organización pide a las autoridades públicas un compromiso firme. Si no se actúa, el declive de las pequeñas explotaciones continuará, ya que una cuarta parte de los agricultores se jubilará de aquí a 2030, advierte Terre de Liens.

Situación en España

En España, la situación del sector también es precaria. Según The Epoch Times, el número de explotaciones agrícolas ha disminuido casi un 40 % en 24 años. Si en 1999 aún había casi 1,3 millones, la cifra bajó a 784 141 a finales de 2023, con 111 000 explotaciones menos entre 2020 y 2023. En ese mismo periodo, la superficie cultivada descendió de 16,7 millones a 11,4 millones de hectáreas.

Este descenso se acompaña de una consolidación: el tamaño medio de las explotaciones pasó de 20,73 hectáreas en 1999 a 26,37 en 2020 y a 30,46 en 2023. La tendencia apunta a la expansión de las explotaciones en detrimento de las más pequeñas.

El fenómeno es aún más acusado en la ganadería. El número de explotaciones bovinas cayó de 188 211 a 79 279. En el caso de las porcinas, pasó de 180 600 a 30 800. Sin embargo, el censo total de animales en las explotaciones restantes se mantuvo estable o incluso aumentó.


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Las organizaciones agrarias alertan del impacto del acuerdo y de la nueva PAC

Copa-Cogeca, la mayor organización agrícola de la Unión Europea, representa a agricultores, ganaderos y cooperativas de todos los Estados miembro. Considera que la decisión de la Comisión Europea de seguir adelante con el acuerdo con el Mercosur supone «un error histórico para el proyecto europeo, sus agricultores y sus consumidores».

Las organizaciones agrarias advierten de que la situación podría agravarse con la nueva política agrícola común (PAC) de la UE, en particular por los recortes de subvenciones y por condiciones que consideran incompatibles con la rentabilidad de las pequeñas y medianas explotaciones.

«La nueva PAC presentada en julio podría agravar el abandono de tierras agrícolas. Esto nos preocupa enormemente», advirtió Alfredo Berrocal, jefe del Departamento de Ganadería y presidente de la Unión de Ganaderos, Agricultores y Silvicultores de la Comunidad Autónoma de Madrid (UGAMA).

«Dado que hablamos de recortes presupuestarios superiores al 30 %, esto podría llevar al abandono de las zonas rurales. El relevo generacional también se vería amenazado. Por eso, la asociación exige una política agrícola centrada en el desarrollo rural».

Críticas a una aplicación parcial del acuerdo UE-Mercosur

Copa-Cogeca también ha señalado que el acuerdo entre la UE y el Mercosur contiene «irregularidades legales» que, a su juicio, suponen «una amenaza para el sector agrícola europeo».

La denominada «división artificial» implica separar el texto en dos partes. La parte comercial se considera un acuerdo exclusivamente europeo y podría ser adoptada por el Parlamento Europeo y el Consejo. La parte política, que incluye cuestiones como derechos humanos, sostenibilidad y cooperación, tendría que ser ratificada por los Estados miembro.

Con esta separación, la parte comercial podría aplicarse de forma provisional de inmediato, sin necesidad de que todos los parlamentos nacionales den su consentimiento. Los críticos sostienen que ello elude la participación democrática y temen un debilitamiento de las normas ambientales y sociales mientras la parte comercial entra en vigor con rapidez.


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Importación de grano ucraniano y presión sobre las explotaciones

Otra causa de la desaparición de explotaciones agrícolas es la importación de grano, sobre todo de Ucrania.

Esta situación aboca a miles de explotaciones familiares al cierre, según la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), organización profesional agraria española. ASAJA sostiene que los precios del grano han registrado este año una caída acusada. Tres asociaciones regionales de la entidad denuncian la inacción del Ministerio de Agricultura, de la Dirección General de Agricultura y de la Junta de Castilla y León en materia de control de fronteras y mercados interiores. Aseguran que, entre el desplome de los precios en origen y el incremento de los costes operativos durante la última década, los productores de cereal atraviesan una situación crítica.

Eurostat: en 2020 había un 37 % menos de explotaciones que en 2005

Según Eurostat, en el último censo, correspondiente a 2020, había aproximadamente 9,1 millones de explotaciones agrícolas en la Unión Europea. La cifra supone un descenso de alrededor del 37 % respecto a 2005. Eurostat añade que el número de explotaciones ha caído con fuerza mientras la superficie se ha mantenido estable. De acuerdo con estas estadísticas, ningún país de la UE ha registrado un repunte del número de explotaciones.

En Alemania, según Destatis, la tendencia también ha sido descendente entre 2010 y 2024: de 299 100 explotaciones en 2010 se pasó a 255 010 en 2024. La superficie se ha mantenido prácticamente estable: de unos 16,7 millones de hectáreas en 2010 a 0,1 millones de hectáreas menos en 2024.

Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Francia con el título «Des millions d’exploitations agricoles disparaissent : des agriculteurs manifestent dans toute l’Europe».

Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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