La última actualización de la lista de los 100 mayores perceptores de fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado con el mecanismo NextGenerationEU, revela un dato alarmante: empresas chinas que operan en España reciben cientos de millones de euros por parte de Bruselas.
Esta clasificación, actualizada el 31 de octubre por el Gobierno español y remitida a la Comisión Europea, aglutina más de 26 mil millones de euros en total para los 100 principales beneficiarios.
Entre las compañías que reciben más fondos de la UE se destaca Envision Energy, una empresa de capital íntegramente chino dedicada a aerogeneradores y soluciones energéticas renovables.
Envision, con sede en Shanghái y controlada por el régimen del Partido Comunista chino (PCCh), ha recibido 200 millones procedentes de convocatorias del PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (PERTE ERHA).
Si se enfoca el análisis solo en el sector privado, esta empresa ocupa el puesto 11.° del listado de mayores receptores de fondos de la UE.
De esta forma, estas ayudas, destinadas a la transición verde, están fortaleciendo a una compañía que opera en un ecosistema donde el Estado chino ejerce control total, tal como alertan informes de inteligencia occidentales.
Pero Envision no es un caso aislado.
Sunwafe, otra empresa del rubro, también de capitales chinos, ha recibido casi 200 millones de euros.
El mismo patrón se repite en el sector del vehículo eléctrico. Stellantis, en alianza con CATL —el mayor fabricante mundial de baterías para vehículos eléctricos, también chino—, ha captado casi 97 millones de euros en ayudas del PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (PERTE VEC).
En octubre de 2024, Stellantis Figueruelas recibió 133 millones en la línea de baterías del PERTE VEC III, más 14 millones para descarbonización industrial. En total, el grupo ha acumulado subvenciones y préstamos que superan los 298 millones, financiando una gigafactoría en Zaragoza junto a CATL.
En diciembre del año pasado, el presidente Pedro Sánchez se reunió en Moncloa con Robin Zeng, presidente de CATL, para celebrar estos proyectos. Pocos días después, CATL fue incluida por el Departamento de Defensa de EE. UU. en la lista de «empresas militares chinas» por sus vínculos con el Ejército Popular de Liberación. Sin embargo, el proyecto en España continúa vigente.
El mayor perceptor mantiene contratos con Huawei
Si nos vamos al primer lugar de la tabla, la empresa que recibe la mayor cantidad de fondos de la UE (más de 2500 millones) es ADIF.
Pero aquí también aparece la huella china: la empresa pública ferroviaria mantiene contratos con Huawei para equipamiento en infraestructuras ferroviarias, pese a advertencias de la Comisión Europea y EE. UU. Este año, ADIF formalizó un contrato de 213 000 euros para soporte de equipos Huawei.
Por supuesto, ADIF no es la única que trabaja con Huawei. Esta empresa china, vetada en redes 5G críticas por la UE, está cada vez más presente en sistemas clave españoles.
En este sentido, además de las mencionadas Envision y Stellantis, otras empresas que aparecen en el listado de mayores receptores de fondos UE —y que tienen como operadores a Huawei y ZTE— son Orange (182 millones) y Vodafone (67 millones).
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Y hay mucho más, porque la injerencia de compañías chinas sancionadas no se queda en tecnología o baterías.
La ampliación de la estación de Atocha, adjudicada en enero de 2024 por 451,6 millones, la ejecuta una UTE con Puentes y Calzadas, controlada al 100 % por China Road and Bridge Corporation (CRBC), filial de la estatal CCCC.
CCCC está sancionada por EE. UU. desde 2020 por construir bases militares en el Mar de China Meridional.
El mismo esquema se repite con Aldesa, otra constructora española que pasó al control de CRCC (China Railway Construction Corporation) en el período 2020-2023. Desde entonces se ha adjudicado obras como túneles en la M-50 (7,49 millones en 2021), depósitos de agua en Sevilla (8,18 millones en 2022) o hangares en Teruel (39,77 millones en 2024).
CRCC, de nivel ministerial bajo el PCCh, accede así a sistemas SCADA de infraestructuras críticas.
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Voces de alerta
En total, España ha recibido —hasta ahora— 80 000 millones de fondos UE. Y si bien la Comisión Europea, en su estrategia de «de-risking» hacia China (2023), ha calificado al régimen comunista como «rival sistémico» —y ha urgido reducir dependencias—, como se ha descrito, fondos NextGeneration fluyen hacia empresas que Washington ha incluido en listas negras, como Huawei (desde 2019) o CATL (2025).
Puntualmente, el analista Craig Singleton, de la Foundation for the Defense of Democracies, ha señalado que la integración de CATL en redes eléctricas crea vulnerabilidades explotables desde Pekín, similares a las de Huawei en telecomunicaciones.
El eurodiputado Hermann Tertsch (Patriotas por Europa) ha denunciado repetidamente esta «amenaza» china.
David Alandete, exdirector de El País y corresponsal para varios medios españoles en la Casa Blanca, alertó días atrás en el Congreso español sobre Huawei: «No es un riesgo solo tecnológico, sino también de fiabilidad dentro de la OTAN».
En el sector renovable, el Consejo Europeo de Fabricación Solar urgió en 2023 restringir proveedores chinos en redes eléctricas por riesgos de desconexión remota desde Pekín. De hecho, datos de 2023 muestran que el 70 % de los inversores en placas solares en España son chinos.
Sin embargo, la propia UE está financiando con montos millonarios a compañías chinas que operan en España. Una auténtica (y peligrosa) paradoja.
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La estrategia china: comprar, licitar y dominar con dinero europeo
Y el truco es siempre el mismo: Pekín no necesita presentarse directamente a las convocatorias europeas. Le basta con comprar empresas españolas ya consolidadas para que liciten como locales y se lleven el botín.
Es lo que ha ocurrido con Puentes y Calzadas (adquirida por CRBC-CCCC) o Aldesa (controlada por CRCC): ambas figuran en los registros mercantiles como sociedades españolas, pero sus matrices son empresas de rango ministerial chino que ahora acceden a sistemas SCADA de infraestructuras críticas y a cientos de millones de euros del PRTR.
El mismo guion se repite en puertos y renovables: COSCO, la naviera estatal china, controla terminales estratégicas en Valencia y Bilbao; en tanto que Three Gorges, otro gigante del PCCh, se ha convertido en el mayor productor fotovoltaico de España tras comprar X-Elio y decenas de plantas.
De esta manera, España, con su política de puertas abiertas a Pekín —y su silencio ante las alertas de Washington y Bruselas—, se ha convertido en la puerta de entrada perfecta para que el régimen chino colonice sectores estratégicos con el dinero de todos los europeos.
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